La propuesta se enfoca en la estrategia de resolución de problemas abiertas de la ciencia escolar. se inicia con una situación afortunada que involucra reacciones ácido-base y ofrece un punto de vista del laboratorio que difiere del procedimiento receta y que promueve la motivación, así como las habilidades lingüísticas y cognitivas de los alumnos. se presenta una guía experimental posible que permite que la tarea se empiece en una herramienta heurística conocida como V de Gowin que lleva a establecer relaciones entre los conceptos.
Abstract
The present proposal focuses on the strategy of open problem solving in school science, that starts from a fortuitous situation that involves acid-base reactions and that offers a point of view to practical laboratory work that differs from "recipe procedures", and that provides motivation and improves the cognitive linguistic abilities of pupils.
It is presented a possible laboratory guide that enables the task to be organized starting from the heuristic tool known as the 'Gowin's V' in order to establish relations between concepts.
Keywords: acid-base reactions, open problem solving, school science, Gowin's V, metacognition, motivation.
1. La Ciencia escolar y la solución de problemas abiertos en la Educación Secundaria
Desarrollos recientes en ciencias de la educación hacen referencia al conocimiento escolar que, según expresa García (1998): "[posee] sus propias características epistemológicas que supone una mejora del conocimiento cotidiano y que integra los aportes de muy distintas formas del conocimiento".
Podemos entender dentro de este marco teórico a la ciencia escolar como la complejización y evolución paulatina y conjunta del conocimiento cotidiano y científico por medio de la interacción de ambas formas del conocimiento propiciado desde las aulas y no como dos posturas antagónicas, sino desde un planteamiento evolutivo que concede mayor importancia al proceso en sí mediante la resolución de problemas cotidianos en la medida que éstos afectan nuestras vidas y que requieren para su tratamiento de otras formas de conocimiento. Este tipo de conocimiento sólo puede darse en el ámbito educativo donde se puede comprender nuestro entorno desde una perspectiva sistémica metadisciplinar que caracteriza al conocimiento escolar (García, 1998).
Una de las herramientas didácticas afín con el encuadre CTS en la enseñanza e íntimamente relacionado con la ciencia escolar, es la que se refiere a la resolución de problemas abiertos.
Nos detendremos en primera instancia, para analizar brevemente, la diferencia existente entre problemas cotidianos, escolares y científicos. Una de las primeras diferencias que surgen tiene que ver con el tratamiento que se le da en cada uno de los ámbitos.
Un problema cotidiano tiene que ver con tratar de solucionar una situación, de alcanzar un resultado, de tener éxito en lo que se desea lograr; por ejemplo, quitar una mancha o dar en el blanco sin importar cómo se logró. El problema cotidiano no apunta a la comprensión.
Un problema científico apunta a comprender por qué se produjo ese resultado favorable y darle un significado teórico que pueda generalizarse como un principio de manera tal que se aplique a nuevas situaciones.
Un problema escolar, en cambio, no logra ser una investigación científica seguida en el aula como se pretende, ya que el alumno se orienta más al éxito que a la comprensión, debido a que su saber es más cercano al cotidiano y según resalta Pozo (1998): "[...] los alumnos siguen más próximos al razonamiento cotidiano, simplificando la tarea y reduciéndola a aquellos factores relevantes para ellos, sin controlar o tener en cuenta otras variables, formulando la explicación que primero se les ocurre sin apenas reflexionar sobre ella, haciendo apreciaciones cualitativas y poco rigurosas que no les permite contrastar sus explicaciones e incluso no modificando éstas a pesar de encontrarse con datos en contra".
Un problema escolar bien entendido tiene que ver con "ayudar progresivamente a cruzar el puente" desde el conocimiento cotidiano al científico en la escuela secundaria. Un problema escolar no tiene que ver con emular a la investigación que realizan los científicos sino en adquirir ciertos hábitos y una cierta metodología que se aproxime a las de la ciencia de una forma muy gradual y valorando el proceso de cada alumno en sí más que el resultado final (Pozo, 1998).
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sheccidnanamarin
mucho texto .-. aprecio el tiempo que te tomaste en copiar y pegar xd
Respuesta:
ta mal sierto ?
