Antes de que sigas leyendo, toma unos minutos para pensar sobre algunas cosas que han sucedido hoy. Aún mejor, toma un bolígrafo y escríbelo.
¿Qué has escrito? ¿Fueron en su mayoría cosas positivas?, como por ejemplo: "Hoy es un día muy bueno. Mi abuela me hizo panqueques para el desayuno. En el almuerzo me senté con mi amigo, y ¡me encantó la clase de inglés hoy!" O enfatizas lo que salió mal: "Mi abuela me preparó el desayuno y tomó tanto tiempo que perdí el autobús. Mis amigos hablaron durante todo el almuerzo de un programa de TV muy aburrido, y tuve clase de inglés. ¡Odio los jueves!"
El optimismo es saludable
Los investigadores han invertido mucho tiempo estudiando a las personas que tienen una actitud positiva. Y descubrieron que tener una actitud positiva ayuda a la gente a ser feliz, tener más éxito y ser más sana. El optimismo puede proteger a las personas de la depresión, aún a aquellas que corren un riesgo mayor de sufrirla. Una actitud optimista permite que las personas puedan resistir más el estrés. El optimismo puede hasta hacer que la gente viva más años.
El optimismo proviene en parte de nuestra naturaleza: Algunas personas nacen con un temperamento optimista. Pero el optimismo también lo determinan nuestras vivencias a medida que crecemos. Aprendemos a ser optimistas observando a las personas que tenemos como modelos a nuestro alrededor, adoptando nuevas maneras de pensar, y practicando nuevos hábitos.
Lo bueno es que se puede aprender a ser optimista, aún si tu actitud tiende a ser más pesimista.
El optimismo y el pesimismo
El optimismo y el pesimismo son actitudes mentales; maneras de pensar y ver las cosas. Los optimistas ven el lado positivo de las cosas. Creen que las cosas van a salir bien. Creen que tienen la capacidad y la habilidad de hacer que las cosas vayan bien.
Seguramente hayas escuchado que la gente que ve problemas en todo, se llama "pesimista". Un pesimista tiende a esperar que las cosas no salgan tan bien o se concentra en lo que no salió bien.
La gente no es siempre optimista o pesimista; pero la mayoría de las personas tiene una tendencia a ser de una manera o de otra. La buena noticia es que si tiendes a ser pesimista, no estás destinado a ser siempre así. Todos podemos ser un poco más optimistas modificando la manera en la que vemos las cosas.
El optimismo ayuda a que las personas tengan éxito
El optimismo va más allá de ver el lado bueno de una situación o de esperar que sucedan cosas buenas. También es una manera de explicar lo que ya ha ocurrido.
Cuando sucede algo bueno, los optimistas piensan en lo que hicieron para que esta situación haya podido salir tan bien. Consideran que su capacidad es algo permanente y estable en ellos. Piensan en la manera en que esto puede llevar a otras cosas buenas.
Cuando las cosas no resultan de la manera esperada, sucede lo opuesto: Los optimistas no se culpan a sí mismos. Consideran que los reveses son temporales. Cuando pasa algo malo, los optimistas lo asocian a una situación especial o acontecimiento; no lo asocian a su capacidad. Dado que no consideran estos reveses como una falla personal, los optimistas son capaces de recuperarse de la frustración más fácilmente que los pesimistas.
Por ejemplo: Griffin y Jake se presentaron para una prueba del equipo de básquet durante el segundo año de la escuela. Ninguno de los dos fue aceptado en el equipo. Ambos se sintieron defraudados, pero cada uno lo tomó de una manera diferente.
Griffin es optimista. Piensa lo siguiente: "Había muchos jóvenes talentosos en la prueba y pocos puestos. Esto me hizo practicar mucho y por eso jugué lo mejor que pude -¡me hizo sentir muy bien! El entrenador me hizo varios comentarios. Voy a practicar las cosas que sugirió y veré todos los partidos de esta temporada. De esa manera tendré más posibilidades el año próximo".
Griffin se concentra en la situación en particular, no en las deficiencias personales. No considera la situación permanente. Cree que realmente puede entrar en el equipo el próximo año y ya está pensando en la manera de lograrlo.
Jake tiene una tendencia más pesimista. Piensa lo siguiente: "No me sorprende que no haya sido aceptado; yo era el peor del grupo y el entrenador no me tiene simpatía. No me dan descanso. Tengo que aceptarlo; simplemente no soy un gran deportista". A diferencia de Griffin, Jake toma el revés de forma personal. Se culpa, y culpa a otros (el entrenador) o a factores (la vida) por sus problemas. Y lo peor es que permite que este acontecimiento ponga en duda su capacidad deportiva.
Explicación:
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romerobahamonandresf
¿Qué has escrito? ¿Fueron en su mayoría cosas positivas?, como por ejemplo: "Hoy es un día muy bueno. Mi abuela me hizo panqueques para el desayuno. En el almuerzo me senté con mi amigo, y ¡me encantó la clase de inglés hoy!" O enfatizas lo que salió mal: "Mi abuela me preparó el desayuno y tomó tanto tiempo que perdí el autobús. Mis amigos hablaron durante todo el almuerzo de un programa de TV muy aburrido, y tuve clase de inglés. ¡Odio los jueves!" El optimismo es saludable
romerobahamonandresf
Los investigadores han invertido mucho tiempo estudiando a las personas que tienen una actitud positiva. Y descubrieron que tener una actitud positiva ayuda a la gente a ser feliz, tener más éxito y ser más sana. El optimismo puede proteger a las personas de la depresión, aún a aquellas que corren un riesgo mayor de sufrirla. Una actitud optimista permite que las personas puedan resistir más el estrés. El optimismo puede hasta hacer que la gente viva más años.
romerobahamonandresf
El optimismo proviene en parte de nuestra naturaleza: Algunas personas nacen con un temperamento optimista. Pero el optimismo también lo determinan nuestras vivencias a medida que crecemos. Aprendemos a ser optimistas observando a las personas que tenemos como modelos a nuestro alrededor, adoptando nuevas maneras de pensar, y practicando nuevos hábitos.
