Respuesta:
Escena undécima
(Amal y El Rey)
El guarda. - Din, don, din... Din, don, din…
Amal – (Se despierta).
El rey – ¡Ya llegué! ... ¿Dónde está el niño que tanto esperaba por mi llegada?
Amal. – ¡Rey, ¡Rey! ¡Aquí estoy!
El Rey – ¿Por qué hay tantas personas aquí, acaso es una fiesta de
bienvenida?
Amal – Ellos son mis amigos. (Se sienta en la cama donde se encontraba)
El rey. – Muy bien, si son tus amigos que se queden esta noche… (Cruza el
umbral de la puerta y camina hacia la cama de Amal)
¡Espera!... ¿por qué huele tanto a quesitos?
Amal – ah, es por mi amigo el lechero. El hace y vende quesitos muy ricos y
aquí tengo un poco que él me regalo.
El rey. – Muy bien. Y… ¿qué me preparaste esta noche para comer?
Amal – Te prepare arroz dorado, ¿quiere comer ya?
El rey. – ¡ah que bien, claro que sí!
¡Vamos a la mesa!
(Amal y sus amigos se reúnen en la mesa con el rey)
Amal – rey, te quiero presentar a Madav.
El rey – ¿Quién es él?
Amal – Él es mi tío.
Madav. – ¡Que agradable que nos pueda acompañar hoy mi querido rey!
Amal – y Rey… ¿Qué haces en tú en tu gran castillo, aparte de firmar cartas?
El Rey – También recorro por todos los pueblos en mis tiempos libres.
Amal - ¿y por qué no viniste a visitarme en estos días?
El Rey – Amal, no he tenido tiempo para visitarte, pero finalmente, aquí estoy.
Amal – y Rey, ¿tú vas a aquella montaña de allá también?
El Rey – Sí, así es.
Madav – ¿Amal no le ibas a decir al rey sobre tu deseo?
Amal – ¡Ah sí! ¿Rey te puedo preguntar algo?
El rey – Sí claro, tengo todo el tiempo del mundo
Amal – ¿Cuándo sea grande puedo se tu cartero y así convertirme en el
cartero del rey?
El rey – ¡claro que sí hijo mío!... ¿Por qué esperar? ¡Puedes serlo ahora! Ven,
ven conmigo.
Amal – ¡Enserio! Pero… Rey, el medico no me deja salir de la casa.
El rey – ¡Solo ven!
(Ambos salen de la casa y Amal toma la mano del Rey)
Amal – ¿Hacia dónde vamos, mi querido rey?
El rey – Espera un momento y verás hijo mío.
(Caminan hasta llegar a unas montañas)
Amal – Pero que belleza, las montañas son muy hermosas.
El rey – Si quieres comenzar a trabajar como mi cartero, deberás ir a mi
castillo primero para que recolectes toda la correspondencia.
Amal – Disculpe mi querido rey, ¿Me llevará con usted al castillo?
El rey – Por supuesto, todo tu trabajo se encuentra ahí
Amal – ¿Y dónde se encuentra su castillo, mi querido rey?
El rey – Se encuentra arriba
Amal – ¿En las montañas? (Pregunta intrigado)
El rey – Casi, pero no. Mi castillo se encuentra arriba junto con las estrellas.
Amal – ¡Wow! (se sorprende) ¿Y cómo llegaremos ahí y… ¿Qué haré ahí, a
quién le entregaré correspondencia suya, mi rey?
El rey – Llegaremos por el puente de flores, cuando estemos allí, cuando
estemos en mi castillo, realizaras un trabajo muy importante, le entregarás
correspondencia a las estrellas.
Amal – ¿Y dónde está el puente de flores y… en serio las estrellas reciben
correspondencia?
El rey – El puente de flores se abrirá en un momento y ¡CLARO QUE LAS
ESTRELLAS RECIBEN CORRESPONDENCIA HIJO MÍO! Muy pronto le entregarás
tú la correspondencia a ellas personalmente.
(El rey deja un collar que tiene una flor de oro y la deja en el suelo y de inmediato se alzó un puente con flores muy bellas de muchos colores y
olores)
(Amal queda boquiabierto ante la imponente y linda imagen que
presenciaba)
Amal – ¡QUE LINDO! Parecen las flores de mi amiga Sada, lindas y relucientes.
El rey – (El rey ríe) Vamos hijo mío, sube.
(Amal da unos pasos y sube al puente de flores, pero antes, vuelve a ver
hacia atrás para visualizar su casa donde todos sus amigos estaban fuera
mirándolo)
Amal – ¡HASTA LUEGO MIS QUERIDOS AMIGOS, LOS QUIERO MUCHÍSIMO!
(Algunas lágrimas brotan de los ojos de Amal mientras agita su mano
despidiéndose de sus amigos, los cuales estaban muy felices por ver a Amal
cumplir su sueño)
El rey – Vamos hijo mío, las estrellas te esperan.
Amal – Yo estoy ansioso de conocerlas.
