Dios no creó al ser humano para vivir en soledad. Lo creó como un ser sociable y, por lo tanto , esa es su naturaleza. Esta característica ha marcado a toda la humanidad y en todos los acontecimientos de la historia. El hombre, como ser social, forma parte de una sociedad y por lo tanto, necesita un proceso socializador que facilite su tarea, pues tiene facultades para entrar en relación con los otros, ofrecer ayudas mutuas y desarrollar el diálogo con sus semejantes. Una sociedad logra socializar a sus miembros, según los valores que alimenta su cultura: políticos, sociales religiosas, éticos, estéticos… Con estos valores, las personas se relacionan en asociaciones o instituciones públicas o privadas, las cuales pueden ayudar a las cualidades y a sensibilizar sobre los deberes y derechos individuales y sociales.
Sólo en comunidad, el hombre aprende a crecer y a madurar en una correcta relación consigo mismo, con los demás, con Dios y con el mundo.
Dios no creó al ser humano para vivir en soledad. Lo creó como un ser sociable y, por lo tanto , esa es su naturaleza. Esta característica ha marcado a toda la humanidad y en todos los acontecimientos de la historia. El hombre, como ser social, forma parte de una sociedad y por lo tanto, necesita un proceso socializador que facilite su tarea, pues tiene facultades para entrar en relación con los otros, ofrecer ayudas mutuas y desarrollar el diálogo con sus semejantes. Una sociedad logra socializar a sus miembros, según los valores que alimenta su cultura: políticos, sociales religiosas, éticos, estéticos… Con estos valores, las personas se relacionan en asociaciones o instituciones públicas o privadas, las cuales pueden ayudar a las cualidades y a sensibilizar sobre los deberes y derechos individuales y sociales.
Sólo en comunidad, el hombre aprende a crecer y a madurar en una correcta relación consigo mismo, con los demás, con Dios y con el mundo.
Espero haber ayudado en algo