Escribo tres argumentos de la importancia de escuhar y respetar lo que otra persona tiene que decir, aún cuando se expreses de manera diferente a la mía.
Razones por las que hay que aprender a escuchar: 1. Escuchar es aprender. D. J. Kaufman afirmó que “la inteligencia es la recompensa por haber pasado una vida escuchando, sobre todo en esos momentos en que hubieras preferido hablar”. Cuando aprendes a estar callado durante más tiempo y a dejar que los demás hablen, estarás multiplicando las probabilidades de aprender de ellos. Cuando eres tú quien habla, las oportunidades de aprender se reducen drásticamente. Recuerda que todos tienen algo que enseñarnos. De hecho, los aprendizajes más interesantes de mi vida los he encontrado donde menos los esperaba. Solo tienes que aprender a escuchar sin estereotipos. 2. Escuchar aumenta las probabilidades de ser aceptados. Una persona que habla sin parar, será simpática durante los primeros encuentros pero después se convertirá en un ególatra al que todos intentan evitar. En realidad, a todos nos gustan las personas que saben escuchar, esas que están ahí cuando tienes un problema y con las cuales puedes desahogarte porque sabes que no te juzgarán ni te criticarán. 3. Escuchar te permite crear un vínculo con otra persona. J. Isham decía que “escuchar es una actitud del corazón, es un deseo genuino de estar con el otro”. Cuando aprendes a escuchar, le estás diciendo a la otra persona que estás ahí para ella, que ahora todo gira a su alrededor, que estás dispuesto a ayudarle. Este simple acto puede generar un vínculo muy intenso con el otro porque en realidad, son muy pocos los que saben escuchar sin criticar y sin anteponer sus problemas.
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Razones por las que hay que aprender a escuchar:1. Escuchar es aprender. D. J. Kaufman afirmó que “la inteligencia es la recompensa por haber pasado una vida escuchando, sobre todo en esos momentos en que hubieras preferido hablar”. Cuando aprendes a estar callado durante más tiempo y a dejar que los demás hablen, estarás multiplicando las probabilidades de aprender de ellos. Cuando eres tú quien habla, las oportunidades de aprender se reducen drásticamente. Recuerda que todos tienen algo que enseñarnos. De hecho, los aprendizajes más interesantes de mi vida los he encontrado donde menos los esperaba. Solo tienes que aprender a escuchar sin estereotipos.
2. Escuchar aumenta las probabilidades de ser aceptados. Una persona que habla sin parar, será simpática durante los primeros encuentros pero después se convertirá en un ególatra al que todos intentan evitar. En realidad, a todos nos gustan las personas que saben escuchar, esas que están ahí cuando tienes un problema y con las cuales puedes desahogarte porque sabes que no te juzgarán ni te criticarán.
3. Escuchar te permite crear un vínculo con otra persona. J. Isham decía que “escuchar es una actitud del corazón, es un deseo genuino de estar con el otro”. Cuando aprendes a escuchar, le estás diciendo a la otra persona que estás ahí para ella, que ahora todo gira a su alrededor, que estás dispuesto a ayudarle. Este simple acto puede generar un vínculo muy intenso con el otro porque en realidad, son muy pocos los que saben escuchar sin criticar y sin anteponer sus problemas.