Escribe una opinión personal de cada religión como ayuda a tener ese vínculo que nos une a Dios.
Bueno...
Veamos....
Esta pregunta se puede responder de dos modos, dependiendo del sentido que se le dé. Un primer modo es el que atiende a su sentido más literal. En la antigüedad era frecuente considerar que cada grupo social o religión tenía su dios o sus dioses, distintos, por ejemplo, de los del pueblo vecino. La noción de divinidad que está detrás de este planteamiento politeísta es del todo insuficiente de modo que, en el fondo, no hay divinidad, no hay Dios: en todo caso, los dioses serían concebidos al modo humano, como grandes señores. El pueblo de Israel, que vivía rodeado de pueblos politeístas, tenía muy claro que los dioses de esos pueblos no eran tales: «Tienen boca y no hablan –se lee en la Biblia–; tienen ojos y no ven…» (Salmo 115, 5).
Escribe una opinión personal de cada religión como ayuda a tener ese vínculo que nos une a Dios.
Bueno...
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Esta pregunta se puede responder de dos modos, dependiendo del sentido que se le dé. Un primer modo es el que atiende a su sentido más literal. En la antigüedad era frecuente considerar que cada grupo social o religión tenía su dios o sus dioses, distintos, por ejemplo, de los del pueblo vecino. La noción de divinidad que está detrás de este planteamiento politeísta es del todo insuficiente de modo que, en el fondo, no hay divinidad, no hay Dios: en todo caso, los dioses serían concebidos al modo humano, como grandes señores. El pueblo de Israel, que vivía rodeado de pueblos politeístas, tenía muy claro que los dioses de esos pueblos no eran tales: «Tienen boca y no hablan –se lee en la Biblia–; tienen ojos y no ven…» (Salmo 115, 5).