Las investigaciones arqueológicas señalan que en las faldas del cerro Ilaló se encontró el primer asentamiento humano de los Andes centro-norte del Ecuador. En la década de los 70 las excavaciones ofrecieron 80 000 artefactos líticos, la mayoría de ellos de obsidiana, lo que revela que esta materia prima fue altamente demandada en los primeros milenios de adaptación del hombre a los valles y páramos andinos. El material en gran parte son herramientas para cortar, raspar, perforar y puntas de flecha. El utillaje lítico que el hombre temprano del Ilaló nos sugiere que vivía de la cacería y la recolección. En la Cordillera Oriental, en los páramos del Antisana, en los sectores de Mullumica y Quiscatola, se han identificado evidencias de ocupación humana en época temprana. Se deduce que los cazadores del valle subían a los yacimientos de obsidiana, lo que les obligaba a ocupar cuevas y abrigos rocosos del páramo. El Inga pertenece al período paleolítico o paleoindio que corresponde al estadio cultural de caza, pesca y recolección. Los estudios de Robert Bell determinaron una antigüedad de 7080 a. C.; posteriores investigaciones según las dataciones obtenidas por hidratación de obsidiana nos dan 10 300 a. C.
Explicación:
Las investigaciones arqueológicas señalan que en las faldas del cerro Ilaló se encontró el primer asentamiento humano de los Andes centro-norte del Ecuador. En la década de los 70 las excavaciones ofrecieron 80 000 artefactos líticos, la mayoría de ellos de obsidiana, lo que revela que esta materia prima fue altamente demandada en los primeros milenios de adaptación del hombre a los valles y páramos andinos. El material en gran parte son herramientas para cortar, raspar, perforar y puntas de flecha. El utillaje lítico que el hombre temprano del Ilaló nos sugiere que vivía de la cacería y la recolección. En la Cordillera Oriental, en los páramos del Antisana, en los sectores de Mullumica y Quiscatola, se han identificado evidencias de ocupación humana en época temprana. Se deduce que los cazadores del valle subían a los yacimientos de obsidiana, lo que les obligaba a ocupar cuevas y abrigos rocosos del páramo. El Inga pertenece al período paleolítico o paleoindio que corresponde al estadio cultural de caza, pesca y recolección. Los estudios de Robert Bell determinaron una antigüedad de 7080 a. C.; posteriores investigaciones según las dataciones obtenidas por hidratación de obsidiana nos dan 10 300 a. C.
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