entonces inmediatamente el general hacia el gobernador, le dice que lo siente muchísimo, pero que tiene que abandonarle para ir a hacer que le aten a la picota y que ya no es dueño en su propia casa hasta que vayan a desatarle. Poco tiempo después convencieron al intendente para que fuese a dejar en libertad a su jefe; pero apenas lo había hecho así, se volvió el general y le dijo: "Acaba de infringir a su vez la ley y tiene que ocupar mi puesto'. Actos como esos entusiasman a los gauchos, todos los cuales poseen una alta idea de su igualdad y de su dignidad. El general Rosas es también un perfecto jinete, cualidad muy importante en un pais donde un ejército eligió un día su general a consecuencia del siguiente hecho. Se hizo entrar en un corral un rebaño de caballos salvajes y luego se abrió una puerta cuyos montantes estaban unidos en lo alto por una barra de madera. Se convino en que quien, saltando desde la barra, consiguiera ponerse a horcajadas encima de uno de esos animales indómitos en el momento de escaparse del corral y además lograra sostenerse sin silla ni brida sobre el lomo del caballo y volviese a entrarlo, sería elegido general. Un individuo lo consiguió y fue electo, resultando sin duda ninguna un general muy digno de tal ejército. También el general Rosas realizó esa hazaña. Empleando estos medios, adoptando el traje y las maneras de los gauchos, es como el general Rosas ha adquirido una popularidad sin límites en el país y luego un poder despótico. Un negociante inglés me ha asegurado que un hombre detenido por haber muerto a otro, cuando le interrogaron acerca del móvil de su crimen, respondió: 'le he matado porque habló con insolencia del general Rosas'. Al cabo de una semana pusieron en libertad al asesino. Quiero suponer que este sobreseimiento fue ordenado por los amigos del general y no por el mismo Rosas, [...] 18 de septiembre.- Hoy hemos hecho una larga etapa. (...) Dormimos en una de las grandes estancias del general Rosas. Está fortificada y tiene tal importancia, que al llegar de noche la tomo por una ciudad y su fortaleza. Al día siguiente vemos inmensos rebaños vacunos; el general posee aquí 74 leguas cuadradas de terreno. Antiguamente empleaba cerca de 300 hombres en esta propiedad y tenían tal disciplina que desafiaban a todos los ataques de los indios. Mientras cambiábamos de caballos en Guardia, varias personas se acercaron a dirigirme una multitud de preguntas acerca del ejército. Nunca he visto una popularidad más grande que la de Rosas, ni mayor entusiasmo por 'la guerra más justa de las guerras, puesto que va dirigida contra los salvajes' Preciso es confesar que se comprende algún tanto ese arranque, si se tiene en cuenta que aún hace poco tiempo estaban expuestos a los ultrajes de los indios los hombres, las mujeres, los niños, los caballos. Durante todo el día recorremos una hermosa llanura verde, cubierta de rebaños; acá y allá una estancia solitaria, sin más sombra que un solo árbol. Por la tarde se pone a llover; llegamos a un destacamento, pero el jefe nos dice que, si no tenemos pasaportes muy en regla, no podemos seguir nuestro camino, pues hay tantos ladrones que no quiere fiarse de nadie. Le presento mi pasaporte, y en cuanto lee en él las primeras palabras El naturalista D. Carlos, se vuelve tan respetuoso y cortés como desconfiado estaba antes. iNaturalistal Seguro estoy de que ni él ni sus compatriotas comprenden bien qué podrá querer decir eso; pero es probable que mi titulo misterioso no haga sino inspirarle una idea más alta de mi persona. [...]" Darwin, Charles. Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo (en el navio de S. M. Beagle). a. ¿Quién realiza la crónica de los acontecimientos? ¿En qué tiempo y lugar se desarrollan los hechos que relata?
Respuesta:
los hombres y mujeres retajdkdfgx