-La luna en el mar riela: la luna en el mar brilla con una luz temblorosa, vibrante.
-En la lona gime el viento: que en la lona del barco, el viento, expresa con sonido y voz lastimera la pena y el dolor.
-Ni tormenta ni bonanza: quiere decir que ni hay un tiempo de tormenta ni un tiempo tranquilo o sereno en el mar.
-Veinte presas hemos hecho a despecho del ingles: veinte presas hemos hecho a pesar del ingles.
-Y han rendido sus pendones cien naciones a mis pies: quiere decir que muchas veces han tenido que bajar una bandera o estandarte pequeño, y se usaba en la milicia para distinguir los regimientos, batallones y demás cuerpos del Ejército que iban a la guerra, para rendirle tributo al Temido.
2.- Emisor - Autor.
José de Espronceda (1808-1842), poeta y revolucionario español, fue uno de las más grandes románticos, y su vida integra la rebelión moral y la política.
Nació en Almendralejo (Badajoz) hijo de un militar, durante la guerra de Independencia contra los franceses. A los quince años, el día en que fue ahorcado el general Riego, fundó una sociedad secreta, Los Numantinos, para vengar su muerte. Las actividades de los jóvenes conspiradores fueron descubiertas y ellos, condenados a cinco años de cárcel, que se redujeron a unas semanas en un convento de Guadalajara, donde Espronceda compuso el poema Pelayo. Con dieciocho años se exilió voluntariamente a Lisboa (allí conoció a Teresa Mancha) y Londres, donde volvió a encontrarse con Teresa, casada y con hijos; ella le inspiraría uno de sus poemas más hermosos: Canto a Teresa. Participó en las barricadas de París, en la revolución de 1830, y entró en España con una expedición de revolucionarios, que fracasó. Fue desterrado y durante ese periodo compuso varias poesías y la tragedia Blanca de Borbón. Raptó a Teresa y vivió la triple embriaguez romántica del amor, la libertad y la patria. Regresó a España en 1833, y tomó parte en otros pronunciamientos que le supusieron nuevas persecuciones. Posteriormente inició una brillante carrera literaria, diplomática y política. Adquirió fama nacional a partir de 1836, cuando publicó La canción del pirata que, a pesar de su discutida deuda con Lord Byron, constituye el manifiesto lírico del romanticismo español con su intensa defensa de la libertad, la rebeldía religiosa, social y política. Ese poema y otros ya conocidos se recogieron en Poesías de don José de Espronceda, de 1840, donde junto a poemas que reflexionan filosóficamente sobre el destino humano, aparecen otros políticos y amorosos. Tras la muerte de Teresa (1839), realizó nuevas interpretaciones del amor, como ocurre en el famosísimo poema A Jarifa en una orgía, donde expresa desilusión, hastío, lamentación del placer perdido y rebelión contra la realidad de la vida, con un lirismo contenido que añade ritmos poéticos inéditos que anticipan la versificación modernista.
En 1842, el mismo año de su muerte ocurrida en Madrid, fue elegido diputado a Cortes por el Partido Progresista, donde dio muestras de una excelente formación política.
El estudiante de Salamanca, incluido en las Poesías, funde poesía dramática y narrativa, y es precursor del Don Juan Tenorio de Zorrilla, que incorpora elementos de la novela gótica inglesa. Cárcel, amor, crimen, dolor y muerte también aparecen en el inconcluso El Diablo Mundo, de 1840, un extenso poema cuyo protagonista es testigo de excepción de todas las tragedias y los destinos humanos.
Espronceda también escribió la novela histórica Sancho Saldaña, aparecida en 1834, el relato fantástico La pata de palo, de 1835, la sátira El pastor Clasiquino, de 1835, y muchos artículos y obras dramáticas, que la crítica considera decepcionantes. Sin embargo, algunas de sus poesías, como las citadas y otras más, siguen valorándose por su sinceridad y ritmo y no se considera un demérito que estén inspiradas, tanto en temas como en ritmos, en los mejores poetas románticos europeos.
