Una loncha de queso para sándwich contiene unos 900 miligramos de sal.
Con tres lonchas de queso ingerirás más de la mitad de la cantidad diaria de sal recomendada.
Fuente de la imagen, Thinkstock
Pie de foto,
Con tres lonchas de queso ingerirás más de la mitad de la cantidad diaria de sal recomendada.
Así que si pones tres de ellos entre pan y pan, ingerirás más de la mitad de la cantidad diaria recomendada por la OMS.
El contenido de sal de otro tipo de quesos, como el cottage, es algo inferior.
Pero aun así, una ración de ese queso alcanzaría el 40% de la cantidad diaria aconsejada.
Como alternativa, los expertos sugieren sustituir ese queso para ensalada por una cucharada de yogur griego.
2. Comida congelada
Las bandejas de comida preparada y congelada son una alternativa a la que recurren cada vez más ciudadanos que prefieren no cocinar o no tienen tiempo para hacerlo.
Las comidas preparadas son prácticas, pero tienen mucha sal, advierten los expertos.
Fuente de la imagen, Thinkstock
Pie de foto,
Las comidas preparadas son prácticas, pero tienen mucha sal, advierten los expertos.
Sin embargo, la FDA advierte que algunas variedades contienen hasta 4 gramos de sal, casi el total aconsejado para el día.
Y la cantidad sigue siendo alta, aunque el sabor de la comida sea dulce.
Así que la autoridad sanitaria estadounidense recomienda minimizar su consumo.
3. Cereales de desayuno
Los cereales de desayuno suelen aparecer en los primeros puestos de otra lista: la de los alimentos con más azúcar.
Los expertos tienen a los cereales en el punto de mira por doble motivo: su contenido de azúcar y de sal.
Fuente de la imagen, Getty Images
Pie de foto,
Los expertos tienen a los cereales en el punto de mira por doble motivo: su contenido de azúcar y de sal.
Pero como en general son dulces, ese sabor suele disfrazar otra sustancia que según las autoridades de salud tienen en exceso: la sal.
Un paquete de cereales de 275 gramos suele tener como media unos 4 gramos de sal.
Así que, si te limitas a la ración recomendada -esa información suele estar incluida en la caja-, no se ingerirías sal en exceso.
Los expertos hacen hincapié en ello.
Pero si no puedes resistirte a servirte un poco más, podrías buscar inspiración para cambiar de hábitos aquí:
Los tres secretos de un desayuno saludable
Cómo el huevo y las salchichas están forzando la reinvención de los cereales
Cómo darle un saludable toque mediterráneo a tus comidas
4. Salsas preparadas
Según la FDA, una cucharada de salsa italiana tiene 243 miligramos de sal, y una vinagreta para ensalada hasta 280 miligramos.
Una cucharada de kétchup, por su parte, tiene 167 miligramos de sal.
Una cucharada de kétchup tiene hasta 167 miligramos de sal, señalan los expertos.
Fuente de la imagen, Getty Images
Pie de foto,
Una cucharada de kétchup tiene hasta 167 miligramos de sal, señalan los expertos.
Por ello, recomienda usar todas estas salsas con "moderación". En el caso de la última, porque también contiene una gran cantidad de sal (3,42 gramos por ración).
Así que, si estás en un restaurante, una buena opción sería pedir las salsas aparte, para poder decidir tú mismo cuánto servirte.
Si estás en casa y quieres reducir aún más la cantidad de sal, puedes sustituir las salsas por el jugo de un limón, recomiendan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.
5. Enlatados
La sal es un conservante, por lo que no es de extrañar encontrarla en los enlatados en cantidades más o menos elevadas.
Así, la mitad de una lata de judías verdes tiene unos 290 miligramos de sal, y una de sopa de pollo hasta 1,5 gramos.
La cantidad de sal varía de un tipo de conserva a otro.
Fuente de la imagen, Thinkstock
Pie de foto,
La cantidad de sal varía de un tipo de conserva a otro.
Por lo tanto, según la máxima autoridad sanitaria, gran parte del exceso de sal que consumimos no proviene de las pizcas que añadimos a los alimentos al cocinarlos, o luego en la mesa.
Ésta se encuentra en cantidades mucho mayores en las comidas procesadas antes mencionadas, y también en panes, galletas, carnes procesadas, aperitivos y en condimentos como la salsa de soja, la de pescado o las pastillas de caldo.
Así que saber reconocer ese contenido de sal "escondido" es fundamental para tu salud.
