De la contemplación del Maestro sigue la imitación: podemos instruir de múltiples maneras. ¡Incluso sin palabras! 2. Dar buen consejo al que lo necesita
Aconsejar es echar mano de la sabiduría vivida con humildad y sencillez, sabiendo que yo no tengo todas las respuestas, pero Dios sí 3. Corregir al que se equivoca
La tercera obra de misericordia espiritual implica superar una visión excesivamente centrada en uno mismo, para centrarnos en el bien del otro
4. Perdonar al que nos ofende
Liberar el corazón del odio y del rencor es un acto de misericordia hacia el prójimo, pero también hacia nosotros mismos
5. Consolar al triste
Esta obra de misericordia se trata de reconocer en cada ser humano la necesidad de consuelo, de cercanía...
6. Soportar con paciencia los defectos de los demás
Esta obra de misericordia se trata de formar un corazón compasivo y misericordioso, consciente de que nadie es perfecto
7. Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos
La séptima obra de misericordia espiritual nos enseña los infinitos tesoros de gracia que el Padre nos ha dado, haciéndonos sus hijos por medio de su Hijo Unigénito.
1. Enseñar al que no sabe
De la contemplación del Maestro sigue la imitación: podemos instruir de múltiples maneras. ¡Incluso sin palabras! 2. Dar buen consejo al que lo necesita
Aconsejar es echar mano de la sabiduría vivida con humildad y sencillez, sabiendo que yo no tengo todas las respuestas, pero Dios sí 3. Corregir al que se equivoca
La tercera obra de misericordia espiritual implica superar una visión excesivamente centrada en uno mismo, para centrarnos en el bien del otro
4. Perdonar al que nos ofende
Liberar el corazón del odio y del rencor es un acto de misericordia hacia el prójimo, pero también hacia nosotros mismos
5. Consolar al triste
Esta obra de misericordia se trata de reconocer en cada ser humano la necesidad de consuelo, de cercanía...
6. Soportar con paciencia los defectos de los demás
Esta obra de misericordia se trata de formar un corazón compasivo y misericordioso, consciente de que nadie es perfecto
7. Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos
La séptima obra de misericordia espiritual nos enseña los infinitos tesoros de gracia que el Padre nos ha dado, haciéndonos sus hijos por medio de su Hijo Unigénito.