Los gobiernos afirman defender la “libertad de expresión” como aparece en la Constitución española y en casi todas las constituciones del mundo, pero en realidad no es así. Por todo el planeta hay gente que va a la cárcel –o sufre algo peor– simplemente por hablar.
El derecho a expresar y difundir, buscar, recibir y compartir información e ideas sin miedo ni injerencias ilegítimas es esencial para nuestra educación, para desarrollarnos como personas, ayudar a muestras comunidades, acceder a la justicia y disfrutar de todos y cada uno de los derechos que aparecen en la Declaración Universal de los Humanos.
Internet se usa cada día más como fuente para expresar nuestro derecho a la libertad de expresión, de información, de opinion, de pensamiento y de prensa para alzar la voz contra el poder y para ejercer presión por un mayor respeto a los derechos humanos. Las redes sociales alimentan un nuevo activismo que los gobiernos luchan por controlar.
Sin embargo, sus intentos por bloquear el acceso a Internet o cortar las redes de telefonía móvil no están consiguiendo acabar con las voces de protesta de quienes están peleando por que se respete la libertad de expresión como derecho humano, así como el conjunto de todos los derechos. Irán, China y Vietnam han intentado desarrollar sistemas que les permitan controlar el acceso a la información digital, limitando la libertad de expresión.
En la región de Cachemira, en el norte de la India, cortar Internet y las comunicaciones móviles es la respuesta ante cualquier disturbio. En Amnistía Internacional estamos buscando continuamente nuevas formas de evitar el bloqueo de nuestro sitio web en China. Puede que la represión aumente, pero parece que cada vez las personas tienen menos miedo a expresarse con libertad.
Desde sus inicios, Amnistía Internacional ha apoyado y protegido a personas que alzaban la voz en favor de sí mismas y de otras. Trabajamos con periodistas, personas que realizan trabajo comunitario, personal docente, sindicalistas, activistas de los derechos reproductivos y pueblos indígenas que defienden su derecho a la tierra.
Amnistía Internacional ha hecho campaña en todo el mundo a favor de miles de presos y presas de conciencia, personas que, aunque no han propugnado la violencia ni recurrido a ella, han sido encarceladas por ser quienes son (por su orientación sexual, origen étnico, nacional o social, lengua, nacimiento, color, sexo o situación económica) o por aquello en lo que creen (por sus creencias, ideas políticas u otras convicciones profundas).
Respuesta:
Los gobiernos afirman defender la “libertad de expresión” como aparece en la Constitución española y en casi todas las constituciones del mundo, pero en realidad no es así. Por todo el planeta hay gente que va a la cárcel –o sufre algo peor– simplemente por hablar.
El derecho a expresar y difundir, buscar, recibir y compartir información e ideas sin miedo ni injerencias ilegítimas es esencial para nuestra educación, para desarrollarnos como personas, ayudar a muestras comunidades, acceder a la justicia y disfrutar de todos y cada uno de los derechos que aparecen en la Declaración Universal de los Humanos.
Internet se usa cada día más como fuente para expresar nuestro derecho a la libertad de expresión, de información, de opinion, de pensamiento y de prensa para alzar la voz contra el poder y para ejercer presión por un mayor respeto a los derechos humanos. Las redes sociales alimentan un nuevo activismo que los gobiernos luchan por controlar.
Sin embargo, sus intentos por bloquear el acceso a Internet o cortar las redes de telefonía móvil no están consiguiendo acabar con las voces de protesta de quienes están peleando por que se respete la libertad de expresión como derecho humano, así como el conjunto de todos los derechos. Irán, China y Vietnam han intentado desarrollar sistemas que les permitan controlar el acceso a la información digital, limitando la libertad de expresión.
En la región de Cachemira, en el norte de la India, cortar Internet y las comunicaciones móviles es la respuesta ante cualquier disturbio. En Amnistía Internacional estamos buscando continuamente nuevas formas de evitar el bloqueo de nuestro sitio web en China. Puede que la represión aumente, pero parece que cada vez las personas tienen menos miedo a expresarse con libertad.
Desde sus inicios, Amnistía Internacional ha apoyado y protegido a personas que alzaban la voz en favor de sí mismas y de otras. Trabajamos con periodistas, personas que realizan trabajo comunitario, personal docente, sindicalistas, activistas de los derechos reproductivos y pueblos indígenas que defienden su derecho a la tierra.
Amnistía Internacional ha hecho campaña en todo el mundo a favor de miles de presos y presas de conciencia, personas que, aunque no han propugnado la violencia ni recurrido a ella, han sido encarceladas por ser quienes son (por su orientación sexual, origen étnico, nacional o social, lengua, nacimiento, color, sexo o situación económica) o por aquello en lo que creen (por sus creencias, ideas políticas u otras convicciones profundas).
La activista política bielorrusa Maria Kolesnikova es vista frente a las fuerzas de seguridad que montan guardia para evitar que los manifestantes lleguen al Palacio Presidencial mientras la gente continúa protestando por las elecciones presidenciales en la capital, Minsk, Bielorrusia, el 30 de agosto de 2020. © Foto de Marina Serebryakova / Anadolu Agency a través de Getty Images
AMNISTÍA INTERNACIONAL APOYA Y PROTEGE A PERSONAS QUE ALZAN LA VOZ EN FAVOR DE SÍ MISMAS Y DE OTRAS.
En España, el uso excesivo de la fuerza y una legislación represiva repercute en el derecho a la libertad
Explicación:
listo