ESPERO QUE TES SIRVA ESTA RESPUESTA PERO SI NO SIRVE PERDON
Podemos pensar en la conformación de una nueva estructura agraria en América Latina, constituida por cuatro sectores de diferente peso según el lugar que ocupan en los respectivos procesos productivos: los campesinos y los grupos indígenas; los pequeños productores; los empresarios semi-independientes y las grandes empresas integradas.
De seguir la tendencia actual, el cuarto grupo intentará dominar a los otros tres, sobre todo interesados en los pequeños productores y los empresarios como integrantes de la cadena productiva agro-industrial. Esa misma tendencia a la concentración tratará de formar una reserva de mano de obra con los campesinos y los indígenas, destinados en ese esquema a ocupar las posiciones más desafortunadas como trabajadores temporarios no calificados. Ciudad y Campo continuarán su proceso de interrelación, con una previsible pérdida de autonomía del sector agrario en manos del sector industrial y financiero, que tratará de incluir al campo en los mercados globales.
Se puede prever una mayor especialización en la producción de algunos bienes específicos y un gradual retroceso del sector alimentario local y regional, con la sola excepción del crecimiento de nichos de productos orgánicos que también responden a los mercados globales de alimentos.
En las últimas décadas han aparecido muchas preocupaciones relacionadas con el futuro del campo, su ambiente y su población. Entre ellas se pueden mencionar la necesidad de llegar a una producción sostenible por la vía de la agro- ecología, el papel que cumplen las organizaciones no gubernamentales y la necesidad de un comercio justo (Reboratti: 2009).
ESPERO QUE TES SIRVA ESTA RESPUESTA PERO SI NO SIRVE PERDON
Podemos pensar en la conformación de una nueva estructura agraria en América Latina, constituida por cuatro sectores de diferente peso según el lugar que ocupan en los respectivos procesos productivos: los campesinos y los grupos indígenas; los pequeños productores; los empresarios semi-independientes y las grandes empresas integradas.
De seguir la tendencia actual, el cuarto grupo intentará dominar a los otros tres, sobre todo interesados en los pequeños productores y los empresarios como integrantes de la cadena productiva agro-industrial. Esa misma tendencia a la concentración tratará de formar una reserva de mano de obra con los campesinos y los indígenas, destinados en ese esquema a ocupar las posiciones más desafortunadas como trabajadores temporarios no calificados. Ciudad y Campo continuarán su proceso de interrelación, con una previsible pérdida de autonomía del sector agrario en manos del sector industrial y financiero, que tratará de incluir al campo en los mercados globales.
Se puede prever una mayor especialización en la producción de algunos bienes específicos y un gradual retroceso del sector alimentario local y regional, con la sola excepción del crecimiento de nichos de productos orgánicos que también responden a los mercados globales de alimentos.
En las últimas décadas han aparecido muchas preocupaciones relacionadas con el futuro del campo, su ambiente y su población. Entre ellas se pueden mencionar la necesidad de llegar a una producción sostenible por la vía de la agro- ecología, el papel que cumplen las organizaciones no gubernamentales y la necesidad de un comercio justo (Reboratti: 2009).