El plan inicial preveía un movimiento sincronizado. En Itapúa se levantaría Fulgencio Yegros; en Corrientes, Blas José de Rojas; quienes destacarían columnas hacia Asunción, a las que se uniría Manuel Atanasio Cabañas en la Cordillera, entrando en la capital el 25 de mayo, primer aniversario de la revolución de Buenos Aires.[41]
El 24 de abril de 1811 Iturbe fue llamado a prestar declaración, ya que el abogado Juan de la Cruz Bargas delató la existencia de una conspiración, poniendo en sospechas a las autoridades. Como el viaje de Yegros a Asunción para ponerse al frente de la revolución no podría dejar de ser advertido por Velasco, Caballero decidió no esperarlo y adelantar el golpe ante el peligro de que fueran arrestados. El 13 de mayo el Cabildo aceptó unánimemente el ofrecimiento del ingreso al Paraguay de tropas portuguesas, pese a la oposición de Velasco. El asesor del gobernador, Pedro Somellera, afirmó que él comunicó a los principales complotados la decisión secreta del Cabildo, alarmado por el peligro portugués. En la mañana del 14 de mayo Iturbe recibió el aviso de su pariente, el síndico procurador del cabildo Juan Antonio Fernández, sobre que Velasco estaba al corriente de sus reuniones subversivas en el caso de Juan Francisco Recalde, transmitiendo la noticia a Caballero. El día 15, Abreu debía partir con la comunicación del Cabildo.
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El plan inicial preveía un movimiento sincronizado. En Itapúa se levantaría Fulgencio Yegros; en Corrientes, Blas José de Rojas; quienes destacarían columnas hacia Asunción, a las que se uniría Manuel Atanasio Cabañas en la Cordillera, entrando en la capital el 25 de mayo, primer aniversario de la revolución de Buenos Aires.[41]
El 24 de abril de 1811 Iturbe fue llamado a prestar declaración, ya que el abogado Juan de la Cruz Bargas delató la existencia de una conspiración, poniendo en sospechas a las autoridades. Como el viaje de Yegros a Asunción para ponerse al frente de la revolución no podría dejar de ser advertido por Velasco, Caballero decidió no esperarlo y adelantar el golpe ante el peligro de que fueran arrestados. El 13 de mayo el Cabildo aceptó unánimemente el ofrecimiento del ingreso al Paraguay de tropas portuguesas, pese a la oposición de Velasco. El asesor del gobernador, Pedro Somellera, afirmó que él comunicó a los principales complotados la decisión secreta del Cabildo, alarmado por el peligro portugués. En la mañana del 14 de mayo Iturbe recibió el aviso de su pariente, el síndico procurador del cabildo Juan Antonio Fernández, sobre que Velasco estaba al corriente de sus reuniones subversivas en el caso de Juan Francisco Recalde, transmitiendo la noticia a Caballero. El día 15, Abreu debía partir con la comunicación del Cabildo.