Explicación:
Resumen
La propuesta se enfoca en la estrategia de resolución de problemas abiertas de la ciencia escolar. se inicia con una situación afortunada que involucra reacciones ácido-base y ofrece un punto de vista del laboratorio que difiere del procedimiento receta y que promueve la motivación, así como las habilidades lingüísticas y cognitivas de los alumnos. se presenta una guía experimental posible que permite que la tarea se empiece en una herramienta heurística conocida como V de Gowin que lleva a establecer relaciones entre los conceptos.
Abstract
The present proposal focuses on the strategy of open problem solving in school science, that starts from a fortuitous situation that involves acid-base reactions and that offers a point of view to practical laboratory work that differs from "recipe procedures", and that provides motivation and improves the cognitive linguistic abilities of pupils.
It is presented a possible laboratory guide that enables the task to be organized starting from the heuristic tool known as the 'Gowin's V' in order to establish relations between concepts.
Keywords: acid-base reactions, open problem solving, school science, Gowin's V, metacognition, motivation.
1. La Ciencia escolar y la solución de problemas abiertos en la Educación Secundaria
Desarrollos recientes en ciencias de la educación hacen referencia al conocimiento escolar que, según expresa García (1998): "[posee] sus propias características epistemológicas que supone una mejora del conocimiento cotidiano y que integra los aportes de muy distintas formas del conocimiento".
Podemos entender dentro de este marco teórico a la ciencia escolar como la complejización y evolución paulatina y conjunta del conocimiento cotidiano y científico por medio de la interacción de ambas formas del conocimiento propiciado desde las aulas y no como dos posturas antagónicas, sino desde un planteamiento evolutivo que concede mayor importancia al proceso en sí mediante la resolución de problemas cotidianos en la medida que éstos afectan nuestras vidas y que requieren para su tratamiento de otras formas de conocimiento. Este tipo de conocimiento sólo puede darse en el ámbito educativo donde se puede comprender nuestro entorno desde una perspectiva sistémica metadisciplinar que caracteriza al conocimiento escolar (García, 1998).
Una de las herramientas didácticas afín con el encuadre CTS en la enseñanza e íntimamente relacionado con la ciencia escolar, es la que se refiere a la resolución de problemas abiertos.
Nos detendremos en primera instancia, para analizar brevemente, la diferencia existente entre problemas cotidianos, escolares y científicos. Una de las primeras diferencias que surgen tiene que ver con el tratamiento que se le da en cada uno de los ámbitos.
Un problema cotidiano tiene que ver con tratar de solucionar una situación, de alcanzar un resultado, de tener éxito en lo que se desea lograr; por ejemplo, quitar una mancha o dar en el blanco sin importar cómo se logró. El problema cotidiano no apunta a la comprensión.
Un problema científico apunta a comprender por qué se produjo ese resultado favorable y darle un significado teórico que pueda generalizarse como un principio de manera tal que se aplique a nuevas situaciones.
Un problema escolar, en cambio, no logra ser una investigación científica seguida en el aula como se pretende, ya que el alumno se orienta más al éxito que a la comprensión, debido a que su saber es más cercano al cotidiano y según resalta Pozo (1998): "[...] los alumnos siguen más próximos al razonamiento cotidiano, simplificando la tarea y reduciéndola a aquellos factores relevantes para ellos, sin controlar o tener en cuenta otras variables, formulando la explicación que primero se les ocurre sin apenas reflexionar sobre ella, haciendo apreciaciones cualitativas y poco rigurosas que no les permite contrastar sus explicaciones e incluso no modificando éstas a pesar de encontrarse con datos en contra".
Un problema escolar bien entendido tiene que ver con "ayudar progresivamente a cruzar el puente" desde el conocimiento cotidiano al científico en la escuela secundaria. Un problema escolar no tiene que ver con emular a la investigación que realizan los científicos sino en adquirir ciertos hábitos y una cierta metodología que se aproxime a las de la ciencia de una forma muy gradual y valorando el proceso de cada alumno en sí más que el resultado final (Pozo, 1998).