luis7273648
Władysław Szpilman (Adrien Brody) es un músico polaco de origen judío que trabaja en la radio de Varsovia y que ve cómo todo su mundo se derrumba con la llegada de la Segunda Guerra Mundial y la invasión de Alemania el 1º septiembre de 1939 y soviética el 17 de septiembre del mismo año.La URSS estaba aliada con Hitler por el pacto Ribbentrop-Molotov que terminó con el ataque de Alemania a la URSS el 22 de junio de 1941. Después de que la estación de radio donde estaba trabajando es bombardeada, Szpilman llega a su casa donde se entera de que el Reino Unido y Francia le han declarado la guerra a Alemania. Creyendo que la guerra se acabará pronto, él y su familia se alegran por la noticia y la celebran con una gran cena. Un hombre honrado, estregado a su familia y a su trabajo que cruelmente, tuvo que ser sometido y marcado como todos los judíos con la estrella que los identificaban; algo injusto, si ellos querían utilizarlo, pero no obligarlos; todos somos libres aunque los Alemanes no creían en eso. Tal vez de todas las películas que he visto sobre este tema, está en mi opinión es la más desgarrante ya que muestra la forma en la que vivían, las enfermedades que padecían y como morían; pero lo más triste que los trataran como ganado, como una peste, siendo para los alemanes y otras personas la escoria humana. Aplicaban la violencia de una forma tan exagerada, como si fueran los amos del mundo y tal vez ante el mundo lo eran, pero lo más importante, que ante los ojos de Dios ellos solo al morir padecerían en el infierno, además no todo es para siempre y para la suerte del mundo no continuo eternamente. El racismo se vio reflejado en toda la película, el totalitarismo absoluto, ya que “todo era en el estado, nada fuera del estado, ni nada contra el estado”, un nivel que para ellos era patriotismo, pero para todo hay un límite y fue sobrepasado al extremo. Fue tan indignante ver los estados en los que tenían que sobrevivir, porque eso no era vivir, que ellos decidieran cuando tenía que morir alguien creyéndose Dios. Y aun más inhumano que quemaran vivos a miles de judíos. El pianista sobrevivió a la ayuda de un militar al que él conocía, pero ¿Por qué no ayudo a sus hermanos, y padres? Teniendo tanta influencia no debería de ser difícil y ellos sufrieron la muerte. Dos años después, las condiciones de vida para los judíos en Polonia se han ido deteriorando rápidamente, quedando reducidos sus derechos: tienen limitada la cantidad de dinero por familia, han de llevar brazaletes con la Estrella de David para ser identificados y, a finales de 1940, son obligados a trasladarse al Gueto de Varsovia. Ahí se enfrentan al hambre, a las persecuciones y humillaciones que los nazis llevan a cabo, además del miedo a la muerte y las torturas que siempre están presentes. Después de un tiempo, los judíos son reunidos y deportados al campo de exterminio de Treblinka. En el último minuto, Szpilman es salvado de ese horrible destino por Ithzak Heller, un policía del gueto judío, antiguo amigo de la familia. Separado de sus familiares y seres queridos, Szpilman sobrevive, primero en el gueto como esclavo obrero de unidades de reconstrucción alemanas y posteriormente escondido en el exterior del gueto, confiando en la ayuda de amigos que no son judíos y que todavía lo recordaban, entre los que se encontraban Janina, una cantante; Andrezj, un actor, esposo de Janina y miembro de la Resistencia; Marek, miembro tambien de la resistencia; Dorota, una antigua admiradora y su esposo Michal; y Atek Szalas, antiguo tecnico de radio Varsovi.
Un hombre honrado, estregado a su familia y a su trabajo que cruelmente, tuvo que ser sometido y marcado como todos los judíos con la estrella que los identificaban; algo injusto, si ellos querían utilizarlo, pero no obligarlos; todos somos libres aunque los Alemanes no creían en eso. Tal vez de todas las películas que he visto sobre este tema, está en mi opinión es la más desgarrante ya que muestra la forma en la que vivían, las enfermedades que padecían y como morían; pero lo más triste que los trataran como ganado, como una peste, siendo para los alemanes y otras personas la escoria humana.
Aplicaban la violencia de una forma tan exagerada, como si fueran los amos del mundo y tal vez ante el mundo lo eran, pero lo más importante, que ante los ojos de Dios ellos solo al morir padecerían en el infierno, además no todo es para siempre y para la suerte del mundo no continuo eternamente. El racismo se vio reflejado en toda la película, el totalitarismo absoluto, ya que “todo era en el estado, nada fuera del estado, ni nada contra el estado”, un nivel que para ellos era patriotismo, pero para todo hay un límite y fue sobrepasado al extremo.
Fue tan indignante ver los estados en los que tenían que sobrevivir, porque eso no era vivir, que ellos decidieran cuando tenía que morir alguien creyéndose Dios. Y aun más inhumano que quemaran vivos a miles de judíos. El pianista sobrevivió a la ayuda de un militar al que él conocía, pero ¿Por qué no ayudo a sus hermanos, y padres? Teniendo tanta influencia no debería de ser difícil y ellos sufrieron la muerte.
Dos años después, las condiciones de vida para los judíos en Polonia se han ido deteriorando rápidamente, quedando reducidos sus derechos: tienen limitada la cantidad de dinero por familia, han de llevar brazaletes con la Estrella de David para ser identificados y, a finales de 1940, son obligados a trasladarse al Gueto de Varsovia. Ahí se enfrentan al hambre, a las persecuciones y humillaciones que los nazis llevan a cabo, además del miedo a la muerte y las torturas que siempre están presentes. Después de un tiempo, los judíos son reunidos y deportados al campo de exterminio de Treblinka. En el último minuto, Szpilman es salvado de ese horrible destino por Ithzak Heller, un policía del gueto judío, antiguo amigo de la familia. Separado de sus familiares y seres queridos, Szpilman sobrevive, primero en el gueto como esclavo obrero de unidades de reconstrucción alemanas y posteriormente escondido en el exterior del gueto, confiando en la ayuda de amigos que no son judíos y que todavía lo recordaban, entre los que se encontraban Janina, una cantante; Andrezj, un actor, esposo de Janina y miembro de la Resistencia; Marek, miembro tambien de la resistencia; Dorota, una antigua admiradora y su esposo Michal; y Atek Szalas, antiguo tecnico de radio Varsovi.