No cabe duda de que a la hora de crear un producto o servicio el objetivo es llegar al cliente y enamorarlo. Sin embargo, es imposible crear algo realmente bueno si no empatizamos antes con los consumidores. Es necesario ponernos en sus zapatos. Y esto es precisamente lo que conseguimos al poner en marcha la metodología Design Thinking.
En los últimos años, las dinámicas de Design Thinking se han convertido en algo esencial en los departamentos de diseño. Ahora los usuarios son el centro de cualquier estrategia. Por este motivo, el Design Thinking se ha convertido en una metodología que cada vez aplican más empresas. Y en el caso de los departamentos creativos, especializarse en el Diseño UX/UI es casi una necesidad para poder competir en el mercado laboral.
¿Qué es Design Thinking?
En ocasiones veremos que Design Thinking se define como una metodología. Sin embargo, es mucho más que eso. Design Thinking es una forma de pensar aplicada a una metodología de trabajo.
trabajando con design thinking
El objetivo del Design Thinking es encontrar soluciones a los problemas de los clientes. Para ello, se centra en conocerlos en profundidad. Sin embargo, no siempre lo que el cliente busca es lo que realmente necesita para solucionar su problema. Por este motivo, la metodología Design Thinking pretende identificar las necesidades reales de cada cliente para ofrecerle la mejor solución.
El centro de cualquier dinámica Design Thinking es el cliente. Pero no podemos olvidar que un mismo producto o servicio cuenta con diferentes tipos de clientes. Es ahí dónde la creatividad y la innovación juegan un papel esencial.
¿Dónde surgió el Design Thinking?
Existe una división de opiniones a la hora de atribuir el origen de la metodología Design Thinking a una persona. Por un lado se encuentran aquellos que la atribuyen a David Kelley, el creador del primer ratón para Apple y cofundador de IDEO. Sin embargo, la gran mayoría identifica como precursor del Design Thinking a Tim Brown, CEO de IDEO y profesor de Ingeniería en la Universidad de Stanford (California)
De lo que no cabe duda es que la metodología Design Thinking comenzó a coger notoriedad en 2008. Su impulso en todo el mundo fue la publicación de un artículo firmado por Tim Brown en el Harvard Business Review. Así es como Tim Brown definió Design Thinking en su artículo
Explicación:
Empatizar
El primer paso en una dinámica de Design Thinking es ponerse en los zapatos de los clientes. No solo a través del análisis de datos como la edad, el sexo o la ubicación. También busca profundizar en la forma de pensar y actuar de los clientes. Para ello se recurren a entrevistas personales, encuestas, focus group, shadowing…
Es muy importante poner énfasis en esta primera fase, ya que si no conocemos bien a nuestro cliente será imposible identificar sus necesidades.
Definir
El objetivo de esta fase es identificar un foco de acción a partir de las conclusiones extraídas de la fase anterior. Es decir, sabemos que el usuario tiene una necesidad a la hora de solucionar un problema y el reto es lograr encontrar la mejor solución.
Es esencial definir correctamente el foco de acción. Si no identificamos este foco de forma adecuada es imposible llegar a encontrar la solución ideal. Para evitar errores a la hora de definir el foco de acción es importante asegurarnos de que la información recopilada en la primera fase es suficiente como para poder identificar el problema (o problemas) de los clientes.
dinámica design thinking
Uno de los ejercicios más útiles en esta fase es crear un buyer persona basándonos en las conclusiones extraídas. Esto nos permitirá elaborar un costumer journey para conocer el comportamiento de nuestros clientes. El objetivo es identificar en qué momento aparecen sus problemas y así poder ofrecer una solución a los mismos.
Idear
Una vez definido el perfil de nuestros clientes e identificados sus problemas y necesidades, ha llegado el momento de comenzar a idear las soluciones. Este será el objetivo a seguir en esta fase de la dinámica de Design Thinking.
“¿Cómo podemos solucionar el problema que está teniendo nuestro cliente?”.
Para encontrar la solución que mejor se adapte a las necesidades de nuestros clientes podemos utilizar varias técnicas. Una de las más populares por su eficacia es el brainstorming. Como su propio nombre indica, se trata de una tormenta de ideas y lo ideal es generar el mayor número posible. En este proceso no hay ideas locas, todas son válidas.
