2.2 Prácticas corporales circenses
2.2.1 Prácticas corporales
En el presente capítulo se elabora un recorrido conceptual sobre el término de prácticas
corporales, citando a ciertos autores con los que se adhiere en sus planteamientos, y por supuesto
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difiriendo con algunas ideas también, para arribar al término de prácticas corporales circenses,
advirtiendo sus características, similitudes y diferencias, entre otros aspectos.
Adhiriendo a Maldonado (2014) se propone abordar el significado de la práctica corporal
desligándolo de la perspectiva netamente biológica puesto que esta mirada lleva a vincularla con la
actividad física. Este concepto está impregnado de connotaciones biológicas, alude a cualquier actividad
o movimiento que produzca un desgaste energético más elevado que el estado de reposo.
Respecto a esta actividad David Beer (2012, citado en Maldonado, 2014) critica al paradigma
biomotriz que considera al movimiento como resultado de estructuras biológicas que le dan sentido
proponiendo una perspectiva expresiva/comunicacional que se aleje de la consideración instrumental del
movimiento. Considera a la Educación Física como un conjunto de relaciones sociales y el vínculo que el
sujeto tiene con su cuerpo, con la alimentación, con los hábitos de vida, con el tiempo libre y con los
servicios sanitarios, entre otros aspectos. El autor difiere del ejercicio físico como actividad física
planificada y repetitiva teniendo como objetivo la mejora o mantenimiento de uno o más componentes de
la condición física que deja de lado el carácter vivencial y social.
A partir de un enfoque antropológico, Marcel Mauss (1979, citado en Maldonado, 2014) hace
referencia a “técnicas corporales como determinadas prácticas corporales consideradas eficaces que
cada pueblo realiza de manera tradicional teniendo en cuenta los sexos, la edad, el rendimiento y la
transmisión de las formas técnicas”. De este modo, alude a técnicas de la actividad y del movimiento, que
requieren un cierto entrenamiento y repercute en la constitución del cuerpo, el cual es influenciado por las
creencias, prácticas y reglas de la sociedad. La práctica corporal siguiendo a Mauss, se vincula a la
cultura del cuerpo en cuanto establece relaciones con el conjunto de las expresiones propias de una
sociedad, siendo el cuerpo el lugar donde se manifiestan las representaciones sociales.
Es importante diferenciar cultura corporal de cultura física, porque esta última expresión nos lleva
a equiparar al cuerpo con lo físico como objeto orgánico, desvinculado de lo ontológicamente humano. Se
toma como referencia también a Galvis Arias (2009, citada en Maldonado, 2014), cuando define a las
prácticas corporales como “expresiones culturales e históricas de lo humano en búsqueda de procesos
creativos, comunicativos, de socialización, de control y reconocimiento que se pronuncian a través de las
prácticas deportivas, lúdicas, recreativas, artísticas, de expresión corporal y de ocio” (p. 2-14).
Al decir de Furlán (1996) “pueden comunicarse en el lenguaje de la danza, de la mímica, del
juego con reglas (…) Tal vez se requiera defender la naturaleza políglota del cuerpo en movimiento”
(p.7), intentando arribar a prácticas que abarquen diferentes lenguajes. Se considera que ciertas formas
expresivas de la cultura suelen ser elementos especialmente reflexivos acerca de la propia sociedad. El
cuerpo tiene un rol activo ya que genera las experiencias a las que luego se le atribuirán significados
(Infantino, 2009). El hacer algo artístico con el cuerpo, para muchos jóvenes se presenta como la
posibilidad de apartarse de la alienación que provoca las condiciones opresivas de la vida cotidiana. Se
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plantean las prácticas corporales circenses como un lenguaje original y creativo, que permite nuevas
formas de comunicación corporal, alejada de la práctica predominantemente deportiva.
2.2.2 Los cuerpos circenses
Cuando se habla de Circo se habla también de cuerpos circenses. En este sentido, Infantino
(2009) aborda los modos en que la corporalidad se constituye en uno de los medios de expresión e
identidad de los grupos sociales, manifestándose a través de sus experiencias corporales, la manera
particular llevar adelante práctica artística y laboral, su propio cuerpo. Se muestra la manera en que esos
cuerpos pueden reproducir concepciones hegemónicas de corporalidad, proponiendo la necesidad de
pensar estos procesos de otra manera, prestando atención a los sujetos que negocian, cuestionan y/o
resisten.
