La economía brasileña, que, a partir de los años 50, basara su desarrollo en la sustitución de importaciones, vía instrumentos tarifarios, cambiarios y crediticios, sufre, a raíz del golpe militar de 1964, un brusco viraje en la política económica, el cual se extiende por todo el primer gobierno castrense (1964-1967). Es cuando se plantea la conversión del país en economía industrial-exportadora, a cuyo efecto se comprimen los salarios, se unifican las tasas de cambio, se rebajan los aranceles, se redirecciona el crédito estatal, se modifica la política de precios públicos y se pone en práctica una política exterior de corte subimperialista.
La insatisfacción de las clases medias y sectores populares, así como de fracciones burguesas desplazadas, con la política dicha de promoción de exportaciones dio origen a una activa resistencia al proyecto burgués-militar, que fortaleció a la izquierda y alcanzó su máxima expresión en las guerrillas urbanas y rurales que se desarrollaron entonces en el país, las cuales fueron enfrentadas sin contemplaciones por la dictadura, mediante un régimen de terror. Tras atravesar una dura recesión (1964-1966), la economía ajústase al nuevo patrón económico, retoma su crecimiento y comienza a salir al exterior, en un proceso que quedó conocido como "milagro económico" (1968-1973).
La economía brasileña, que, a partir de los años 50, basara su desarrollo en la sustitución de importaciones, vía instrumentos tarifarios, cambiarios y crediticios, sufre, a raíz del golpe militar de 1964, un brusco viraje en la política económica, el cual se extiende por todo el primer gobierno castrense (1964-1967). Es cuando se plantea la conversión del país en economía industrial-exportadora, a cuyo efecto se comprimen los salarios, se unifican las tasas de cambio, se rebajan los aranceles, se redirecciona el crédito estatal, se modifica la política de precios públicos y se pone en práctica una política exterior de corte subimperialista.
La insatisfacción de las clases medias y sectores populares, así como de fracciones burguesas desplazadas, con la política dicha de promoción de exportaciones dio origen a una activa resistencia al proyecto burgués-militar, que fortaleció a la izquierda y alcanzó su máxima expresión en las guerrillas urbanas y rurales que se desarrollaron entonces en el país, las cuales fueron enfrentadas sin contemplaciones por la dictadura, mediante un régimen de terror. Tras atravesar una dura recesión (1964-1966), la economía ajústase al nuevo patrón económico, retoma su crecimiento y comienza a salir al exterior, en un proceso que quedó conocido como "milagro económico" (1968-1973).