En los últimos diez años las muertes relacionadas con motociclistas se dispararon en América Latina: de 3.209 registradas en 1998, se pasó a 10.505 en el 2010. Es decir, crecieron un 227 por ciento. En total, en ese periodo de tiempo, 144.070 personas perdieron la vida en accidentes con estos vehículos.
Este es uno de los datos revelados en el estudio 'Tendencias de heridas fatales en las Américas 1999-2010', publicado en la Revista Internacional de Control de Lesiones y Promoción de la Seguridad y llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De acuerdo con la investigación, los hombres son los mayores usuarios de motocicletas en la región y aquellos entre los 25 y los 34 años de edad son las víctimas principales. Ellos tiene, además, un riesgo relativo de muerte 7,8 veces mayor que las mujeres.
Uno de los datos que más llaman la atención es el hecho de que Colombia se sitúa, con 3,6 muertes por cada 100 mil habitantes, como el país con la mayor tasa de mortalidad de motociclistas en América Latina, seguido por Brasil con 2,9, Paraguay con 2,5 y Suriname con 2,2. Chile y Ecuador tienen las tasas más bajas de la región, con 0,2. En el país, entre 1998 y el 2010 han muerto 16.557 conductores de estos vehículos.
De acuerdo con Eugenia Rodrigues, asesora regional de Seguridad Vial de la OPS/OMS y una de las autoras del estudio, "los recientes cambios económicos, el rápido incremento de las tasas de motorización, la asequibilidad de las motocicletas por sobre el transporte público, la falta de políticas de transporte público adecuado y otras medidas suficientes para mejorar la seguridad, pueden explicar estas tendencias".
El estudio también reveló que las lesiones relacionadas con el tráfico son la causa número uno de muerte entre los niños de 5 a 14 años y la segunda causa entre los jóvenes y adultos entre 15 y 44 años. En el 2010 se produjeron 149.992 muertes relacionadas con el tráfico en las Américas y se estima que cinco millones de personas resultaron heridas. Los motociclistas representaron el 15 por ciento de los fallecimientos.
El informe advierte que los conductores de moto son especialmente vulnerables a las lesiones debido a las altas velocidades que pueden adquirir; esto se suma a las pequeñas estructuras vehiculares que ofrecen poca protección y reducen la posibilidad de ser vistas en el tráfico, por lo que los conductores involucrados en colisiones tienen más probabilidades de morir o, al menos, resultar gravemente heridos por lesiones de la cabeza, el pecho y las piernas.
Resalta también que el 40,6 por ciento de los países de la región, es decir, menos de la mitad, tienen una ley de uso del casco, que implica que deben ser usados por todos los pasajeros de todas las edades en todos los tipos de vehículos motorizados de dos ruedas, en todas las carreteras, y cumplir con normas de seguridad específicas.
Para revertir esta tendencia fatal se recomienda tomar una serie de medidas como el desarrollo y aplicación de las normas estándares de seguridad de la motocicleta, leyes integrales para el uso del casco por parte de los todos los pasajeros, carriles exclusivos para motocicletas, controles a los límites de velocidad y de la calidad y seguridad de este tipo de vehículos, y políticas que incentiven el uso de transporte público.
Se estima que en las Américas hay 422 millones de vehículos matriculados, de los cuales 38 millones, aproximadamente, son motocicletas.
En los últimos diez años las muertes relacionadas con motociclistas se dispararon en América Latina: de 3.209 registradas en 1998, se pasó a 10.505 en el 2010. Es decir, crecieron un 227 por ciento. En total, en ese periodo de tiempo, 144.070 personas perdieron la vida en accidentes con estos vehículos.
Este es uno de los datos revelados en el estudio 'Tendencias de heridas fatales en las Américas 1999-2010', publicado en la Revista Internacional de Control de Lesiones y Promoción de la Seguridad y llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De acuerdo con la investigación, los hombres son los mayores usuarios de motocicletas en la región y aquellos entre los 25 y los 34 años de edad son las víctimas principales. Ellos tiene, además, un riesgo relativo de muerte 7,8 veces mayor que las mujeres.
Uno de los datos que más llaman la atención es el hecho de que Colombia se sitúa, con 3,6 muertes por cada 100 mil habitantes, como el país con la mayor tasa de mortalidad de motociclistas en América Latina, seguido por Brasil con 2,9, Paraguay con 2,5 y Suriname con 2,2. Chile y Ecuador tienen las tasas más bajas de la región, con 0,2. En el país, entre 1998 y el 2010 han muerto 16.557 conductores de estos vehículos.
De acuerdo con Eugenia Rodrigues, asesora regional de Seguridad Vial de la OPS/OMS y una de las autoras del estudio, "los recientes cambios económicos, el rápido incremento de las tasas de motorización, la asequibilidad de las motocicletas por sobre el transporte público, la falta de políticas de transporte público adecuado y otras medidas suficientes para mejorar la seguridad, pueden explicar estas tendencias".
El estudio también reveló que las lesiones relacionadas con el tráfico son la causa número uno de muerte entre los niños de 5 a 14 años y la segunda causa entre los jóvenes y adultos entre 15 y 44 años. En el 2010 se produjeron 149.992 muertes relacionadas con el tráfico en las Américas y se estima que cinco millones de personas resultaron heridas. Los motociclistas representaron el 15 por ciento de los fallecimientos.
El informe advierte que los conductores de moto son especialmente vulnerables a las lesiones debido a las altas velocidades que pueden adquirir; esto se suma a las pequeñas estructuras vehiculares que ofrecen poca protección y reducen la posibilidad de ser vistas en el tráfico, por lo que los conductores involucrados en colisiones tienen más probabilidades de morir o, al menos, resultar gravemente heridos por lesiones de la cabeza, el pecho y las piernas.
Resalta también que el 40,6 por ciento de los países de la región, es decir, menos de la mitad, tienen una ley de uso del casco, que implica que deben ser usados por todos los pasajeros de todas las edades en todos los tipos de vehículos motorizados de dos ruedas, en todas las carreteras, y cumplir con normas de seguridad específicas.
Para revertir esta tendencia fatal se recomienda tomar una serie de medidas como el desarrollo y aplicación de las normas estándares de seguridad de la motocicleta, leyes integrales para el uso del casco por parte de los todos los pasajeros, carriles exclusivos para motocicletas, controles a los límites de velocidad y de la calidad y seguridad de este tipo de vehículos, y políticas que incentiven el uso de transporte público.
Se estima que en las Américas hay 422 millones de vehículos matriculados, de los cuales 38 millones, aproximadamente, son motocicletas.