Elabore un cuento “semejante” al texto, donde Jesús, te cuestione por tú seguimiento
El señor dedico tiempo en su ministerio para
enseñar a muchos otros,
además de a sus
discípulos. Entre la
enseñanza personal está
el encuentro con
Nicodemo, un fariseo y
miembro del Sanedrín.
La conversación entre
ambos, sintetizada por Juan, tuvo lugar en
Jerusalén, durante la semana de la Pascua. Las
muchas señales que hacía el Señor llamó la
atención de las gentes, que le reconocían como un
grande y poderoso profeta, comparable con los
más destacados de la antigüedad, incluso algunos
pensaban que tal vez fuera Juan resucitado de los
muertos (Mt. 16:14).
Los fariseos y especialmente los maestros entre
ellos, observaban atentamente al Señor, su
enseñanza y sus obras. Algunos, conocedores
profundos de la Escritura, descubrieron en Él al
enviado de Dios. Entre ellos estaba Nicodemo. Las
señales proféticas que serían hechas por el
Mesías, las estaba haciendo puntualmente Jesús
de Nazaret.
Nicodemo llegó a la misma comprensión que la
Samaritana: Jesús era el Cristo y, por tanto, el reino
de los cielos se había acercado. Para acceder el
reino era preciso dar la medida espiritual que
determinaba la profecía. Esto generaba una
profunda preocupación en Nicodemo: ¿Cómo
podía estar seguro de que había alcanzado ese
nivel y que podría entrar al reino? Una entrevista
personal con el Maestro, podría aclararle lo que le
inquietaba. El Señor, que conocía la preocupación
espiritual de aquel hombre, le presenta
directamente la necesidad del nacimiento de lo
alto, o del nuevo nacimiento como condición
indispensable para entrar al reino.
En todas las reacciones de los fariseos ante la
enseñanza de Cristo hay una componente de
incredulidad. De tal manera que el Señor tiene que
hacerles entender que, si no creen la enseñanza
sobre cosas temporales, mucho menos creerán la
enseñanza sobre cosas celestiales, esto es, sobre
el plan de redención. Este plan se estableció antes
de los tiempos de los siglos (2 Ti. 1:9) y es revelado
por el único que descendió del cielo para revelarlo:
Jesucristo.
Respuesta:
es muy díficil
Explicación:
perdón xno responder