Independientemente de la edad, aprender a manejar un instrumento musical puede estimular el cerebro de gran manera: incrementa la materia gris, mejora las conexiones entre las áreas más distanciadas del cerebro y mejora la memoria verbal, el razonamiento espacial y las habilidades de alfabetización[1].
Tocar un instrumento hace que las áreas de integración auditivas, motoras y sensoriomotoras del cerebro se tornen más flexibles y es por ello que hace tiempo que la neurociencia se ha interesado por estudiar el impacto que la música puede tener sobre nuestro cerebro.
Respuesta:
beneficio
Explicación:
Independientemente de la edad, aprender a manejar un instrumento musical puede estimular el cerebro de gran manera: incrementa la materia gris, mejora las conexiones entre las áreas más distanciadas del cerebro y mejora la memoria verbal, el razonamiento espacial y las habilidades de alfabetización[1].
Tocar un instrumento hace que las áreas de integración auditivas, motoras y sensoriomotoras del cerebro se tornen más flexibles y es por ello que hace tiempo que la neurociencia se ha interesado por estudiar el impacto que la música puede tener sobre nuestro cerebro.