(1) activa el pepsinógeno, convirtiéndolo en la enzima pepsina, a la vez que produce el grado de acidez óptimo para su actuación; (2) ayuda a la fragmentación del tejido conjuntivo y fibras musculares; (3) desnaturaliza las proteínas del alimento, eliminando así su estructura terciaria y haciendo los enlaces peptídicos más accesibles a la acción digestiva; y (4) elimina la mayor parte de (aunque no todos) los microorganismos que han sobrevivido a la acción de la lisozima salivar.
Respuesta:
(1) activa el pepsinógeno, convirtiéndolo en la enzima pepsina, a la vez que produce el grado de acidez óptimo para su actuación; (2) ayuda a la fragmentación del tejido conjuntivo y fibras musculares; (3) desnaturaliza las proteínas del alimento, eliminando así su estructura terciaria y haciendo los enlaces peptídicos más accesibles a la acción digestiva; y (4) elimina la mayor parte de (aunque no todos) los microorganismos que han sobrevivido a la acción de la lisozima salivar.
Explicación: