. En la actualidad, en Colombia las personas dedicadas a la agricultura y la ganadería cada vez son menos. ¿A qué crees que se debe esta disminución? ayuda plis doy coronita
La principal causa de la deforestación en territorio colombiano es la expansión de la frontera agropecuaria.
¿Qué impactos ambientales se generan con las actividades pecuarias de pastoreo? ¿Qué porcentaje de la deforestación en el país se debe a la actividad ganadera?
La ganadería representa una de las actividades más importantes en Colombia, no solo por sus aportes directos en la alimentación, sino por todas aquellas actividades derivadas a partir de la transformación de sus productos. La actividad ganadera contribuye a la economía local generando empleo y utilidades al sector rural, además de su papel indirecto en la producción industrial.
Sin embargo, el establecimiento de la ganadería en el territorio colombiano tiene un alto costo ambiental. Pérdida de hábitats naturales, fragmentación de ecosistemas y disminución en la productividad de los suelos se cuentan dentro de las consecuencias del modelo ganadero que actualmente prospera en el país.
Un poco de historia
La explotación ganadera, que desde el siglo XIX se concentró en los climas cálidos estacionales de sabana y en las zonas de bosque seco tropical de la región Caribe y de los valles interandinos, ha sido la principal causa de la pérdida de la cobertura de los bosques secos tropicales en Colombia.
La ganadería se inició en América aprovechando los ecosistemas de sabanas naturales presentes en varias regiones del Caribe, la Orinoquia y la Pampa argentina. Poco a poco avanzaría acompañando los desmontes de los bosques de los ecosistemas secos y húmedos, así como las laderas de las montañas y los altiplanos. Los animales traídos de la península ibérica con el paso del tiempo se fueron adaptando a las nuevas condiciones y varios núcleos se transformaron en razas criollas.
Terneros de levante tipo leche en una finca de Honda, departamento de Tolima. Foto de Guillermo Rico.
Terneros de levante tipo leche en una finca de Honda, departamento de Tolima. Foto de Guillermo Rico.
Para finales del siglo XIX y comienzos del XX se dieron las primeras importaciones de animales de razas europeas especializadas en la producción de leche o carne como Shorthorn, Aberdeen Angus, Holstein, Charolais y Normando. En paralelo se dio la introducción de gramíneas africanas como el puntero (Hyparrhenia rufa), gordura o yaraguá (Melinis minutiflora) y guinea (Panicum maximum) caracterizadas por su agresividad, tolerancia al fuego y capacidad de producir semillas de fácil multiplicación en grandes cantidades.
La introducción del tipo de ganado fue diferencial dependiendo de las características agroambientales de las regiones. Fue así como razas como el ganado Brahman se introdujeron en las zonas bajas con climas extremos producto de largas sequías, altas temperaturas o exceso de lluvias; mientras que en las regiones de alta montaña y altiplanos como la sabana de Bogotá, donde el clima más moderado, se inició la crianza de razas europeas especializadas en conjunto con el establecimiento de pasturas foráneas como kikuyo (Pennisetum clandestinum) y falsa poa (Holcus lanatus). Con el tiempo estos animales de pastoreo fueron determinantes para consolidar el modelo político y económico de control del territorio a través de la propiedad privada y consolidar el hato ganadero que ronda los 23 millones de cabezas de ganado vacuno.
Conservación y desarrollo
De acuerdo con Jorge Triana, veterinario e investigador de la Universidad de la Salle, “la producción agropecuaria es necesaria para el desarrollo de un país, sin embargo estas actividades hacen un uso intensivo de los recursos. Actualmente, hay más incentivos para las actividades agropecuarias que los existentes para conservación, o simplemente es más rentable producir que conservar”.
La ganadería basada en pastoreo, también conocida como de tipo extensivo, ha realizado el mayor cambio en los paisajes rurales y debe reconocerse como un proceso de enormes repercusiones ambientales y sociales.
Lee más | En Bogotá existe un lugar donde salvan miles de animales silvestres al año
Para Javier González, veterinario e investigador de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, los ecosistemas naturales se han visto afectados por los sistemas productivos, “desde el establecimiento de ganaderías de engorde en los llanos orientales, Magdalena medio o la Costa Atlántica, hasta lecherías especializadas en zonas de páramo y alta montaña en los Andes”.
Todo esto ha sido en gran parte producto del modelo productivo establecido en el país. “La concepción de la producción agropecuaria nacida a mediados del siglo XX, define que toda planta diferente al pasto se considera maleza, así se inicia la deforestación y con ella las afectaciones sobre el suelo que producen la pérdida de fuentes de agua, biodiversidad y fertilidad, entre otros”, le dijo González a Mongabay Latam.
