Esta sustancia, compuesta por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno, es esencial para la supervivencia del planeta y del ser humano, quien está compuesto en un 80% por agua. Según un informe de la UNESCO, hay suficiente agua dulce para toda la población mundial (siete mil setecientos millones de personas en 2020), pero el problema reside en que su distribución no es equitativa y que el cambio climático genera escasez.
El agua se ha convertido prácticamente en un lujo. El planeta está compuesto en un 70% por agua pero, según datos de National Geographic, sólo el 3,5% es dulce y el 0,025, potable. De ahí que la distribución desigual de este recurso preocupe a los gobiernos de todo el mundo. Las cifras señalan que aproximadamente 2.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso a servicios seguros de agua potable; 4.200 millones no disponen de servicios de saneamiento seguros y 3.000 millones no tienen lo básico para lavarse las manos.
Todo parece indicar que debemos empezar a gestionar nuevas políticas de cambio en la comprensión, utilización, dimensión, valoración y proyección de este recurso limitado pero indispensable no sólo para la vida, sino también para el crecimiento económico mundial. No en vano tener acceso a agua limpia y saneamiento es el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda de 2030. Pero las previsiones de aquí a 2050 no son nada halagüeñas, ya que según el Informe de 2018 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) unos 5.000 millones de personas se verán afectadas por la escasez de agua.
Principales causas de la escasez de agua
La importancia del agua es clave para el mantenimiento del planeta y de la vida. Hay muchos factores directos e indirectos que generan y agravan la problemática generada por la escasez del agua. Estos serían los más importantes:
Se confirma: no es una ‘amenaza fantasma’. El Informe Mundial de Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2020 no deja lugar a dudas: “el cambio climático va a influir negativamente en la cantidad y calidad del agua disponible a nivel mundial para satisfacer toda una serie de necesidades humanas básicas, lo cual irá en menoscabo del derecho fundamental de miles de millones de personas a tener acceso al agua potable y el saneamiento”. Los grandes fenómenos meteorológicos (huracanes, temporales, tormentas de hielo, olas de calor, las grandes sequías…) parecen tener su causa realmente en el cambio climático.
Esta sustancia, compuesta por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno, es esencial para la supervivencia del planeta y del ser humano, quien está compuesto en un 80% por agua. Según un informe de la UNESCO, hay suficiente agua dulce para toda la población mundial (siete mil setecientos millones de personas en 2020), pero el problema reside en que su distribución no es equitativa y que el cambio climático genera escasez.
El agua se ha convertido prácticamente en un lujo. El planeta está compuesto en un 70% por agua pero, según datos de National Geographic, sólo el 3,5% es dulce y el 0,025, potable. De ahí que la distribución desigual de este recurso preocupe a los gobiernos de todo el mundo. Las cifras señalan que aproximadamente 2.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso a servicios seguros de agua potable; 4.200 millones no disponen de servicios de saneamiento seguros y 3.000 millones no tienen lo básico para lavarse las manos.
Todo parece indicar que debemos empezar a gestionar nuevas políticas de cambio en la comprensión, utilización, dimensión, valoración y proyección de este recurso limitado pero indispensable no sólo para la vida, sino también para el crecimiento económico mundial. No en vano tener acceso a agua limpia y saneamiento es el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda de 2030. Pero las previsiones de aquí a 2050 no son nada halagüeñas, ya que según el Informe de 2018 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) unos 5.000 millones de personas se verán afectadas por la escasez de agua.
Principales causas de la escasez de agua
La importancia del agua es clave para el mantenimiento del planeta y de la vida. Hay muchos factores directos e indirectos que generan y agravan la problemática generada por la escasez del agua. Estos serían los más importantes:
El cambio climático
BBVA-escasez-agua-sequía-planeta-sostenibilidad-agua-ecología-cuidado-planeta-ods-bbva
Se confirma: no es una ‘amenaza fantasma’. El Informe Mundial de Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2020 no deja lugar a dudas: “el cambio climático va a influir negativamente en la cantidad y calidad del agua disponible a nivel mundial para satisfacer toda una serie de necesidades humanas básicas, lo cual irá en menoscabo del derecho fundamental de miles de millones de personas a tener acceso al agua potable y el saneamiento”. Los grandes fenómenos meteorológicos (huracanes, temporales, tormentas de hielo, olas de calor, las grandes sequías…) parecen tener su causa realmente en el cambio climático.
Explicación:
El agua dulce está escazeando