Respuesta 1. Queso procesado
Una loncha de queso para sándwich contiene unos 900 miligramos de sal.
Con tres lonchas de queso ingerirás más de la mitad de la cantidad diaria de sal recomendada.
Fuente de la imagen, Thinkstock
Pie de foto,
Con tres lonchas de queso ingerirás más de la mitad de la cantidad diaria de sal recomendada.
Así que si pones tres de ellos entre pan y pan, ingerirás más de la mitad de la cantidad diaria recomendada por la OMS.
El contenido de sal de otro tipo de quesos, como el cottage, es algo inferior.
Pero aun así, una ración de ese queso alcanzaría el 40% de la cantidad diaria aconsejada.
Como alternativa, los expertos sugieren sustituir ese queso para ensalada por una cucharada de yogur griego.
2. Comida congelada
Las bandejas de comida preparada y congelada son una alternativa a la que recurren cada vez más ciudadanos que prefieren no cocinar o no tienen tiempo para hacerlo.
Las comidas preparadas son prácticas, pero tienen mucha sal, advierten los expertos.
Fuente de la imagen, Thinkstock
Pie de foto,
Las comidas preparadas son prácticas, pero tienen mucha sal, advierten los expertos.
Sin embargo, la FDA advierte que algunas variedades contienen hasta 4 gramos de sal, casi el total aconsejado para el día.
Y la cantidad sigue siendo alta, aunque el sabor de la comida sea dulce.
Así que la autoridad sanitaria estadounidense recomienda minimizar su consumo.
3. Cereales de desayuno
Los cereales de desayuno suelen aparecer en los primeros puestos de otra lista: la de los alimentos con más azúcar.
Los expertos tienen a los cereales en el punto de mira por doble motivo: su contenido de azúcar y de sal.
Fuente de la imagen, Getty Images
Pie de foto,
Los expertos tienen a los cereales en el punto de mira por doble motivo: su contenido de azúcar y de sal.
Pero como en general son dulces, ese sabor suele disfrazar otra sustancia que según las autoridades de salud tienen en exceso: la sal.
Un paquete de cereales de 275 gramos suele tener como media unos 4 gramos de sal.
Así que, si te limitas a la ración recomendada -esa información suele estar incluida en la caja-, no se ingerirías sal en exceso.
Los expertos hacen hincapié en ello.
Pero si no puedes resistirte a servirte un poco más, podrías buscar inspiración para cambiar de hábitos aquí:
Los tres secretos de un desayuno saludable
Cómo el huevo y las salchichas están forzando la reinvención de los cereales
Cómo darle un saludable toque mediterráneo a tus comidas
4. Salsas preparadas
Según la FDA, una cucharada de salsa italiana tiene 243 miligramos de sal, y una vinagreta para ensalada hasta 280 miligramos.
Una cucharada de kétchup, por su parte, tiene 167 miligramos de sal.
Una cucharada de kétchup tiene hasta 167 miligramos de sal, señalan los expertos.
Fuente de la imagen, Getty Images
Pie de foto,
Una cucharada de kétchup tiene hasta 167 miligramos de sal, señalan los expertos.
Por ello, recomienda usar todas estas salsas con "moderación". En el caso de la última, porque también contiene una gran cantidad de sal (3,42 gramos por ración).
Así que, si estás en un restaurante, una buena opción sería pedir las salsas aparte, para poder decidir tú mismo cuánto servirte.
Si estás en casa y quieres reducir aún más la cantidad de sal, puedes sustituir las salsas por el jugo de un limón, recomiendan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.
5. Enlatados
La sal es un conservante, por lo que no es de extrañar encontrarla en los enlatados en cantidades más o menos elevadas.
Así, la mitad de una lata de judías verdes tiene unos 290 miligramos de sal, y una de sopa de pollo hasta 1,5 gramos.
La cantidad de sal varía de un tipo de conserva a otro.
Fuente de la imagen, Thinkstock
Pie de foto,
La cantidad de sal varía de un tipo de conserva a otro.
Por lo tanto, según la máxima autoridad sanitaria, gran parte del exceso de sal que consumimos no proviene de las pizcas que añadimos a los alimentos al cocinarlos, o luego en la mesa.
Ésta se encuentra en cantidades mucho mayores en las comidas procesadas antes mencionadas, y también en panes, galletas, carnes procesadas, aperitivos y en condimentos como la salsa de soja, la de pescado o las pastillas de caldo.
Así que saber reconocer ese contenido de sal "escondido" es fundamental para tu salud.
Temas relacionados
Salud
Explicación:
Espero te sirva