El maestro Gonzalo Endara Crow nace en Bucay - Ecuador el 17 de mayo de 1936 y muere en Quito, 14 de abril de 1996) fue un pintor y escultor ecuatoriano.
Desde una temprana edad se mostro muy interesado en el arte y la escultura, de joven estudió pintura en la Universidad Central en Quito. Adoptó un estilo diferente al principio de su carrera que le acompaño durante toda su vida. La geografía ecuatoriana y los brillantes colores utilizados por los artesanos indígenas en su labor fueron sus dos influencias principales que penetraron en su trabajo durante toda su carrera; y en 1974, cuando todavía era un estudiante, realizó su primera exposición, esta muestra sería el exitoso inicio de una serie de exposiciones a nivel nacional e internacional. Desde entonces, expuso en las mejores galerías y museos del país, a la vez que recibió varios reconocimientos por su labor en el extranjero. Se le considera además, uno de los pioneros de la escultura monumental en el Ecuador. Endara Crow es considerado uno de los pintores latinoamericanos más importantes de la segunda mitad del siglo 20. Su obra es universal, y ofrece una perspectiva estética de la cultura andina y su gente. Su obra más reconocida es "El Tren Volador”. De niño, Endara Crow quedo asombrado por los trenes desde que su padre trabajó en el ferrocarril, esto se convirtió en una inspiración para su obra maestra, en la que muestra a un tren en vuelo, de ahí el título, que combina con un paisaje montañoso de colores. Otro motivo surrealista común en sus pinturas es la lluvia de campanas o esferas como en su obra Sin título de fecha 29 de julio 1988. Endara fue también escultor, con dos monumentos importantes esculpidos en Sangolquí. Estos dos monumentos son "El Choclo" y "El Colibrí", ambos representan la belleza natural, así como la importancia de la agricultura de la Sierra ecuatoriana. Varios historiadores del arte y los críticos se han referido a su trabajo como realismo mágico, un término que se utiliza a menudo cuando se habla de la literatura del siglo XX de América Latina. Al igual que en los textos del realismo mágico, sus cuadros tratan de ampliar las categorías de lo real a fin de abarcar el mito. La magia y otros fenómenos de carácter extraordinario - todos los que están excluidos por la cultura europea - encuentran su lugar en la pintura de Endara Crow. El realismo mágico en la pintura se puede distinguir por la forma en que se mezclan la realidad y fantasía. Cualquier distinción entre los dos se borra a través de la combinación de elementos de fantasía y mitología con la ficción de una manera poco realista. Como en los textos del realismo mágico de Gabriel García Márquez, las pinturas de Gonzalo Endara Crow tejen los elementos fantásticos con presentación inexpresiva.
La pintura de Endara Crow sintetiza tres estilos que se desarrollan en su narración pictórica y fantástica. Lo naif es su punto de partida. El artista comienza a interpretar aquel mundo lejano, indudablemente andino a través de una mirada despojada de sentido crítico. Pinta una fábula con apariencia de historia. Y lo hace desprevenidamente. En la ambiguedad de los elementos compositivos, encontramos una segunda influencia que se le une a la naif bajo la suposición de que Endara trata de hacer una representación pictórica de una realidad bajo ciertos supuestos de ingenuidad, y en el surrealismo del belga René Magritte. Existen elementos en las obras de Magritte que son constantes en el trabajo del artista ecuatoriano: la rosa, los huevos pétreos, y sobre todo el tratamiento de la luz. Aquello que aparece como insólitamente real, al tildarlo de surrealista se transforma en una verdad pictórica; existe una seducción de los elementos, complicidad que pone en tela de juicio la apariencia de los valores tradicionales a través de un sutil cambio visual: el tratamiento de la luz.
Respuesta:
GONZALO ENDARA CROW (1936-1996)
Reseña
El maestro Gonzalo Endara Crow nace en Bucay - Ecuador el 17 de mayo de 1936 y muere en Quito, 14 de abril de 1996) fue un pintor y escultor ecuatoriano.
Desde una temprana edad se mostro muy interesado en el arte y la escultura, de joven estudió pintura en la Universidad Central en Quito. Adoptó un estilo diferente al principio de su carrera que le acompaño durante toda su vida. La geografía ecuatoriana y los brillantes colores utilizados por los artesanos indígenas en su labor fueron sus dos influencias principales que penetraron en su trabajo durante toda su carrera; y en 1974, cuando todavía era un estudiante, realizó su primera exposición, esta muestra sería el exitoso inicio de una serie de exposiciones a nivel nacional e internacional. Desde entonces, expuso en las mejores galerías y museos del país, a la vez que recibió varios reconocimientos por su labor en el extranjero. Se le considera además, uno de los pioneros de la escultura monumental en el Ecuador. Endara Crow es considerado uno de los pintores latinoamericanos más importantes de la segunda mitad del siglo 20. Su obra es universal, y ofrece una perspectiva estética de la cultura andina y su gente. Su obra más reconocida es "El Tren Volador”. De niño, Endara Crow quedo asombrado por los trenes desde que su padre trabajó en el ferrocarril, esto se convirtió en una inspiración para su obra maestra, en la que muestra a un tren en vuelo, de ahí el título, que combina con un paisaje montañoso de colores. Otro motivo surrealista común en sus pinturas es la lluvia de campanas o esferas como en su obra Sin título de fecha 29 de julio 1988. Endara fue también escultor, con dos monumentos importantes esculpidos en Sangolquí. Estos dos monumentos son "El Choclo" y "El Colibrí", ambos representan la belleza natural, así como la importancia de la agricultura de la Sierra ecuatoriana. Varios historiadores del arte y los críticos se han referido a su trabajo como realismo mágico, un término que se utiliza a menudo cuando se habla de la literatura del siglo XX de América Latina. Al igual que en los textos del realismo mágico, sus cuadros tratan de ampliar las categorías de lo real a fin de abarcar el mito. La magia y otros fenómenos de carácter extraordinario - todos los que están excluidos por la cultura europea - encuentran su lugar en la pintura de Endara Crow. El realismo mágico en la pintura se puede distinguir por la forma en que se mezclan la realidad y fantasía. Cualquier distinción entre los dos se borra a través de la combinación de elementos de fantasía y mitología con la ficción de una manera poco realista. Como en los textos del realismo mágico de Gabriel García Márquez, las pinturas de Gonzalo Endara Crow tejen los elementos fantásticos con presentación inexpresiva.
La pintura de Endara Crow sintetiza tres estilos que se desarrollan en su narración pictórica y fantástica. Lo naif es su punto de partida. El artista comienza a interpretar aquel mundo lejano, indudablemente andino a través de una mirada despojada de sentido crítico. Pinta una fábula con apariencia de historia. Y lo hace desprevenidamente. En la ambiguedad de los elementos compositivos, encontramos una segunda influencia que se le une a la naif bajo la suposición de que Endara trata de hacer una representación pictórica de una realidad bajo ciertos supuestos de ingenuidad, y en el surrealismo del belga René Magritte. Existen elementos en las obras de Magritte que son constantes en el trabajo del artista ecuatoriano: la rosa, los huevos pétreos, y sobre todo el tratamiento de la luz. Aquello que aparece como insólitamente real, al tildarlo de surrealista se transforma en una verdad pictórica; existe una seducción de los elementos, complicidad que pone en tela de juicio la apariencia de los valores tradicionales a través de un sutil cambio visual: el tratamiento de la luz.
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