Respuesta:
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas fue el instrumento en que se
reconoció explícitamente este principio, planteando además que todos los Estados deberán consultar y cooperar de
buena fe con los pueblos indígenas mediante sus instituciones representativas para obtener el consentimiento libre,
previo e informado. La consulta es, entonces, el medio por el cual los Estados deben llegar a acuerdos y decisiones
que garanticen los derechos de los pueblos indígenas, procurando el entendimiento mutuo y el consenso en la
adopción de decisiones.
En este marco, a lo largo del capítulo se pone especial atención en el análisis de las demandas y experiencias
de autonomía de los pueblos indígenas en América Latina, así como en la evolución de sus organizaciones y la
participación de estas en la realidad social, cultural y política de los países —incluidas las mujeres y los jóvenes—,
y en las formas y resultados de esta participación en el ámbito de las organizaciones internacionales, los organismos
regionales y los espacios de integración regional. La escasa participación de representantes indígenas en los órganos
legislativos de sus respectivos países, por ejemplo, aparece como una muestra fehaciente del largo camino que resta
aún por recorrer para la plena participación de los pueblos indígenas en la institucionalidad de los Estados. Entre las
limitaciones para ello, siguen siendo determinantes las de información, capacidad económica y barreras lingüísticas.
Se retoma, además, en el capítulo la discusión sobre el desarrollo a partir del paradigma del buen vivir o vivir
bien, que se propone como una aproximación novedosa —tanto en la teorización como en la práctica del desarrollo—
sobre escenarios de convivencia futuros. Desde esta perspectiva, el paradigma actual del desarrollo continúa
cargando lastres y deficiencias que serían parte de su misma esencia, tales como el aumento de las desigualdades,
la homogeneización cultural y la degradación medioambiental. De allí surgen las limitaciones de esta categoría para
enmarcar el debate sobre el bienestar y la realización de los derechos de los pueblos indígenas. Mediante la concepción
del buen vivir o vivir bien, los pueblos indígenas de América Latina han posicionado una vivencia, una actitud y
un ideal de vida como un modelo posible de ser seguido para el conjunto de la sociedad, basado en los derechos y
la cooperación.
La cuestión demográfica es muy relevante en la organización del Estado y en la planificación del desarrollo.
Venezuela (República Bolivariana de), que debido a la presión sobre los recursos naturales en sus territorios o zonas
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Respuesta:
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas fue el instrumento en que se
reconoció explícitamente este principio, planteando además que todos los Estados deberán consultar y cooperar de
buena fe con los pueblos indígenas mediante sus instituciones representativas para obtener el consentimiento libre,
previo e informado. La consulta es, entonces, el medio por el cual los Estados deben llegar a acuerdos y decisiones
que garanticen los derechos de los pueblos indígenas, procurando el entendimiento mutuo y el consenso en la
adopción de decisiones.
En este marco, a lo largo del capítulo se pone especial atención en el análisis de las demandas y experiencias
de autonomía de los pueblos indígenas en América Latina, así como en la evolución de sus organizaciones y la
participación de estas en la realidad social, cultural y política de los países —incluidas las mujeres y los jóvenes—,
y en las formas y resultados de esta participación en el ámbito de las organizaciones internacionales, los organismos
regionales y los espacios de integración regional. La escasa participación de representantes indígenas en los órganos
legislativos de sus respectivos países, por ejemplo, aparece como una muestra fehaciente del largo camino que resta
aún por recorrer para la plena participación de los pueblos indígenas en la institucionalidad de los Estados. Entre las
limitaciones para ello, siguen siendo determinantes las de información, capacidad económica y barreras lingüísticas.
Se retoma, además, en el capítulo la discusión sobre el desarrollo a partir del paradigma del buen vivir o vivir
bien, que se propone como una aproximación novedosa —tanto en la teorización como en la práctica del desarrollo—
sobre escenarios de convivencia futuros. Desde esta perspectiva, el paradigma actual del desarrollo continúa
cargando lastres y deficiencias que serían parte de su misma esencia, tales como el aumento de las desigualdades,
la homogeneización cultural y la degradación medioambiental. De allí surgen las limitaciones de esta categoría para
enmarcar el debate sobre el bienestar y la realización de los derechos de los pueblos indígenas. Mediante la concepción
del buen vivir o vivir bien, los pueblos indígenas de América Latina han posicionado una vivencia, una actitud y
un ideal de vida como un modelo posible de ser seguido para el conjunto de la sociedad, basado en los derechos y
la cooperación.
La cuestión demográfica es muy relevante en la organización del Estado y en la planificación del desarrollo.
Venezuela (República Bolivariana de), que debido a la presión sobre los recursos naturales en sus territorios o zonas