A estas reuniones asistieron el cura Miguel Hidalgo y los militares Ignacio Aldama e Ignacio Allende, entre otros. Los miembros de la conjura planearon una insurrección que comenzaría a principios de diciembre de 1810.
En la Nueva España de principios del siglo XIX, a pesar de existir una fuerte inconformidad por las diferencias sociales, un gran sector de la sociedad no tenía conocimiento sobre lo que sucedía en otras partes del mundo y tampoco el poder económico para hacer estallar una revuelta en contra del gobierno establecido, se requería de una clase social que tuviera esas cualidades: Los criollos eran esa parte de la sociedad, eran intelectuales, miembros de la iglesia, industriales, hacendados o comerciantes, que sí tenían los elementos necesarios para rebelarse en contra del gobierno, entre ellos destacan dos: uno perteneciente al clero Miguel Hidalgo y Costilla quien había nacido en 1753 en la Hacienda de San Diego de Corralejo en la provincia de Guanajuato el que a sus doce años fue a la ciudad de Valladolid, hoy Morelia, para estudiar en el Colegio de San Nicolás en donde recibió educación formal y a los diecisiete años era ya maestro de Filosofía y Teología, dado su habilidad mental le apodaban "El Zorro"; el otro criollo que destacó en los primeros meses de la guerra de independencia fue Ignacio Allende y Unzaga quien había nacido en San Miguel el Grande, hoy San Miguel Allende, en 1769 en el seno de una familia de comerciantes acaudalada, lo que le permitió ingresar al ejército virreinal en 1802, en donde llegó a obtener el grado de capitán.
La diversa formación de estos dos líderes es quizá una de las causas que provocó que el movimiento insurgente fracasara al inicio de la independencia, pues entre ellos surgieron diferencias que debilitaron el mando y control de las tropas rebeldes a grado tal que fueron derrotadas y sus líderes aprehendidos, juzgados y muertos.
En un principio el plan revolucionario tenía como intención establecer juntas de vecinos en las principales poblaciones de las Nueva España para que fueran allegándose simpatizantes a la causa, y prepararse bien para iniciar la insurgencia, pero esto no fue posible pues las autoridades virreinales tuvieron conocimiento del plan y actuaron para detener a los líderes del movimiento, esto provocó que los planes se adelantaran y la revuelta estalló el 16 de septiembre de 1810, en el Pueblo de Dolores Guanajuato.
Ante lo intempestivo del inicio de la insurgencia fue necesario improvisar una tropa mal armada y menos organizada de vecinos y personas de las clases bajas, que encontraban en el rencor alimentado por siglos de explotación un aliciente para cobrarse contra aquellos que identificaban como sus explotadores, los gachupines.
La turba así formada tomó control del Pueblo de Dolores, de ahí llegaron a San Miguel el Grande, sin encontrar resistencia, luego tomaron las ciudades de Celaya y Salamanca y en cada población se le iba sumando más gente, tanto tropas entrenadas como civiles, en la ciudad de Guanajuato los españoles se fortalecieron con las tropas leales a la Corona en la Alhóndiga de Granaditas, un edificio grande de piedra que en aquel tiempo se utilizaba como almacén de grano y centro de comercio; el 28 de septiembre las tropas insurgentes tomaron la ciudad y el edificio en una cruenta masacre de más de trescientos españoles, la mayoría civiles entre los que se contaban mujeres y niños.
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RESPUESTA:
Inicio de la Insurrección de 1810
A estas reuniones asistieron el cura Miguel Hidalgo y los militares Ignacio Aldama e Ignacio Allende, entre otros. Los miembros de la conjura planearon una insurrección que comenzaría a principios de diciembre de 1810.
【ツ】亗 CORONA 亗
en la nueva españa en el siglo xix
En la Nueva España de principios del siglo XIX, a pesar de existir una fuerte inconformidad por las diferencias sociales, un gran sector de la sociedad no tenía conocimiento sobre lo que sucedía en otras partes del mundo y tampoco el poder económico para hacer estallar una revuelta en contra del gobierno establecido, se requería de una clase social que tuviera esas cualidades: Los criollos eran esa parte de la sociedad, eran intelectuales, miembros de la iglesia, industriales, hacendados o comerciantes, que sí tenían los elementos necesarios para rebelarse en contra del gobierno, entre ellos destacan dos: uno perteneciente al clero Miguel Hidalgo y Costilla quien había nacido en 1753 en la Hacienda de San Diego de Corralejo en la provincia de Guanajuato el que a sus doce años fue a la ciudad de Valladolid, hoy Morelia, para estudiar en el Colegio de San Nicolás en donde recibió educación formal y a los diecisiete años era ya maestro de Filosofía y Teología, dado su habilidad mental le apodaban "El Zorro"; el otro criollo que destacó en los primeros meses de la guerra de independencia fue Ignacio Allende y Unzaga quien había nacido en San Miguel el Grande, hoy San Miguel Allende, en 1769 en el seno de una familia de comerciantes acaudalada, lo que le permitió ingresar al ejército virreinal en 1802, en donde llegó a obtener el grado de capitán.
La diversa formación de estos dos líderes es quizá una de las causas que provocó que el movimiento insurgente fracasara al inicio de la independencia, pues entre ellos surgieron diferencias que debilitaron el mando y control de las tropas rebeldes a grado tal que fueron derrotadas y sus líderes aprehendidos, juzgados y muertos.
En un principio el plan revolucionario tenía como intención establecer juntas de vecinos en las principales poblaciones de las Nueva España para que fueran allegándose simpatizantes a la causa, y prepararse bien para iniciar la insurgencia, pero esto no fue posible pues las autoridades virreinales tuvieron conocimiento del plan y actuaron para detener a los líderes del movimiento, esto provocó que los planes se adelantaran y la revuelta estalló el 16 de septiembre de 1810, en el Pueblo de Dolores Guanajuato.
Ante lo intempestivo del inicio de la insurgencia fue necesario improvisar una tropa mal armada y menos organizada de vecinos y personas de las clases bajas, que encontraban en el rencor alimentado por siglos de explotación un aliciente para cobrarse contra aquellos que identificaban como sus explotadores, los gachupines.
La turba así formada tomó control del Pueblo de Dolores, de ahí llegaron a San Miguel el Grande, sin encontrar resistencia, luego tomaron las ciudades de Celaya y Salamanca y en cada población se le iba sumando más gente, tanto tropas entrenadas como civiles, en la ciudad de Guanajuato los españoles se fortalecieron con las tropas leales a la Corona en la Alhóndiga de Granaditas, un edificio grande de piedra que en aquel tiempo se utilizaba como almacén de grano y centro de comercio; el 28 de septiembre las tropas insurgentes tomaron la ciudad y el edificio en una cruenta masacre de más de trescientos españoles, la mayoría civiles entre los que se contaban mujeres y niños.