entre 1496 y 1550 los españoles crearon un imperio que abarcaba México América Central la Florida y gran parte de América del Sur Cómo sucedió esto, urgente
Tras el descubrimiento de América en 1492, España exploró y conquistó grandes extensiones de territorio en América, desde el actual suroeste de Estados Unidos, México y el Caribe, hasta Centroamérica, la mayor parte de Sudamérica y la costa noroeste de Norteamérica (actual Alaska y Columbia Británica). Todos estos territorios se integraron en la Corona de Castilla y, más tarde, como reinos de la Corona española. Inicialmente se organizaron en dos virreinatos, el de la Nueva España y el del Perú. Con el descubrimiento y asentamiento en varios archipiélagos del Pacífico a finales del siglo xvi, se incorporaron al imperio las Indias orientales españolas, formadas por las Filipinas, las Marianas (que incluían Guam), la porción norte de Formosa, y las Carolinas (que incluían las Palaos), bajo la jurisdicción de la Nueva España. Más tarde, en las porciones norte y sur del Virreinato del Perú se crearon los de Nueva Granada y del Río de la Plata, respectivamente.
El Imperio español alcanzó los 20 millones de kilómetros cuadrados a finales del siglo XVIII[1][2] aunque algunos autores como el historiador Raymond Carr, señalan uno de sus momentos de máxima expansión es el comprendido entre los años 1580 y 1640, durante los reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV, período en el que tuvo lugar la unión dinástica con Portugal (considerada una conquista española por un amplio número de historiadores)
Explicación:
Tras el descubrimiento de América en 1492, España exploró y conquistó grandes extensiones de territorio en América, desde el actual suroeste de Estados Unidos, México y el Caribe, hasta Centroamérica, la mayor parte de Sudamérica y la costa noroeste de Norteamérica (actual Alaska y Columbia Británica). Todos estos territorios se integraron en la Corona de Castilla y, más tarde, como reinos de la Corona española. Inicialmente se organizaron en dos virreinatos, el de la Nueva España y el del Perú. Con el descubrimiento y asentamiento en varios archipiélagos del Pacífico a finales del siglo xvi, se incorporaron al imperio las Indias orientales españolas, formadas por las Filipinas, las Marianas (que incluían Guam), la porción norte de Formosa, y las Carolinas (que incluían las Palaos), bajo la jurisdicción de la Nueva España. Más tarde, en las porciones norte y sur del Virreinato del Perú se crearon los de Nueva Granada y del Río de la Plata, respectivamente.
El Imperio español alcanzó los 20 millones de kilómetros cuadrados a finales del siglo XVIII[1][2] aunque algunos autores como el historiador Raymond Carr, señalan uno de sus momentos de máxima expansión es el comprendido entre los años 1580 y 1640, durante los reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV, período en el que tuvo lugar la unión dinástica con Portugal (considerada una conquista española por un amplio número de historiadores)