La polución destaca como el mayor riesgo ambiental para la salud, dado que 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado cuyas partículas tóxicas pueden penetrar los sistemas respiratorio y circulatorio y dañar los pulmones, el corazón y el cerebro. En la actualidad, el cáncer, las embolias y los padecimientos cardiorrespiratorios provocan anualmente la muerte prematura de siete millones de personas, el 90% de ellas en países de renta baja o media con grandes emisiones contaminantes de la industria, el transporte, la agricultura y las estufas caseras.
Enfermedades crónicas
Los padecimientos no transmisibles como diabetes, cáncer y las enfermedades cardiacas causan 41 millones de muertes, más del 70% de los decesos anuales a nivel mundial, cifra que incluye a 15 millones de personas que fenecen prematuramente entre los 30 y los 69 años.
El aumento de estos fallecimientos, sucedidos en un 85% en países de ingresos bajos y medios, se debe a factores de riesgo como el tabaco, el sedentarismo, el abuso del alcohol, las dietas poco saludables y la contaminación del aire. Los malos hábitos también exacerban los padecimientos mentales.
Pandemia global de gripe
Se espera que el mundo enfrente otra pandemia, aunque no se sabe cuándo ni que tan grave será. Las defensas globales contra la enfermedad son tan eficientes como el sistema de respuesta nacional a emergencias sanitarias más débil de cualquier país.
Entornos frágiles y vulnerables
Las malas condiciones de vida que afectan a numerosas comunidades en todas las regiones del mundo. El 22% de la población, o 1600 millones de personas, vive hoy en lugares perjudicados por crisis de larga data que pueden incluir sequías, hambrunas, conflictos y desplazamientos de población, así como servicios de salud precarios o una carencia total de esos cuidados.
Resistencia a los antimicrobianos
La resistencia que la gente ha desarrollado a los anti patógenos supone el riesgo de no poder tratar fácilmente infecciones como la pulmonía, la tuberculosis, la gonorrea o la salmonelosis. A su vez, la incapacidad para aliviar las infecciones podría complicar las cirugías y tratamientos como la quimioterapia.
La resistencia a los medicamentos para la tuberculosis, por ejemplo, dificulta una batalla contra una enfermedad que afecta a 10 millones de personas y causa 1,6 millones de muertes al año.
Ébola y otros patógenos peligrosos
Los dos brotes de ébola registrados en la República Democrática del Congo en 2018 afectaron a más de un millón de personas. Una de las provincias golpeadas es, además, zona de conflicto, lo que demuestra que las epidemias de virus altamente patógenos encuentran un entorno propicio en escenarios de acceso difícil o nulo.
Servicios precarios de salud primaria
Los cuidados médicos primarios son normalmente el primer punto de contacto de la población con sus sistemas de salud y deberían ofrecer atención amplia y asequible para las comunidades. Sin embargo, muchos países no tienen instalaciones, carecen de estos servicios o no tienen instalaciones adecuadas debido a la falta de recursos.
Rechazo a la vacunación
Pese a las evidencias de la efectividad de las vacunas para prevenir enfermedades y evitar de 2 a 3 millones de muertes anuales, mucha gente rehúsa a vacunarse por temor o dudas generadas por falta de información.
Dengue
El dengue, transmitido por un mosquito, puede ser letal y cobrarse la vida del 20% de quienes lo sufren en su manifestación más grave. La enfermedad es una amenaza creciente para el mundo desde hace décadas.
VIH
Los avances contra el VIH son enormes en cuanto al examen de detección, el acceso de 22 millones de seropositivos a antirretrovirales y las medidas preventivas. Pero la epidemia continúa y el VIH/SIDA provoca la muerte de un millón de personas cada año.
Respuesta:
contaminación ambiental y cambio climático
La polución destaca como el mayor riesgo ambiental para la salud, dado que 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado cuyas partículas tóxicas pueden penetrar los sistemas respiratorio y circulatorio y dañar los pulmones, el corazón y el cerebro. En la actualidad, el cáncer, las embolias y los padecimientos cardiorrespiratorios provocan anualmente la muerte prematura de siete millones de personas, el 90% de ellas en países de renta baja o media con grandes emisiones contaminantes de la industria, el transporte, la agricultura y las estufas caseras.
Enfermedades crónicas
Los padecimientos no transmisibles como diabetes, cáncer y las enfermedades cardiacas causan 41 millones de muertes, más del 70% de los decesos anuales a nivel mundial, cifra que incluye a 15 millones de personas que fenecen prematuramente entre los 30 y los 69 años.
El aumento de estos fallecimientos, sucedidos en un 85% en países de ingresos bajos y medios, se debe a factores de riesgo como el tabaco, el sedentarismo, el abuso del alcohol, las dietas poco saludables y la contaminación del aire. Los malos hábitos también exacerban los padecimientos mentales.
Pandemia global de gripe
Se espera que el mundo enfrente otra pandemia, aunque no se sabe cuándo ni que tan grave será. Las defensas globales contra la enfermedad son tan eficientes como el sistema de respuesta nacional a emergencias sanitarias más débil de cualquier país.
Entornos frágiles y vulnerables
Las malas condiciones de vida que afectan a numerosas comunidades en todas las regiones del mundo. El 22% de la población, o 1600 millones de personas, vive hoy en lugares perjudicados por crisis de larga data que pueden incluir sequías, hambrunas, conflictos y desplazamientos de población, así como servicios de salud precarios o una carencia total de esos cuidados.
Resistencia a los antimicrobianos
La resistencia que la gente ha desarrollado a los anti patógenos supone el riesgo de no poder tratar fácilmente infecciones como la pulmonía, la tuberculosis, la gonorrea o la salmonelosis. A su vez, la incapacidad para aliviar las infecciones podría complicar las cirugías y tratamientos como la quimioterapia.
La resistencia a los medicamentos para la tuberculosis, por ejemplo, dificulta una batalla contra una enfermedad que afecta a 10 millones de personas y causa 1,6 millones de muertes al año.
Ébola y otros patógenos peligrosos
Los dos brotes de ébola registrados en la República Democrática del Congo en 2018 afectaron a más de un millón de personas. Una de las provincias golpeadas es, además, zona de conflicto, lo que demuestra que las epidemias de virus altamente patógenos encuentran un entorno propicio en escenarios de acceso difícil o nulo.
Servicios precarios de salud primaria
Los cuidados médicos primarios son normalmente el primer punto de contacto de la población con sus sistemas de salud y deberían ofrecer atención amplia y asequible para las comunidades. Sin embargo, muchos países no tienen instalaciones, carecen de estos servicios o no tienen instalaciones adecuadas debido a la falta de recursos.
Rechazo a la vacunación
Pese a las evidencias de la efectividad de las vacunas para prevenir enfermedades y evitar de 2 a 3 millones de muertes anuales, mucha gente rehúsa a vacunarse por temor o dudas generadas por falta de información.
Dengue
El dengue, transmitido por un mosquito, puede ser letal y cobrarse la vida del 20% de quienes lo sufren en su manifestación más grave. La enfermedad es una amenaza creciente para el mundo desde hace décadas.
VIH
Los avances contra el VIH son enormes en cuanto al examen de detección, el acceso de 22 millones de seropositivos a antirretrovirales y las medidas preventivas. Pero la epidemia continúa y el VIH/SIDA provoca la muerte de un millón de personas cada año.
Explicación:
....