Se conoce con el nombre de Reforma al movimiento religioso que tuvo lugar en Europa en el siglo XVI, en la parte occidental de la cristiandad. Aunque sus efectos fueron más allá de lo puramente teológico, sin embargo sus raíces fueron estrictamente doctrinales.
Martín Lutero Durante siglos la Iglesia católica se había aunado profundamente con los poderes políticos y económicos, resultando en el incremento de riqueza y poder por su parte, lo cual influyó en la corrupción del clero y en el establecimiento de doctrinas y prácticas distantes del evangelio.
Antes de que la Reforma naciera hubo personajes que denunciaron el sistema de abusos y supersticiones populares extendidas por doquier. Por ejemplo, Pedro Valdo, Jan Hus y John Wycliffe, entre otros, fueron figuras que se enfrentaron al estado generalizado de cosas antes de la Reforma. A estos personajes se les ha denominado los precursores de la Reforma. La fecha tradicional que marca un antes y un después en la historia de la Iglesia sería el 31 de octubre de 1517, cuando el fraile agustino Martín Lutero clavó sus Noventa y Cinco Tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg. En ese documento se atacaba el sistema de indulgencias y se afirmaba que el papa no tiene autoridad sobre el purgatorio, no teniendo la doctrina de los méritos de los santos justificación en el evangelio. En esas doctrinas Lutero veía una corrupción de las doctrinas de la redención y de la gracia. De ahí que los pilares de la Reforma sean tres: sola gracia (no méritos), sola fe (no obras) y sola Escritura (no tradición). Aunque la intención de Lutero no era romper con la Iglesia católica, los acontecimientos se precipitaron, siendo llamado a comparecer en 1521 ante el emperador para dar cuenta de sus libros e ideas. Ante su negativa a someterse a la autoridad de la Iglesia católica y de la tradición si no se le demostraba su error por medio de la Biblia, Lutero fue excomulgado. A partir de ahí comenzó un movimiento que se expandió por buena parte de Europa central, septentrional y las islas británicas, tomando diversas formas.
Por ejemplo, Huldreich Zwinglio en Zurich concordaba con Lutero en la doctrina de la justificación por la fe, aunque difería en su entendimiento de la Cena. Mientras que Lutero rechazaba la interpretación católica consistente en la transubstanciación, sostenía que Cristo está presente en los elementos porque él está en todas partes. Pero Zwinglio afirmaba que las palabras de Jesús había que interpretarlas en sentido alegórico, por lo que el pan y el vino son símbolos de su cuerpo y sangre, siendo la Cena un memorial de la muerte de Jesús.
Del grupo de Zwinglio surgieron los radicales que pensaban que Zwinglio no había llevado la Reforma hasta sus últimas consecuencias, especialmente en lo referente al bautismo, que necesariamente debía administrarse a los adultos exclusivamente. Por eso recibieron el apodo de 'anabaptistas', es decir rebautizadores. Basándose en el Nuevo Testamento rechazaron participar en cargos políticos, llevar armas o jurar, insistiendo en la total separación de la Iglesia y el Estado.
Otro importante reformador fue Juan Calvino, un francés que en 1536 escribió la primera obra teológica sistemática del protestantismo: la Institución de la Religión Cristiana. El sistema de Calvino daba gran importancia a la gloria de Dios en todo el plan de salvación, siendo por lo tanto su voluntad el factor determinante en la redención.
A mediados del siglo XVI el protestantismo tenía la hegemonía en Europa central e iba aumentando su influencia hacia el norte. En Inglaterra la Reforma se benefició de las desavenencias entre Enrique VIII y el papa Clemente VII, a causa de la petición de divorcio de su esposa Catalina de Aragón que el primero le presentara al segundo. Los reformadores ingleses, aleccionados por lo que ocurría en el continente, comenzaron la introducción de reformas religiosas que incluyeron una liturgia en inglés. En Escocia, John Knox, fue la cabeza del presbiterianismo calvinista, que hizo posible la unión de Escocia e Inglaterra.
El origen histórico de la palabra protestante hay que buscarlo en la segunda dieta imperial de Spira (1529), cuando se cambió por voto mayoritario la decisión de la primera Dieta (1526) que permitía a cada príncipe del imperio determinar la religión de su territorio. La minoría, consistente de 6 príncipes y 14 ciudades, emitieron una protesta formal cuyo principal propósito era protestar (en el sentido del término que significa confesión pública) de que 'en asuntos que conciernen al honor de Dios y a la salvación y la vida eterna de nuestras almas, cada uno debe permanecer y dar cuenta ante Dios de sí mismo.' Un propósito secundario fue protestar contra la prohibición de la expansión evangélica
Respuesta:
Se conoce con el nombre de Reforma al movimiento religioso que tuvo lugar en Europa en el siglo XVI, en la parte occidental de la cristiandad. Aunque sus efectos fueron más allá de lo puramente teológico, sin embargo sus raíces fueron estrictamente doctrinales.
