Se trata de crear cuadro columnas de cartas (una por cada palo) de manera ascendente (comenzando con el As y terminando con el Rey)
Comienza acomodar el juego. Coloca una carta cara arriba y 6 cartas cara abajo al lado de la primera. Luego coloca una carta cara arriba encima (pero un poco más abajo) de la primera carta que está boca abajo, y haz lo mismo con las otras cinco cartas que están boca abajo. Sigue haciendo esto de tal forma que cada columna tenga una carta cara arriba encima de las demás y de tal manera que la columna de la izquierda tenga una carta, la siguiente dos, luego tres, cuatro, cinco, seis y finalmente siete.
Coloca las cartas sobrantes en un mazo aparte y colócalo ya sea arriba o debajo de las columnas. De este montón es de donde obtendrás cartas cuando se te acaben las opciones.
Deja un espacio encima para otras cuatro columnas de cartas.
Observa las cartas que están cara arriba. Si hay un as o más, colócalos encima de las 7 columnas. Si no hay ases. Reacomoda las cartas que tengas, moviendo solo las que estén cara arriba. Cuando colocas una carta encima de otra (un poco más abajo para que puedas ver el valor de la carta de abajo), deberá ser de un color diferente al de la que ya estaba ahí y tener un valor de uno menos. De esta manera, si tienes un seis de corazones, puedes colocar un cinco de espadas o de tréboles encima.[2]
Sigue colocando cartas encima de otras hasta que ya no puedas mover nada.
Cada columna deberá tener alternarse en color e ir en orden descendiente.
2
La carta de hasta arriba debe estar visible. La carta de hasta arriba en cada una de las 7 columnas deberá estar cara arriba. Si mueves una carta, recuerda voltear la que se queda arriba.
3
Arma tus columnas comenzando por los ases. Si tienes un as arriba de tus cartas (eventualmente deberás tener los cuatro ases ahí), puedes colocar más cartas del mismo palo sobre ellos en orden ascendente (A, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, J, Q, K).
4
Utiliza el mazo de reserva si ya no tienes alternativas. Voltea las tres cartas superiores, y ve si puedes colocar la de hasta arriba en algún lugar. ¡Es posible que te topes con un as! Si logras acomodar la carta superior, procede a ver si puedes colocar la que sigue. Si encuentras un lugar para la segunda carta, has lo mismo con la tercera si es posible. Y si logras encontrar un lugar para la última carta, voltea otras tres cartas del montón de reserva. Si no puedes hacer nada con ninguna de estas cartas, colócalas en un mazo separado de descarte (cuidando conservar el mismo orden que tenían). Repite hasta que te acabes tu mazo de reserva.
Una vez que te hayas terminado las cartas de reserva, utiliza el montón de descarte. ¡Sin embargo, asegúrate de que “no” las barajees!
5
Si quieres sacar una carta que está oculta, puedes mover las cartas hasta que encuentres la manera de llegar hasta la carta que deseas, tomarla y, eventualmente, colocarla en el espacio deseado.
6
Si te acabas todas las cartas de una de las 7 columnas, puedes colocar un rey (pero solo un rey) en el espacio vacío.
Respuesta:
Solitario
Explicación:
Se trata de crear cuadro columnas de cartas (una por cada palo) de manera ascendente (comenzando con el As y terminando con el Rey)
Comienza acomodar el juego. Coloca una carta cara arriba y 6 cartas cara abajo al lado de la primera. Luego coloca una carta cara arriba encima (pero un poco más abajo) de la primera carta que está boca abajo, y haz lo mismo con las otras cinco cartas que están boca abajo. Sigue haciendo esto de tal forma que cada columna tenga una carta cara arriba encima de las demás y de tal manera que la columna de la izquierda tenga una carta, la siguiente dos, luego tres, cuatro, cinco, seis y finalmente siete.
Coloca las cartas sobrantes en un mazo aparte y colócalo ya sea arriba o debajo de las columnas. De este montón es de donde obtendrás cartas cuando se te acaben las opciones.
Deja un espacio encima para otras cuatro columnas de cartas.
Observa las cartas que están cara arriba. Si hay un as o más, colócalos encima de las 7 columnas. Si no hay ases. Reacomoda las cartas que tengas, moviendo solo las que estén cara arriba. Cuando colocas una carta encima de otra (un poco más abajo para que puedas ver el valor de la carta de abajo), deberá ser de un color diferente al de la que ya estaba ahí y tener un valor de uno menos. De esta manera, si tienes un seis de corazones, puedes colocar un cinco de espadas o de tréboles encima.[2]
Sigue colocando cartas encima de otras hasta que ya no puedas mover nada.
Cada columna deberá tener alternarse en color e ir en orden descendiente.
2
La carta de hasta arriba debe estar visible. La carta de hasta arriba en cada una de las 7 columnas deberá estar cara arriba. Si mueves una carta, recuerda voltear la que se queda arriba.
3
Arma tus columnas comenzando por los ases. Si tienes un as arriba de tus cartas (eventualmente deberás tener los cuatro ases ahí), puedes colocar más cartas del mismo palo sobre ellos en orden ascendente (A, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, J, Q, K).
4
Utiliza el mazo de reserva si ya no tienes alternativas. Voltea las tres cartas superiores, y ve si puedes colocar la de hasta arriba en algún lugar. ¡Es posible que te topes con un as! Si logras acomodar la carta superior, procede a ver si puedes colocar la que sigue. Si encuentras un lugar para la segunda carta, has lo mismo con la tercera si es posible. Y si logras encontrar un lugar para la última carta, voltea otras tres cartas del montón de reserva. Si no puedes hacer nada con ninguna de estas cartas, colócalas en un mazo separado de descarte (cuidando conservar el mismo orden que tenían). Repite hasta que te acabes tu mazo de reserva.
Una vez que te hayas terminado las cartas de reserva, utiliza el montón de descarte. ¡Sin embargo, asegúrate de que “no” las barajees!
5
Si quieres sacar una carta que está oculta, puedes mover las cartas hasta que encuentres la manera de llegar hasta la carta que deseas, tomarla y, eventualmente, colocarla en el espacio deseado.
6
Si te acabas todas las cartas de una de las 7 columnas, puedes colocar un rey (pero solo un rey) en el espacio vacío.