En un momento no existían ni el sol ni la luna y los dioses se reunieron para decidir quién iba a iluminar el universo. Tecuciztécatl dijo que él tenía que hacerlo, los dioses aceptaron esta propuesta y dijeron que Nanahuatzin se convertiría en la luna.
Los dioses decidieron que para convertirse en Sol, Tecuciztécatl tenía que arrojarse al fuego, pero el dios tuvo miedo y no lo pudo hacer. En su lugar, Nanahuatzin se tiró al fuego y, por su acto valiente, se transformó en el sol. Tecuciztécatl se avergonzó por su actitud y decidió tirarse al fuego y, entonces, se transformó en la luna.
El origen del sol y la luna (mito azteca)
En un momento no existían ni el sol ni la luna y los dioses se reunieron para decidir quién iba a iluminar el universo. Tecuciztécatl dijo que él tenía que hacerlo, los dioses aceptaron esta propuesta y dijeron que Nanahuatzin se convertiría en la luna.
Los dioses decidieron que para convertirse en Sol, Tecuciztécatl tenía que arrojarse al fuego, pero el dios tuvo miedo y no lo pudo hacer. En su lugar, Nanahuatzin se tiró al fuego y, por su acto valiente, se transformó en el sol. Tecuciztécatl se avergonzó por su actitud y decidió tirarse al fuego y, entonces, se transformó en la luna.