Respuesta:
No cabe duda de que a la hora de crear un producto o servicio el objetivo es llegar al cliente y enamorarlo. Sin embargo, es imposible crear algo realmente bueno si no empatizamos antes con los consumidores. Es necesario ponernos en sus zapatos. Y esto es precisamente lo que conseguimos al poner en marcha la metodología Design Thinking.
En los últimos años, las dinámicas de Design Thinking se han convertido en algo esencial en los departamentos de diseño. Ahora los usuarios son el centro de cualquier estrategia. Por este motivo, el Design Thinking se ha convertido en una metodología que cada vez aplican más empresas. Y en el caso de los departamentos creativos, especializarse en el Diseño UX/UI es casi una necesidad para poder competir en el mercado laboral.
¿Qué es Design Thinking?
En ocasiones veremos que Design Thinking se define como una metodología. Sin embargo, es mucho más que eso. Design Thinking es una forma de pensar aplicada a una metodología de trabajo.
trabajando con design thinking
El objetivo del Design Thinking es encontrar soluciones a los problemas de los clientes. Para ello, se centra en conocerlos en profundidad. Sin embargo, no siempre lo que el cliente busca es lo que realmente necesita para solucionar su problema. Por este motivo, la metodología Design Thinking pretende identificar las necesidades reales de cada cliente para ofrecerle la mejor solución.
El centro de cualquier dinámica Design Thinking es el cliente. Pero no podemos olvidar que un mismo producto o servicio cuenta con diferentes tipos de clientes. Es ahí dónde la creatividad y la innovación juegan un papel esencial.
¿Dónde surgió el Design Thinking?
Existe una división de opiniones a la hora de atribuir el origen de la metodología Design Thinking a una persona. Por un lado se encuentran aquellos que la atribuyen a David Kelley, el creador del primer ratón para Apple y cofundador de IDEO. Sin embargo, la gran mayoría identifica como precursor del Design Thinking a Tim Brown, CEO de IDEO y profesor de Ingeniería en la Universidad de Stanford (California)
De lo que no cabe duda es que la metodología Design Thinking comenzó a coger notoriedad en 2008. Su impulso en todo el mundo fue la publicación de un artículo firmado por Tim Brown en el Harvard Business Review. Así es como Tim Brown definió Design Thinking en su artículo
Explicación:
Empatizar
El primer paso en una dinámica de Design Thinking es ponerse en los zapatos de los clientes. No solo a través del análisis de datos como la edad, el sexo o la ubicación. También busca profundizar en la forma de pensar y actuar de los clientes. Para ello se recurren a entrevistas personales, encuestas, focus group, shadowing…
Es muy importante poner énfasis en esta primera fase, ya que si no conocemos bien a nuestro cliente será imposible identificar sus necesidades.
Definir
El objetivo de esta fase es identificar un foco de acción a partir de las conclusiones extraídas de la fase anterior. Es decir, sabemos que el usuario tiene una necesidad a la hora de solucionar un problema y el reto es lograr encontrar la mejor solución.
Es esencial definir correctamente el foco de acción. Si no identificamos este foco de forma adecuada es imposible llegar a encontrar la solución ideal. Para evitar errores a la hora de definir el foco de acción es importante asegurarnos de que la información recopilada en la primera fase es suficiente como para poder identificar el problema (o problemas) de los clientes.
dinámica design thinking
Uno de los ejercicios más útiles en esta fase es crear un buyer persona basándonos en las conclusiones extraídas. Esto nos permitirá elaborar un costumer journey para conocer el comportamiento de nuestros clientes. El objetivo es identificar en qué momento aparecen sus problemas y así poder ofrecer una solución a los mismos.
Idear
Una vez definido el perfil de nuestros clientes e identificados sus problemas y necesidades, ha llegado el momento de comenzar a idear las soluciones. Este será el objetivo a seguir en esta fase de la dinámica de Design Thinking.
“¿Cómo podemos solucionar el problema que está teniendo nuestro cliente?”.
Para encontrar la solución que mejor se adapte a las necesidades de nuestros clientes podemos utilizar varias técnicas. Una de las más populares por su eficacia es el brainstorming. Como su propio nombre indica, se trata de una tormenta de ideas y lo ideal es generar el mayor número posible. En este proceso no hay ideas locas, todas son válidas.