Respuesta:
La principal causa de la deforestación en territorio colombiano es la expansión de la frontera agropecuaria.
¿Qué impactos ambientales se generan con las actividades pecuarias de pastoreo? ¿Qué porcentaje de la deforestación en el país se debe a la actividad ganadera?
La ganadería representa una de las actividades más importantes en Colombia, no solo por sus aportes directos en la alimentación, sino por todas aquellas actividades derivadas a partir de la transformación de sus productos. La actividad ganadera contribuye a la economía local generando empleo y utilidades al sector rural, además de su papel indirecto en la producción industrial.
Sin embargo, el establecimiento de la ganadería en el territorio colombiano tiene un alto costo ambiental. Pérdida de hábitats naturales, fragmentación de ecosistemas y disminución en la productividad de los suelos se cuentan dentro de las consecuencias del modelo ganadero que actualmente prospera en el país.
Un poco de historia
La explotación ganadera, que desde el siglo XIX se concentró en los climas cálidos estacionales de sabana y en las zonas de bosque seco tropical de la región Caribe y de los valles interandinos, ha sido la principal causa de la pérdida de la cobertura de los bosques secos tropicales en Colombia.
La ganadería se inició en América aprovechando los ecosistemas de sabanas naturales presentes en varias regiones del Caribe, la Orinoquia y la Pampa argentina. Poco a poco avanzaría acompañando los desmontes de los bosques de los ecosistemas secos y húmedos, así como las laderas de las montañas y los altiplanos. Los animales traídos de la península ibérica con el paso del tiempo se fueron adaptando a las nuevas condiciones y varios núcleos se transformaron en razas criollas.
Terneros de levante tipo leche en una finca de Honda, departamento de Tolima. Foto de Guillermo Rico.
Terneros de levante tipo leche en una finca de Honda, departamento de Tolima. Foto de Guillermo Rico.
Para finales del siglo XIX y comienzos del XX se dieron las primeras importaciones de animales de razas europeas especializadas en la producción de leche o carne como Shorthorn, Aberdeen Angus, Holstein, Charolais y Normando. En paralelo se dio la introducción de gramíneas africanas como el puntero (Hyparrhenia rufa), gordura o yaraguá (Melinis minutiflora) y guinea (Panicum maximum) caracterizadas por su agresividad, tolerancia al fuego y capacidad de producir semillas de fácil multiplicación en grandes cantidades.
La introducción del tipo de ganado fue diferencial dependiendo de las características agroambientales de las regiones. Fue así como razas como el ganado Brahman se introdujeron en las zonas bajas con climas extremos producto de largas sequías, altas temperaturas o exceso de lluvias; mientras que en las regiones de alta montaña y altiplanos como la sabana de Bogotá, donde el clima más moderado, se inició la crianza de razas europeas especializadas en conjunto con el establecimiento de pasturas foráneas como kikuyo (Pennisetum clandestinum) y falsa poa (Holcus lanatus). Con el tiempo estos animales de pastoreo fueron determinantes para consolidar el modelo político y económico de control del territorio a través de la propiedad privada y consolidar el hato ganadero que ronda los 23 millones de cabezas de ganado vacuno.
Conservación y desarrollo
De acuerdo con Jorge Triana, veterinario e investigador de la Universidad de la Salle, “la producción agropecuaria es necesaria para el desarrollo de un país, sin embargo estas actividades hacen un uso intensivo de los recursos. Actualmente, hay más incentivos para las actividades agropecuarias que los existentes para conservación, o simplemente es más rentable producir que conservar”.
La ganadería basada en pastoreo, también conocida como de tipo extensivo, ha realizado el mayor cambio en los paisajes rurales y debe reconocerse como un proceso de enormes repercusiones ambientales y sociales.
Lee más | En Bogotá existe un lugar donde salvan miles de animales silvestres al año
Para Javier González, veterinario e investigador de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, los ecosistemas naturales se han visto afectados por los sistemas productivos, “desde el establecimiento de ganaderías de engorde en los llanos orientales, Magdalena medio o la Costa Atlántica, hasta lecherías especializadas en zonas de páramo y alta montaña en los Andes”.
Todo esto ha sido en gran parte producto del modelo productivo establecido en el país. “La concepción de la producción agropecuaria nacida a mediados del siglo XX, define que toda planta diferente al pasto se considera maleza, así se inicia la deforestación y con ella las afectaciones sobre el suelo que producen la pérdida de fuentes de agua, biodiversidad y fertilidad, entre otros”, le dijo González a Mongabay Latam.