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Respuesta: ¿Cómo te está yendo?
Antes de que sigas leyendo, toma unos minutos para pensar sobre algunas cosas que han sucedido hoy. Aún mejor, toma un bolígrafo y escríbelo.
¿Qué has escrito? ¿Fueron en su mayoría cosas positivas?, como por ejemplo: "Hoy es un día muy bueno. Mi abuela me hizo panqueques para el desayuno. En el almuerzo me senté con mi amigo, y ¡me encantó la clase de inglés hoy!" O enfatizas lo que salió mal: "Mi abuela me preparó el desayuno y tomó tanto tiempo que perdí el autobús. Mis amigos hablaron durante todo el almuerzo de un programa de TV muy aburrido, y tuve clase de inglés. ¡Odio los jueves!"
El optimismo es saludable
Los investigadores han invertido mucho tiempo estudiando a las personas que tienen una actitud positiva. Y descubrieron que tener una actitud positiva ayuda a la gente a ser feliz, tener más éxito y ser más sana. El optimismo puede proteger a las personas de la depresión, aún a aquellas que corren un riesgo mayor de sufrirla. Una actitud optimista permite que las personas puedan resistir más el estrés. El optimismo puede hasta hacer que la gente viva más años.
El optimismo proviene en parte de nuestra naturaleza: Algunas personas nacen con un temperamento optimista. Pero el optimismo también lo determinan nuestras vivencias a medida que crecemos. Aprendemos a ser optimistas observando a las personas que tenemos como modelos a nuestro alrededor, adoptando nuevas maneras de pensar, y practicando nuevos hábitos.
Lo bueno es que se puede aprender a ser optimista, aún si tu actitud tiende a ser más pesimista.
El optimismo y el pesimismo
El optimismo y el pesimismo son actitudes mentales; maneras de pensar y ver las cosas. Los optimistas ven el lado positivo de las cosas. Creen que las cosas van a salir bien. Creen que tienen la capacidad y la habilidad de hacer que las cosas vayan bien.
Seguramente hayas escuchado que la gente que ve problemas en todo, se llama "pesimista". Un pesimista tiende a esperar que las cosas no salgan tan bien o se concentra en lo que no salió bien.
La gente no es siempre optimista o pesimista; pero la mayoría de las personas tiene una tendencia a ser de una manera o de otra. La buena noticia es que si tiendes a ser pesimista, no estás destinado a ser siempre así. Todos podemos ser un poco más optimistas modificando la manera en la que vemos las cosas.
El optimismo ayuda a que las personas tengan éxito
El optimismo va más allá de ver el lado bueno de una situación o de esperar que sucedan cosas buenas. También es una manera de explicar lo que ya ha ocurrido.
Cuando sucede algo bueno, los optimistas piensan en lo que hicieron para que esta situación haya podido salir tan bien. Consideran que su capacidad es algo permanente y estable en ellos. Piensan en la manera en que esto puede llevar a otras cosas buenas.
Cuando las cosas no resultan de la manera esperada, sucede lo opuesto: Los optimistas no se culpan a sí mismos. Consideran que los reveses son temporales. Cuando pasa algo malo, los optimistas lo asocian a una situación especial o acontecimiento; no lo asocian a su capacidad. Dado que no consideran estos reveses como una falla personal, los optimistas son capaces de recuperarse de la frustración más fácilmente que los pesimistas.
Por ejemplo: Griffin y Jake se presentaron para una prueba del equipo de básquet durante el segundo año de la escuela. Ninguno de los dos fue aceptado en el equipo. Ambos se sintieron defraudados, pero cada uno lo tomó de una manera diferente.
Griffin es optimista. Piensa lo siguiente: "Había muchos jóvenes talentosos en la prueba y pocos puestos. Esto me hizo practicar mucho y por eso jugué lo mejor que pude -¡me hizo sentir muy bien! El entrenador me hizo varios comentarios. Voy a practicar las cosas que sugirió y veré todos los partidos de esta temporada. De esa manera tendré más posibilidades el año próximo".
Griffin se concentra en la situación en particular, no en las deficiencias personales. No considera la situación permanente. Cree que realmente puede entrar en el equipo el próximo año y ya está pensando en la manera de lograrlo.
Jake tiene una tendencia más pesimista. Piensa lo siguiente: "No me sorprende que no haya sido aceptado; yo era el peor del grupo y el entrenador no me tiene simpatía. No me dan descanso. Tengo que aceptarlo; simplemente no soy un gran deportista". A diferencia de Griffin, Jake toma el revés de forma personal. Se culpa, y culpa a otros (el entrenador) o a factores (la vida) por sus problemas. Y lo peor es que permite que este acontecimiento ponga en duda su capacidad deportiva.
Explicación:
El optimismo es saludable