Cierta vez, un Zorro tenía una gran obsesión con los huevos de las Gallinas, ya que era su postre favorito. Él siempre indagaba por los gallineros en busca de uno, hasta que encontró uno lo suficientemente no tan cuidado para hacer de las suyas.
Así, el Zorro aprovechó lo más que pudo para llevarse los huevos, y si las Gallinas no le dejaban hacerlo, las amenazaba con comérselas. Ellas indefensas, sólo veían como cada noche este bandido hacía de las suyas
Con el pasAr del tiempo, el Dueño se dio cuenta que el número de gallinas crecía muy lentamente y que casi no ponían huevos. Preocupado en los gastos y perdidas, decidió vender a todas sus gallinas; por otro lado ellas al enterarse de las intenciones de su dueño, se propusieron idear un plan.
Al llegar la noche, el Zorro vino como de costumbre por los huevos, pero ellas lo recibieron ofreciéndole todos los huevos que desee con tal que no se lleve los estaban empollando. El Zorro aceptó y luego se llevó todos los huevos.
Al día siguiente, el Granjero fue al gallinero en busca de huevos y se encontró con que no había ninguno, pero si los que las gallinas empollaban. Esto le sorprendió mucho y decidió revisar todo el gallinero en busca de algún rastro de algún depredador.
Las Gallinas corriendo el riesgo de que el zorro cumpliese con su amenaza al revelar su presencia, dejaron al descubierto unas huellas del Zorro para que el granjero las vea, y cuando las vio, estuvo pensativo por unos instantes, y luego se fue. Aquella noche y como de costumbre, el Zorro regresó en busca de los huevos, pero ni más bien al entrar, se encontró con el granjero que le apuntaba con una escopeta.
Lo último que supieron las Gallinas del pícaro Zorro, fue que pasó a formar parte de la colección de pieles del granjero.
MORALEJA
El que mal anda, mal acaba. La astucia e inteligencia supera a la fuerza y viveza.
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Respuesta:
Cierta vez, un Zorro tenía una gran obsesión con los huevos de las Gallinas, ya que era su postre favorito. Él siempre indagaba por los gallineros en busca de uno, hasta que encontró uno lo suficientemente no tan cuidado para hacer de las suyas.
Así, el Zorro aprovechó lo más que pudo para llevarse los huevos, y si las Gallinas no le dejaban hacerlo, las amenazaba con comérselas. Ellas indefensas, sólo veían como cada noche este bandido hacía de las suyas
Con el pasAr del tiempo, el Dueño se dio cuenta que el número de gallinas crecía muy lentamente y que casi no ponían huevos. Preocupado en los gastos y perdidas, decidió vender a todas sus gallinas; por otro lado ellas al enterarse de las intenciones de su dueño, se propusieron idear un plan.
Al llegar la noche, el Zorro vino como de costumbre por los huevos, pero ellas lo recibieron ofreciéndole todos los huevos que desee con tal que no se lleve los estaban empollando. El Zorro aceptó y luego se llevó todos los huevos.
Al día siguiente, el Granjero fue al gallinero en busca de huevos y se encontró con que no había ninguno, pero si los que las gallinas empollaban. Esto le sorprendió mucho y decidió revisar todo el gallinero en busca de algún rastro de algún depredador.
Las Gallinas corriendo el riesgo de que el zorro cumpliese con su amenaza al revelar su presencia, dejaron al descubierto unas huellas del Zorro para que el granjero las vea, y cuando las vio, estuvo pensativo por unos instantes, y luego se fue. Aquella noche y como de costumbre, el Zorro regresó en busca de los huevos, pero ni más bien al entrar, se encontró con el granjero que le apuntaba con una escopeta.
Lo último que supieron las Gallinas del pícaro Zorro, fue que pasó a formar parte de la colección de pieles del granjero.
MORALEJA
El que mal anda, mal acaba. La astucia e inteligencia supera a la fuerza y viveza.
Explicación:
ESPERO TE AYUDE . ME DAS CORONA