La vida política empieza a desconocer toda autoridad, justamente, al momento que tenemos una ausencia en la personificación del poder. Un ejemplo a citar, claro para explicar dicho fenómeno, es el neo-liberalismo argentino de los ’90, que culminó con la destitución política de Fernando de la Rúa, en el 2001. En efecto, puesto que De la Rúa era un presidente incompetente, la población argentina deslegitimó su posición como Jefe de Estado y entró en una instancia de semi-anarquía.
La vida política empieza a desconocer toda autoridad, justamente, al momento que tenemos una ausencia en la personificación del poder. Un ejemplo a citar, claro para explicar dicho fenómeno, es el neo-liberalismo argentino de los ’90, que culminó con la destitución política de Fernando de la Rúa, en el 2001. En efecto, puesto que De la Rúa era un presidente incompetente, la población argentina deslegitimó su posición como Jefe de Estado y entró en una instancia de semi-anarquía.