Infantino (2009) analiza la manera cómo los sujetos se relacionan con sus cuerpos, cómo los
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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2.2 Prácticas corporales circenses
2.2.1 Prácticas corporales
En el presente capítulo se elabora un recorrido conceptual sobre el término de prácticas
corporales, citando a ciertos autores con los que se adhiere en sus planteamientos, y por supuesto
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difiriendo con algunas ideas también, para arribar al término de prácticas corporales circenses,
advirtiendo sus características, similitudes y diferencias, entre otros aspectos.
Adhiriendo a Maldonado (2014) se propone abordar el significado de la práctica corporal
desligándolo de la perspectiva netamente biológica puesto que esta mirada lleva a vincularla con la
actividad física. Este concepto está impregnado de connotaciones biológicas, alude a cualquier actividad
o movimiento que produzca un desgaste energético más elevado que el estado de reposo.
Respecto a esta actividad David Beer (2012, citado en Maldonado, 2014) critica al paradigma
biomotriz que considera al movimiento como resultado de estructuras biológicas que le dan sentido
proponiendo una perspectiva expresiva/comunicacional que se aleje de la consideración instrumental del
movimiento. Considera a la Educación Física como un conjunto de relaciones sociales y el vínculo que el
sujeto tiene con su cuerpo, con la alimentación, con los hábitos de vida, con el tiempo libre y con los
servicios sanitarios, entre otros aspectos. El autor difiere del ejercicio físico como actividad física
planificada y repetitiva teniendo como objetivo la mejora o mantenimiento de uno o más componentes de
la condición física que deja de lado el carácter vivencial y social.
A partir de un enfoque antropológico, Marcel Mauss (1979, citado en Maldonado, 2014) hace
referencia a “técnicas corporales como determinadas prácticas corporales consideradas eficaces que
cada pueblo realiza de manera tradicional teniendo en cuenta los sexos, la edad, el rendimiento y la
transmisión de las formas técnicas”. De este modo, alude a técnicas de la actividad y del movimiento, que
requieren un cierto entrenamiento y repercute en la constitución del cuerpo, el cual es influenciado por las
creencias, prácticas y reglas de la sociedad. La práctica corporal siguiendo a Mauss, se vincula a la
cultura del cuerpo en cuanto establece relaciones con el conjunto de las expresiones propias de una
sociedad, siendo el cuerpo el lugar donde se manifiestan las representaciones sociales.
Es importante diferenciar cultura corporal de cultura física, porque esta última expresión nos lleva
a equiparar al cuerpo con lo físico como objeto orgánico, desvinculado de lo ontológicamente humano. Se
toma como referencia también a Galvis Arias (2009, citada en Maldonado, 2014), cuando define a las
prácticas corporales como “expresiones culturales e históricas de lo humano en búsqueda de procesos
creativos, comunicativos, de socialización, de control y reconocimiento que se pronuncian a través de las
prácticas deportivas, lúdicas, recreativas, artísticas, de expresión corporal y de ocio” (p. 2-14).
Al decir de Furlán (1996) “pueden comunicarse en el lenguaje de la danza, de la mímica, del
juego con reglas (…) Tal vez se requiera defender la naturaleza políglota del cuerpo en movimiento”
(p.7), intentando arribar a prácticas que abarquen diferentes lenguajes. Se considera que ciertas formas
expresivas de la cultura suelen ser elementos especialmente reflexivos acerca de la propia sociedad. El
cuerpo tiene un rol activo ya que genera las experiencias a las que luego se le atribuirán significados
(Infantino, 2009). El hacer algo artístico con el cuerpo, para muchos jóvenes se presenta como la
posibilidad de apartarse de la alienación que provoca las condiciones opresivas de la vida cotidiana. Se
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plantean las prácticas corporales circenses como un lenguaje original y creativo, que permite nuevas
formas de comunicación corporal, alejada de la práctica predominantemente deportiva.
2.2.2 Los cuerpos circenses
Cuando se habla de Circo se habla también de cuerpos circenses. En este sentido, Infantino
(2009) aborda los modos en que la corporalidad se constituye en uno de los medios de expresión e
identidad de los grupos sociales, manifestándose a través de sus experiencias corporales, la manera
particular llevar adelante práctica artística y laboral, su propio cuerpo. Se muestra la manera en que esos
cuerpos pueden reproducir concepciones hegemónicas de corporalidad, proponiendo la necesidad de
pensar estos procesos de otra manera, prestando atención a los sujetos que negocian, cuestionan y/o
resisten.
Infantino (2009) analiza la manera cómo los sujetos se relacionan con sus cuerpos, cómo los