COMENTARIO DE TEXTO
“La Canción del pirata” José de Espronceda
1.- Lectura y comprensión del texto.
-La luna en el mar riela: la luna en el mar brilla con una luz temblorosa, vibrante.
-En la lona gime el viento: que en la lona del barco, el viento, expresa con sonido y voz lastimera la pena y el dolor.
-Ni tormenta ni bonanza: quiere decir que ni hay un tiempo de tormenta ni un tiempo tranquilo o sereno en el mar.
-Veinte presas hemos hecho a despecho del ingles: veinte presas hemos hecho a pesar del ingles.
-Y han rendido sus pendones cien naciones a mis pies: quiere decir que muchas veces han tenido que bajar una bandera o estandarte pequeño, y se usaba en la milicia para distinguir los regimientos, batallones y demás cuerpos del Ejército que iban a la guerra, para rendirle tributo al Temido.
2.- Emisor - Autor.
José de Espronceda (1808-1842), poeta y revolucionario español, fue uno de las más grandes románticos, y su vida integra la rebelión moral y la política.
Nació en Almendralejo (Badajoz) hijo de un militar, durante la guerra de Independencia contra los franceses. A los quince años, el día en que fue ahorcado el general Riego, fundó una sociedad secreta, Los Numantinos, para vengar su muerte. Las actividades de los jóvenes conspiradores fueron descubiertas y ellos, condenados a cinco años de cárcel, que se redujeron a unas semanas en un convento de Guadalajara, donde Espronceda compuso el poema Pelayo. Con dieciocho años se exilió voluntariamente a Lisboa (allí conoció a Teresa Mancha) y Londres, donde volvió a encontrarse con Teresa, casada y con hijos; ella le inspiraría uno de sus poemas más hermosos: Canto a Teresa. Participó en las barricadas de París, en la revolución de 1830, y entró en España con una expedición de revolucionarios, que fracasó. Fue desterrado y durante ese periodo compuso varias poesías y la tragedia Blanca de Borbón. Raptó a Teresa y vivió la triple embriaguez romántica del amor, la libertad y la patria. Regresó a España en 1833, y tomó parte en otros pronunciamientos que le supusieron nuevas persecuciones. Posteriormente inició una brillante carrera literaria, diplomática y política. Adquirió fama nacional a partir de 1836, cuando publicó La canción del pirata que, a pesar de su discutida deuda con Lord Byron, constituye el manifiesto lírico del romanticismo español con su intensa defensa de la libertad, la rebeldía religiosa, social y política. Ese poema y otros ya conocidos se recogieron en Poesías de don José de Espronceda, de 1840, donde junto a poemas que reflexionan filosóficamente sobre el destino humano, aparecen otros políticos y amorosos. Tras la muerte de Teresa (1839), realizó nuevas interpretaciones del amor, como ocurre en el famosísimo poema A Jarifa en una orgía, donde expresa desilusión, hastío, lamentación del placer perdido y rebelión contra la realidad de la vida, con un lirismo contenido que añade ritmos poéticos inéditos que anticipan la versificación modernista.
En 1842, el mismo año de su muerte ocurrida en Madrid, fue elegido diputado a Cortes por el Partido Progresista, donde dio muestras de una excelente formación política.
El estudiante de Salamanca, incluido en las Poesías, funde poesía dramática y narrativa, y es precursor del Don Juan Tenorio de Zorrilla, que incorpora elementos de la novela gótica inglesa. Cárcel, amor, crimen, dolor y muerte también aparecen en el inconcluso El Diablo Mundo, de 1840, un extenso poema cuyo protagonista es testigo de excepción de todas las tragedias y los destinos humanos.
Espronceda también escribió la novela histórica Sancho Saldaña, aparecida en 1834, el relato fantástico La pata de palo, de 1835, la sátira El pastor Clasiquino, de 1835, y muchos artículos y obras dramáticas, que la crítica considera decepcionantes. Sin embargo, algunas de sus poesías, como las citadas y otras más, siguen valorándose por su sinceridad y ritmo y no se considera un demérito que estén inspiradas, tanto en temas como en ritmos, en los mejores poetas románticos europeos.