Esta definición tan impactante esconde una manera de producir helados respetuosa con el medio ambiente. Según palabras de la empresa, 'de la vaca al cono, se reducen y compensan las emisiones de CO2 para que la fabricación de los helados no tenga impacto en la naturaleza
Explicación:
Un consorcio de 38 ONG europeas llamado HIER, en el que participan Greenpeace o WWF Adena, establece los mínimos para la neutralidad y auditó los procesos de producción, de nuevo 'de la vaca al cono', para contabilizar la huella climática. A partir de ahí, empezaron a realizar acciones para reducir su contaminación. 'Empezamos actuando en el suministro de materias primas. En la medida de lo posible, contamos con proveedores cercanos a las fábricas, buscamos las rutas más eficaces, no transportamos nada en avión si se puede evitar y si no, como es el caso del chocolate o la vainilla, compramos productos de comercio justo', explica Belén Cañete, gerente de la marca en España. Con estas iniciativas, redujeron un 10% sus emisiones. 'Los ingredientes suponen un 65% de nuestras emisiones', explica Cañete. La empresa también trabaja con los proveedores para que adopten prácticas verdes en sus granjas
Después, implantaron energías renovables en sus fábricas hasta el punto de que, en su planta de Holanda han conseguido reducir un 89% las emisiones gracias al suministro de energía eólica y solar. En el conjunto de sus fábricas de Europa, la reducción es del 26% y en las estadounidenses, del 32%. Además, invierten en la investigación de una tecnología termo acústica que reduzca la contaminación del refrigerado
Respuesta:
Esta definición tan impactante esconde una manera de producir helados respetuosa con el medio ambiente. Según palabras de la empresa, 'de la vaca al cono, se reducen y compensan las emisiones de CO2 para que la fabricación de los helados no tenga impacto en la naturaleza
Explicación:
Un consorcio de 38 ONG europeas llamado HIER, en el que participan Greenpeace o WWF Adena, establece los mínimos para la neutralidad y auditó los procesos de producción, de nuevo 'de la vaca al cono', para contabilizar la huella climática. A partir de ahí, empezaron a realizar acciones para reducir su contaminación. 'Empezamos actuando en el suministro de materias primas. En la medida de lo posible, contamos con proveedores cercanos a las fábricas, buscamos las rutas más eficaces, no transportamos nada en avión si se puede evitar y si no, como es el caso del chocolate o la vainilla, compramos productos de comercio justo', explica Belén Cañete, gerente de la marca en España. Con estas iniciativas, redujeron un 10% sus emisiones. 'Los ingredientes suponen un 65% de nuestras emisiones', explica Cañete. La empresa también trabaja con los proveedores para que adopten prácticas verdes en sus granjas
Después, implantaron energías renovables en sus fábricas hasta el punto de que, en su planta de Holanda han conseguido reducir un 89% las emisiones gracias al suministro de energía eólica y solar. En el conjunto de sus fábricas de Europa, la reducción es del 26% y en las estadounidenses, del 32%. Además, invierten en la investigación de una tecnología termo acústica que reduzca la contaminación del refrigerado
siguiendo las reglas de un negocio firme y protestas con lles protestales