Las bifidobacterias son uno de los generos más estudiados y utilizados por su largo historial de no producir efectos adversos y por los beneficios observados en los organismos que las consumen
Los probióticos se definen como ” microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades apropiadas, confieren al huésped efectos saludables
Control de peso. Muchos estudios han demostrado que las personas obesas tienen niveles más altos de bacterias malas en su intestino llamadas Firmicutes, y que las personas más delgadas tienen mayores niveles de bacterias buenas llamadas bacteroidetes. El British Journal of Nutrition publicó un estudio en el que se logró la pérdida de peso en muejres con sobrepeso gracias al suministro de probióticos que incluían Bacteroidetes en combinación con una dieta baja en calorías.
Mejora la piel. Enfermedades de la piel como el eccema, la psoriasis y el acné se han relacionado con la inflamación, que está vinculada a nuestro sistema inmunológico que, a su vez, está ligado a nuestro intestino. Los estudios preliminares parecen indicar que un microbioma equilibrado puede ayudar a resolver patologías dérmicas.
Ayuda a prevenir los resfriados. La clave para un sistema inmunológico saludable es un microbioma sano. Un estudio analítico publicado en el Diario de Corea de Medicina Familiar encontró que los probióticos pueden ayudar en la prevención de un resfriado.
Ayuda en la salud vaginal. La vagina posee un PH naturalmente ácido el cual ayuda a protegerse de los microbios que de otro modo podrían conducir a infecciones vaginales. Un microbioma sano y equilibrado ayuda a mantener el ph.
Protege de la depresión. Una revisión publicada en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry demostró que la fuerte relación entre el intestino y el cerebro. El 95% de la serotonina, la hormona de la felicidad, se produce y se almacena en el intestino. Algunos estudios han demostrado que la alimentación de ratones con probióticos en situaciones estresantes reduce su nivel de hormonas de estrés.
Controla el apetito. Una bacteria llamada Helicobacter pylori puede alterar el nivel de una hormona llamada grelina, que inhibe el hambre. El uso excesivo de antibióticos, así como una dieta rica en alimentos procesados y refinados, afecta de forma negativa a nuestras bacterias intestinales, pueden disminuir los niveles de Helicobacter pylori y aumentar el apetito.
Protege de los agentes patógenos. Un estudio publicado en la revista Nature Immunology mostró que un microbioma sano podría prevenir que patógenos peligrosos colonizaran en el intestino
Disminución de la inflamación. El consumo de alimentos fritos y procesados pueden generar inflamación. Sin embargo, los alimentos ricos en fibra permiten que las bacterias produzcan niveles más altos de un ácido graso llamado butirato, el cual reduce la inflamación en el cuerpo.
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