¿En qué se parece la transmisión de virus y bacterias causantes de las enfermedades respiratorias con la trasmisión del coronavirus causante de la COVID-19?
Las bacterias son organismos unicelulares que obtienen sus nutrientes del ambiente en el que viven. Pueden causar problemas, como las caries, las infecciones del tracto urinario, de oído o la faringitis estreptocócica, por mencionar algunos ejemplos. Pero las bacterias no siempre producen enfermedades: algunas de ellas poseen una acción beneficiosa y, por ejemplo, contribuyen al buen funcionamiento del sistema digestivo, ayudando a procesar y obtener los nutrientes de los alimentos e impidiendo que entren bacterias nocivas en su interior. Inclusive, algunos tipos de bacterias son utilizados para fabricar medicamentos o vacunas que salvan vidas.
¿Qué son los virus?
Los virus son más pequeños que las bacterias. No son células completas: sólo son material genético empaquetado dentro de una cubierta proteica. Necesitan otras estructuras celulares para reproducirse, lo que significa que no pueden sobrevivir por sí solos salvo que vivan dentro de otros organismos vivos como humanos, plantas o animales.
Tienen una gran capacidad de mutación y esto no significa que necesariamente se vuelva más agresivo, sino que ha cambiado su material genético, es decir, la estructura de su genoma viral ubicado en el interior de la partícula que puede ser ADN (ácido desoxirribonucleico) o ARN (ácido ribonucleico).
Los virus también presentan un alto poder de contagio, llegando a provocar pandemias, cuando una enfermedad epidémica se extiende a muchos países, tal como sucede con la enfermedad COVID-19.
Explicación:
DIFERENCIAS ENTRE VIRUS Y BACTERIAS
VIRUS
Diferencias entre ellos. Para empezar, “un virus es un agente infeccioso intracelular, que puede ser o no un patógeno y que tiene la capacidad de infectar, de replicarse y de adaptarse, aunque no siempre causa enfermedades”, describe a CuídatePlus José Antonio López, profesor titular de Microbiología en el Departamento de Biología Molecular
Los virus “necesitan de huéspedes vivos (humanos, animales o plantas) para poder multiplicarse y sobrevivir, ya que carecen de mecanismos propios”
Por su parte, las bacterias son organismos procariotas, es decir, que no tienen núcleo verdadero. “Muchas de ellas suelen localizarse en ciertas partes del cuerpo humano, llamándose flora saprofita, que comprende diferentes tipos de microorganismos según el lugar donde se encuentren”
BACTERIAS
Es importante señalar que “las bacterias no siempre causan enfermedades y que muchas veces protegen al organismo contra otras infecciones causadas por otros microorganismos”, apunta Tomas. De hecho, “vivimos con más bacterias que células en el cuerpo”, según López. “Tenemos casi dos kilos de bacterias en nuestro cuerpo conviviendo pacíficamente”. El problema aparece cuando son patógenas.
La forma de infectar de las bacterias y los virus también es diferente. Las bacterias tienen la propiedad de crecer y reproducirse por sí mismas, “no necesitan infectar una célula, simplemente entran en el organismo, se dividen y producen toxinas o colonizan un tejido, causando la patología”, informa López. Pero, como recuerda el experto, “sólo en algunos casos llegan a ocasionar enfermedades”.
De hecho, según el experto de la Seimc, “en cierta medida se puede decir que el organismo precisa de las bacterias para funcionar correctamente”, a diferencia de los virus que “en ningún caso pueden ser considerados como beneficiosos para el organismo”.
Respuesta:
Las bacterias son organismos unicelulares que obtienen sus nutrientes del ambiente en el que viven. Pueden causar problemas, como las caries, las infecciones del tracto urinario, de oído o la faringitis estreptocócica, por mencionar algunos ejemplos. Pero las bacterias no siempre producen enfermedades: algunas de ellas poseen una acción beneficiosa y, por ejemplo, contribuyen al buen funcionamiento del sistema digestivo, ayudando a procesar y obtener los nutrientes de los alimentos e impidiendo que entren bacterias nocivas en su interior. Inclusive, algunos tipos de bacterias son utilizados para fabricar medicamentos o vacunas que salvan vidas.
Los virus son más pequeños que las bacterias. No son células completas: sólo son material genético empaquetado dentro de una cubierta proteica. Necesitan otras estructuras celulares para reproducirse, lo que significa que no pueden sobrevivir por sí solos salvo que vivan dentro de otros organismos vivos como humanos, plantas o animales.
Tienen una gran capacidad de mutación y esto no significa que necesariamente se vuelva más agresivo, sino que ha cambiado su material genético, es decir, la estructura de su genoma viral ubicado en el interior de la partícula que puede ser ADN (ácido desoxirribonucleico) o ARN (ácido ribonucleico).
Los virus también presentan un alto poder de contagio, llegando a provocar pandemias, cuando una enfermedad epidémica se extiende a muchos países, tal como sucede con la enfermedad COVID-19.
Explicación:
DIFERENCIAS ENTRE VIRUS Y BACTERIAS
Diferencias entre ellos. Para empezar, “un virus es un agente infeccioso intracelular, que puede ser o no un patógeno y que tiene la capacidad de infectar, de replicarse y de adaptarse, aunque no siempre causa enfermedades”, describe a CuídatePlus José Antonio López, profesor titular de Microbiología en el Departamento de Biología Molecular
Los virus “necesitan de huéspedes vivos (humanos, animales o plantas) para poder multiplicarse y sobrevivir, ya que carecen de mecanismos propios”
Por su parte, las bacterias son organismos procariotas, es decir, que no tienen núcleo verdadero. “Muchas de ellas suelen localizarse en ciertas partes del cuerpo humano, llamándose flora saprofita, que comprende diferentes tipos de microorganismos según el lugar donde se encuentren”
Es importante señalar que “las bacterias no siempre causan enfermedades y que muchas veces protegen al organismo contra otras infecciones causadas por otros microorganismos”, apunta Tomas. De hecho, “vivimos con más bacterias que células en el cuerpo”, según López. “Tenemos casi dos kilos de bacterias en nuestro cuerpo conviviendo pacíficamente”. El problema aparece cuando son patógenas.
La forma de infectar de las bacterias y los virus también es diferente. Las bacterias tienen la propiedad de crecer y reproducirse por sí mismas, “no necesitan infectar una célula, simplemente entran en el organismo, se dividen y producen toxinas o colonizan un tejido, causando la patología”, informa López. Pero, como recuerda el experto, “sólo en algunos casos llegan a ocasionar enfermedades”.
De hecho, según el experto de la Seimc, “en cierta medida se puede decir que el organismo precisa de las bacterias para funcionar correctamente”, a diferencia de los virus que “en ningún caso pueden ser considerados como beneficiosos para el organismo”.
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