Martín Lutero Durante siglos la Iglesia católica se había aunado profundamente con los poderes políticos y económicos, resultando en el incremento de riqueza y poder por su parte, lo cual influyó en la corrupción del clero y en el establecimiento de doctrinas y prácticas distantes del evangelio.
Antes de que la Reforma naciera hubo personajes que denunciaron el sistema de abusos y supersticiones populares extendidas por doquier. Por ejemplo, Pedro Valdo, Jan Hus y John Wycliffe, entre otros, fueron figuras que se enfrentaron al estado generalizado de cosas antes de la Reforma. A estos personajes se les ha denominado los precursores de la Reforma. La fecha tradicional que marca un antes y un después en la historia de la Iglesia sería el 31 de octubre de 1517, cuando el fraile agustino Martín Lutero clavó sus Noventa y Cinco Tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg. En ese documento se atacaba el sistema de indulgencias y se afirmaba que el papa no tiene autoridad sobre el purgatorio, no teniendo la doctrina de los méritos de los santos justificación en el evangelio. En esas doctrinas Lutero veía una corrupción de las doctrinas de la redención y de la gracia. De ahí que los pilares de la Reforma sean tres: sola gracia (no méritos), sola fe (no obras) y sola Escritura (no tradición). Aunque la intención de Lutero no era romper con la Iglesia católica, los acontecimientos se precipitaron, siendo llamado a comparecer en 1521 ante el emperador para dar cuenta de sus libros e ideas. Ante su negativa a someterse a la autoridad de la Iglesia católica y de la tradición si no se le demostraba su error por medio de la Biblia, Lutero fue excomulgado. A partir de ahí comenzó un movimiento que se expandió por buena parte de Europa central, septentrional y las islas británicas, tomando diversas formas.
Por ejemplo, Huldreich Zwinglio en Zurich concordaba con Lutero en la doctrina de la justificación por la fe, aunque difería en su entendimiento de la Cena. Mientras que Lutero rechazaba la interpretación católica consistente en la transubstanciación, sostenía que Cristo está presente en los elementos porque él está en todas partes. Pero Zwinglio afirmaba que las palabras de Jesús había que interpretarlas en sentido alegórico, por lo que el pan y el vino son símbolos de su cuerpo y sangre, siendo la Cena un memorial de la muerte de Jesús.
Del grupo de Zwinglio surgieron los radicales que pensaban que Zwinglio no había llevado la Reforma hasta sus últimas consecuencias, especialmente en lo referente al bautismo, que necesariamente debía administrarse a los adultos exclusivamente. Por eso recibieron el apodo de 'anabaptistas', es decir rebautizadores. Basándose en el Nuevo Testamento rechazaron participar en cargos políticos, llevar armas o jurar, insistiendo en la total separación de la Iglesia y el Estado.
Otro importante reformador fue Juan Calvino, un francés que en 1536 escribió la primera obra teológica sistemática del protestantismo: la Institución de la Religión Cristiana. El sistema de Calvino daba gran importancia a la gloria de Dios en todo el plan de salvación, siendo por lo tanto su voluntad el factor determinante en la redención.
A mediados del siglo XVI el protestantismo tenía la hegemonía en Europa central e iba aumentando su influencia hacia el norte. En Inglaterra la Reforma se benefició de las desavenencias entre Enrique VIII y el papa Clemente VII, a causa de la petición de divorcio de su esposa Catalina de Aragón que el primero le presentara al segundo. Los reformadores ingleses, aleccionados por lo que ocurría en el continente, comenzaron la introducción de reformas religiosas que incluyeron una liturgia en inglés. En Escocia, John Knox, fue la cabeza del presbiterianismo calvinista, que hizo posible la unión de Escocia e Inglaterra.
El origen histórico de la palabra protestante hay que buscarlo en la segunda dieta imperial de Spira (1529), cuando se cambió por voto mayoritario la decisión de la primera Dieta (1526) que permitía a cada príncipe del imperio determinar la religión de su territorio. La minoría, consistente de 6 príncipes y 14 ciudades, emitieron una protesta formal cuyo principal propósito era protestar (en el sentido del término que significa confesión pública) de que 'en asuntos que conciernen al honor de Dios y a la salvación y la vida eterna de nuestras almas, cada uno debe permanecer y dar cuenta ante Dios de sí mismo.' Un propósito secundario fue protestar contra la prohibición de la expansión evangélica