tratamiento de la enfermedad hepática depende del diagnóstico. Algunos problemas hepáticos pueden tratarse con modificaciones en el estilo de vida, como dejar de consumir alcohol o bajar de peso
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daniguapa
Una persona afectada por insuficiencia hepática suele presentar ictericia, ascitis, encefalopatía hepática y deterioro generalizado de su estado de salud. La ictericia hace que la piel y el blanco de los ojos se vuelvan amarillos. La ascitis puede causar que el abdomen se hinche. La encefalopatía hepática puede causar confusión o somnolencia. En la mayoría de los casos se presentan síntomas generales, como fatiga, debilidad, náuseas y pérdida de apetito.
Es su principal característica dada por la espiritualidad y su capacidad de escucha hacia los problemas de otras personas. La otra cara de la moneda implica que se afectan con facilidad, por lo que es fácil herir sus sentimientos incluso cuando el conflicto central no tiene relación con ellos. Sin embargo, se puede aprender a mantener el eje para no sentirse sobrecargado.
2. Absorben las emociones ajenas
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Sintonizar con las emociones buenas y malas que proyectan los demás, es útil para saber cómo tratarlos en cada momento. En cambio, cuando un ambiente irradia negatividad a través de sensaciones como la ira o la ansiedad, el empático se siente agotado física y mentalmente. Un entorno de tranquilidad y felicidad, potencia sus capacidades porque toman estas emociones como propias.
3. Experimentan con la intuición
Su intuición es muy desarrollada y la utilizan para experimentar las sensaciones de los demás, así como formar opiniones sobre quienes los rodean. De esta manera, se rodean de energía positiva estableciendo relaciones con las personas que los potencian, evitando a quienes proyectan negatividad.
4. Son opuestos a los “vampiros energéticos”
El término “vampiros energéticos” refiere a las personas que transmiten miedo, ansiedad o enojo de manera permanente y opacan los ambientes optimistas. Cuando se encuentran con un empático, pueden drenar su energía aunque no tengan intenciones de hacerlo. Las relaciones entre ambos pueden ser complejas y el empático se siente indigno o indeseado cuando se enfrenta a un narcisista que no puede lidiar con sensaciones ajenas.
5. Actúan de forma introvertida
Las muchedumbres abruman al empático que se intimida con los grandes números y prefiere los grupos reducidos o limitar la cantidad de tiempo que pasa en una fiesta o reunión multitudinaria. En un entorno más íntimo pueden comportarse extrovertidamente porque las interacciones uno-a-uno se establecen naturalmente.
6. Poseen sentidos refinados
Sus sentidos son más perceptivos que en el resto de las personas, por lo que un fuerte aroma o un ruido constante podría irritarlo con facilidad. Las personas que conversan sin parar suelen cansarlo, especialmente si elevan el tono de voz.
7. Dedican tiempo para sí mismos
La soledad es una necesidad del empático que se incomoda con las muchedumbres, ya que utiliza ese tiempo para recargar energías. Un pequeño descanso reduce la sobrecarga emocional que sufren como consecuencia de la absorción de sentimientos ajenos.
8. Eluden las relaciones íntimas
Pueden sentirse agobiados cuando entablan relaciones íntimas con otras personas, especialmente cuando se trata de parejas. El temor radica en la pérdida de la identidad pues sus emociones se fusionan con las del otro y la sobrecarga puede ser cansadora. Si logran sentirse cómodos, probablemente no sigan el concepto de pareja tradicional y entablen vínculos afectivos a su manera.
9. Se agobian con la rutina
Las jornadas laborales o de estudio los desgastan más que a otras personas, por lo que necesitan retirarse cada tanto a sitios naturales donde disfrutan de la soledad, el silencio y compañía cuidadosamente seleccionada. Los espacios verdes, las playas o las montañas son propicios para relajarse cuando están sobrecargados.
