Había una vez una niña tan hermosa que cuando salía caminar por el bosque las flores volteaban a admirar su belleza, exclamando un "oh" sin poder evitarlo por su asombro; el sol reducía su intensidad y las hojas de los árboles caían a propósito de poder rozar su tez pálida, como la porcelana. Su cabello, negro como una noche despejada, caía sobre sus hombros delicadamente, tal y como cae la última hoja al finalizar el otoño.
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Respuesta:
Había una vez una niña tan hermosa que cuando salía caminar por el bosque las flores volteaban a admirar su belleza, exclamando un "oh" sin poder evitarlo por su asombro; el sol reducía su intensidad y las hojas de los árboles caían a propósito de poder rozar su tez pálida, como la porcelana. Su cabello, negro como una noche despejada, caía sobre sus hombros delicadamente, tal y como cae la última hoja al finalizar el otoño.
Explicación:
Espero y te ayude me das coronita por favor