Estrellas, allá voy
Fin
Es un final alternativo 100% realizado por mí
Espero que te sirva
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Respuesta:
Escena undécima
(Amal y El Rey)
El guarda. - Din, don, din... Din, don, din…
Amal – (Se despierta).
El rey – ¡Ya llegué! ... ¿Dónde está el niño que tanto esperaba por mi llegada?
Amal. – ¡Rey, ¡Rey! ¡Aquí estoy!
El Rey – ¿Por qué hay tantas personas aquí, acaso es una fiesta de
bienvenida?
Amal – Ellos son mis amigos. (Se sienta en la cama donde se encontraba)
El rey. – Muy bien, si son tus amigos que se queden esta noche… (Cruza el
umbral de la puerta y camina hacia la cama de Amal)
¡Espera!... ¿por qué huele tanto a quesitos?
Amal – ah, es por mi amigo el lechero. El hace y vende quesitos muy ricos y
aquí tengo un poco que él me regalo.
El rey. – Muy bien. Y… ¿qué me preparaste esta noche para comer?
Amal – Te prepare arroz dorado, ¿quiere comer ya?
El rey. – ¡ah que bien, claro que sí!
¡Vamos a la mesa!
(Amal y sus amigos se reúnen en la mesa con el rey)
Amal – rey, te quiero presentar a Madav.
El rey – ¿Quién es él?
Amal – Él es mi tío.
Madav. – ¡Que agradable que nos pueda acompañar hoy mi querido rey!
Amal – y Rey… ¿Qué haces en tú en tu gran castillo, aparte de firmar cartas?
El Rey – También recorro por todos los pueblos en mis tiempos libres.
Amal - ¿y por qué no viniste a visitarme en estos días?
El Rey – Amal, no he tenido tiempo para visitarte, pero finalmente, aquí estoy.
Amal – y Rey, ¿tú vas a aquella montaña de allá también?
El Rey – Sí, así es.
Madav – ¿Amal no le ibas a decir al rey sobre tu deseo?
Amal – ¡Ah sí! ¿Rey te puedo preguntar algo?
El rey – Sí claro, tengo todo el tiempo del mundo
Amal – ¿Cuándo sea grande puedo se tu cartero y así convertirme en el
cartero del rey?
El rey – ¡claro que sí hijo mío!... ¿Por qué esperar? ¡Puedes serlo ahora! Ven,
ven conmigo.
Amal – ¡Enserio! Pero… Rey, el medico no me deja salir de la casa.
El rey – ¡Solo ven!
(Ambos salen de la casa y Amal toma la mano del Rey)
Amal – ¿Hacia dónde vamos, mi querido rey?
El rey – Espera un momento y verás hijo mío.
(Caminan hasta llegar a unas montañas)
Amal – Pero que belleza, las montañas son muy hermosas.
El rey – Si quieres comenzar a trabajar como mi cartero, deberás ir a mi
castillo primero para que recolectes toda la correspondencia.
Amal – Disculpe mi querido rey, ¿Me llevará con usted al castillo?
El rey – Por supuesto, todo tu trabajo se encuentra ahí
Amal – ¿Y dónde se encuentra su castillo, mi querido rey?
El rey – Se encuentra arriba
Amal – ¿En las montañas? (Pregunta intrigado)
El rey – Casi, pero no. Mi castillo se encuentra arriba junto con las estrellas.
Amal – ¡Wow! (se sorprende) ¿Y cómo llegaremos ahí y… ¿Qué haré ahí, a
quién le entregaré correspondencia suya, mi rey?
El rey – Llegaremos por el puente de flores, cuando estemos allí, cuando
estemos en mi castillo, realizaras un trabajo muy importante, le entregarás
correspondencia a las estrellas.
Amal – ¿Y dónde está el puente de flores y… en serio las estrellas reciben
correspondencia?
El rey – El puente de flores se abrirá en un momento y ¡CLARO QUE LAS
ESTRELLAS RECIBEN CORRESPONDENCIA HIJO MÍO! Muy pronto le entregarás
tú la correspondencia a ellas personalmente.
(El rey deja un collar que tiene una flor de oro y la deja en el suelo y de inmediato se alzó un puente con flores muy bellas de muchos colores y
olores)
(Amal queda boquiabierto ante la imponente y linda imagen que
presenciaba)
Amal – ¡QUE LINDO! Parecen las flores de mi amiga Sada, lindas y relucientes.
El rey – (El rey ríe) Vamos hijo mío, sube.
(Amal da unos pasos y sube al puente de flores, pero antes, vuelve a ver
hacia atrás para visualizar su casa donde todos sus amigos estaban fuera
mirándolo)
Amal – ¡HASTA LUEGO MIS QUERIDOS AMIGOS, LOS QUIERO MUCHÍSIMO!
(Algunas lágrimas brotan de los ojos de Amal mientras agita su mano
despidiéndose de sus amigos, los cuales estaban muy felices por ver a Amal
cumplir su sueño)
El rey – Vamos hijo mío, las estrellas te esperan.
Amal – Yo estoy ansioso de conocerlas.
Estrellas, allá voy
Fin
Es un final alternativo 100% realizado por mí
Espero que te sirva