10. Ofrecen más de lo que pueden
Su afán por aliviar el dolor de los demás muchas veces provoca significativos cambios en su estado de ánimo. Por ejemplo, ver a una persona en situación de calle podría trastornar completamente su humor aunque se sintieran felices cinco minutos atrás, incluso cuando no está en sus manos cambiar una realidad determinada.
Explicación paso a paso:
tratamiento de la enfermedad hepática depende del diagnóstico. Algunos problemas hepáticos pueden tratarse con modificaciones en el estilo de vida, como dejar de consumir alcohol o bajar de peso
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Respuesta:
1. Son muy sensibles
Es su principal característica dada por la espiritualidad y su capacidad de escucha hacia los problemas de otras personas. La otra cara de la moneda implica que se afectan con facilidad, por lo que es fácil herir sus sentimientos incluso cuando el conflicto central no tiene relación con ellos. Sin embargo, se puede aprender a mantener el eje para no sentirse sobrecargado.
2. Absorben las emociones ajenas
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Sintonizar con las emociones buenas y malas que proyectan los demás, es útil para saber cómo tratarlos en cada momento. En cambio, cuando un ambiente irradia negatividad a través de sensaciones como la ira o la ansiedad, el empático se siente agotado física y mentalmente. Un entorno de tranquilidad y felicidad, potencia sus capacidades porque toman estas emociones como propias.
3. Experimentan con la intuición
Su intuición es muy desarrollada y la utilizan para experimentar las sensaciones de los demás, así como formar opiniones sobre quienes los rodean. De esta manera, se rodean de energía positiva estableciendo relaciones con las personas que los potencian, evitando a quienes proyectan negatividad.
4. Son opuestos a los “vampiros energéticos”
El término “vampiros energéticos” refiere a las personas que transmiten miedo, ansiedad o enojo de manera permanente y opacan los ambientes optimistas. Cuando se encuentran con un empático, pueden drenar su energía aunque no tengan intenciones de hacerlo. Las relaciones entre ambos pueden ser complejas y el empático se siente indigno o indeseado cuando se enfrenta a un narcisista que no puede lidiar con sensaciones ajenas.
5. Actúan de forma introvertida
Las muchedumbres abruman al empático que se intimida con los grandes números y prefiere los grupos reducidos o limitar la cantidad de tiempo que pasa en una fiesta o reunión multitudinaria. En un entorno más íntimo pueden comportarse extrovertidamente porque las interacciones uno-a-uno se establecen naturalmente.
6. Poseen sentidos refinados
Sus sentidos son más perceptivos que en el resto de las personas, por lo que un fuerte aroma o un ruido constante podría irritarlo con facilidad. Las personas que conversan sin parar suelen cansarlo, especialmente si elevan el tono de voz.
7. Dedican tiempo para sí mismos
La soledad es una necesidad del empático que se incomoda con las muchedumbres, ya que utiliza ese tiempo para recargar energías. Un pequeño descanso reduce la sobrecarga emocional que sufren como consecuencia de la absorción de sentimientos ajenos.
8. Eluden las relaciones íntimas
Pueden sentirse agobiados cuando entablan relaciones íntimas con otras personas, especialmente cuando se trata de parejas. El temor radica en la pérdida de la identidad pues sus emociones se fusionan con las del otro y la sobrecarga puede ser cansadora. Si logran sentirse cómodos, probablemente no sigan el concepto de pareja tradicional y entablen vínculos afectivos a su manera.
9. Se agobian con la rutina
Las jornadas laborales o de estudio los desgastan más que a otras personas, por lo que necesitan retirarse cada tanto a sitios naturales donde disfrutan de la soledad, el silencio y compañía cuidadosamente seleccionada. Los espacios verdes, las playas o las montañas son propicios para relajarse cuando están sobrecargados.
10. Ofrecen más de lo que pueden
Su afán por aliviar el dolor de los demás muchas veces provoca significativos cambios en su estado de ánimo. Por ejemplo, ver a una persona en situación de calle podría trastornar completamente su humor aunque se sintieran felices cinco minutos atrás, incluso cuando no está en sus manos cambiar una realidad determinada.