La Fiebre del caucho es la denominación dada a una parte importante de la historia económica y social de países con territorios amazónicos, como Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador y Venezuela. Este hecho estuvo relacionado con la extracción y comercialización del caucho. Tuvo como centro la región amazónica, disparando su proceso colonizador, atrayendo riqueza y causando transformaciones culturales y sociales, además de dar gran impulso a ciudades amazónicas como Iquitos en el Perú y en especial las ciudades brasileñas de Belém y Manaos.
La fiebre del caucho vivió su auge entre 1879 y 1912, experimentando un renacimiento entre los años 1942 y 1945. El descubrimiento de la vulcanización y de la cámara neumática en la década de los años 1850 dio lugar a una "fiebre extractiva del caucho".
Se denomina caucho al jugo o látex de una variedad de plantas o árboles de gran tamaño. Hay diversas variedades de gomas, entre ellas jebe, balata y gutapercha. Los árboles que proveen esta sustancia son las heveas, el guayule, el ficus elástico, y la castilloa ulei, entre otras.
La actividad extractora del caucho se desarrolló en la selva amazónica a partir del árbol del caucho o seringueira (en portugués), un árbol perteneciente a la familia de las Euphorbiaceae, también conocido como árbol de la fortuna. Del tallo de este árbol se extrae un líquido blanco, llamado látex, compuesto en un 35% de hidrocarburos, destacándose el 2-metil-1,3-butadieno (C5H8), comercialmente conocido como isopreno o monómero de caucho.
Los indígenas centroamericanos fueron los primeros en aprovechar las particulares propiedades del caucho natural. La primera fábrica de productos de caucho (bandas elásticas y suspensorios) surgió en la capital francesa, París, en el año 1803.
El látex es una sustancia prácticamente neutra, con un pH de 7,0 a 7,2. Pero cuando se deja expuesta al aire por un periodo de 12 a 24 horas, el pH disminuye a 5,0 y sufre una coagulación espontánea, formando un polímero que es el caucho, representado por la fórmula química (C5H8)n, donde n es del orden de 10 000 y presenta una masa molecular media de 600 000 a 950 000 g/mol.
El caucho, obtenido de esta manera posee una serie de inconvenientes: la exposición al aire provoca que el líquido extraído se contamine con otros materiales (detritus), lo que lo convierte en una sustancia perecedera y pegajosa debido a la acción de la temperatura. Por medio de un proceso industrial, el caucho es tratado y se eliminan las impurezas; luego se somete a un proceso denominado vulcanización, que da como resultado la desaparición de las propiedades indeseables del caucho. De esta manera, el caucho se vuelve imperecedero, resistente a los solventes y a las variaciones de temperatura, adquiriendo excelentes propiedades mecánicas y perdiendo su carácter pegajoso
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La Fiebre del caucho es la denominación dada a una parte importante de la historia económica y social de países con territorios amazónicos, como Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador y Venezuela. Este hecho estuvo relacionado con la extracción y comercialización del caucho. Tuvo como centro la región amazónica, disparando su proceso colonizador, atrayendo riqueza y causando transformaciones culturales y sociales, además de dar gran impulso a ciudades amazónicas como Iquitos en el Perú y en especial las ciudades brasileñas de Belém y Manaos.
La fiebre del caucho vivió su auge entre 1879 y 1912, experimentando un renacimiento entre los años 1942 y 1945. El descubrimiento de la vulcanización y de la cámara neumática en la década de los años 1850 dio lugar a una "fiebre extractiva del caucho".
Se denomina caucho al jugo o látex de una variedad de plantas o árboles de gran tamaño. Hay diversas variedades de gomas, entre ellas jebe, balata y gutapercha. Los árboles que proveen esta sustancia son las heveas, el guayule, el ficus elástico, y la castilloa ulei, entre otras.
La actividad extractora del caucho se desarrolló en la selva amazónica a partir del árbol del caucho o seringueira (en portugués), un árbol perteneciente a la familia de las Euphorbiaceae, también conocido como árbol de la fortuna. Del tallo de este árbol se extrae un líquido blanco, llamado látex, compuesto en un 35% de hidrocarburos, destacándose el 2-metil-1,3-butadieno (C5H8), comercialmente conocido como isopreno o monómero de caucho.
Los indígenas centroamericanos fueron los primeros en aprovechar las particulares propiedades del caucho natural. La primera fábrica de productos de caucho (bandas elásticas y suspensorios) surgió en la capital francesa, París, en el año 1803.
El látex es una sustancia prácticamente neutra, con un pH de 7,0 a 7,2. Pero cuando se deja expuesta al aire por un periodo de 12 a 24 horas, el pH disminuye a 5,0 y sufre una coagulación espontánea, formando un polímero que es el caucho, representado por la fórmula química (C5H8)n, donde n es del orden de 10 000 y presenta una masa molecular media de 600 000 a 950 000 g/mol.
El caucho, obtenido de esta manera posee una serie de inconvenientes: la exposición al aire provoca que el líquido extraído se contamine con otros materiales (detritus), lo que lo convierte en una sustancia perecedera y pegajosa debido a la acción de la temperatura. Por medio de un proceso industrial, el caucho es tratado y se eliminan las impurezas; luego se somete a un proceso denominado vulcanización, que da como resultado la desaparición de las propiedades indeseables del caucho. De esta manera, el caucho se vuelve imperecedero, resistente a los solventes y a las variaciones de temperatura, adquiriendo excelentes propiedades mecánicas y perdiendo su carácter pegajoso