El Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín comparte con ustedes una invitación a la lectura de ese cielo incendiado que Gloria Cecilia Díaz, escritora colombiana, nos presenta en su obra El sol de los venados.
"El cielo poco a poco se ponía rojo, como si hubiera un incendio allá arriba. Eso es lo que la madre de Jana llamaba el sol de los venados, eso es lo que ponía tan feliz a la niña cuando observaba el mundo con sus ojos de 10 años”.
Este fragmento de la obra El sol de los venados nos devela el retrato de una sociedad injusta y desigual desde la mirada inocente y certera de su protagonista: Jana, niña quien narra las historias que le ocurren a su familia en un pueblo en el que los atardeceres rojos son el mayor atractivo. Con esa capacidad propia de los niños para percibir el mundo, Jana hace que los lectores veamos a través de sus ojos los acontecimientos familiares y sociales, tal como ella los percibe. Así, nos muestra sus sentimientos sobre la familia, la amistad, el amor, la situación económica de su familia, e incluso la muerte; también nos deja ver su dificultad para aprender matemáticas y la relación que poco a poco va estableciendo con la literatura gracias a su mejor amigo; todo transcurre de una manera natural, hasta que un día su vida cambia drásticamente y ese color rojo en el cielo adquiere para ella un nuevo significado.
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El Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín comparte con ustedes una invitación a la lectura de ese cielo incendiado que Gloria Cecilia Díaz, escritora colombiana, nos presenta en su obra El sol de los venados.
"El cielo poco a poco se ponía rojo, como si hubiera un incendio allá arriba. Eso es lo que la madre de Jana llamaba el sol de los venados, eso es lo que ponía tan feliz a la niña cuando observaba el mundo con sus ojos de 10 años”.
Este fragmento de la obra El sol de los venados nos devela el retrato de una sociedad injusta y desigual desde la mirada inocente y certera de su protagonista: Jana, niña quien narra las historias que le ocurren a su familia en un pueblo en el que los atardeceres rojos son el mayor atractivo. Con esa capacidad propia de los niños para percibir el mundo, Jana hace que los lectores veamos a través de sus ojos los acontecimientos familiares y sociales, tal como ella los percibe. Así, nos muestra sus sentimientos sobre la familia, la amistad, el amor, la situación económica de su familia, e incluso la muerte; también nos deja ver su dificultad para aprender matemáticas y la relación que poco a poco va estableciendo con la literatura gracias a su mejor amigo; todo transcurre de una manera natural, hasta que un día su vida cambia drásticamente y ese color rojo en el cielo adquiere para ella un nuevo significado.