El 28 de septiembre de 1841 se instaló una Junta Provisional de Gobierno, encargada de redactar el Acta de Revolucionaria y de organizar un congreso que decidiera la forma de gobierno para el país.
La situación era complicada (carisima por cierto). Habían muerto seiscientos mil hombres: casi la décima parte de la población y la mitad de los que trabajaban. Minas, campos y fábricas estaban abandonados; casi nadie pagaba impuestos y los gastos del gobierno aumentaban día con día, sobre todo para mantener al ejército.
El 28 de septiembre de 1841 se instaló una Junta Provisional de Gobierno, encargada de redactar el Acta de Revolucionaria y de organizar un congreso que decidiera la forma de gobierno para el país.
La situación era complicada (carisima por cierto). Habían muerto seiscientos mil hombres: casi la décima parte de la población y la mitad de los que trabajaban. Minas, campos y fábricas estaban abandonados; casi nadie pagaba impuestos y los gastos del gobierno aumentaban día con día, sobre todo para mantener al ejército.