La vida silvestre prístina de las Islas Galápagos, que se encuentran a unas 600 millas de la costa de Ecuador, ha cautivado desde antaño a los turistas. Sobre todo y muy especialmente, a los amantes de la naturaleza. En los últimos años, el grueso de visitantes al archipiélago se ha disparado de manera constante. Según los datos recabados en un reportaje que publica la revista «Time» , si eran unos 200.000 en el año 2013, en el año 1979 fueron menos de 12.000. La curva ascendente de llegadas ha sido imparable. No obstante, la atracción que despiertan las Galápagos no es un fenómeno nuevo. Fue su fauna la que atrapó un día a un joven naturalista, Charles Darwin, a las islas en el año 1835, tal día como estos, y sus conclusiones darían lugar a una de las teorías científicas más importantes jamás postuladas.
Charles Darwin había estado navegando durante tres años en el «HMS Beagle», capitaneado por Robert FitzRoy, antes de llegar a las Islas Galápagos. Durante el viaje de cinco semanas en las islas, observó tortugas gigantes e iguanas marinas, sinsontes y pinzones. Sus observaciones de las variaciones entre especies en diferentes islas provocó la idea que desembocaría en sus consignas sobre la evolución y la selección natural, publicados más de dos décadas después de «El origen de las especies» .
El «Beagle» arribó al archipiélago tal día como hoy, 15 de septiembre. Según relatan los escritos de la época, Darwin miró con asombro a las montañas basálticas de la zona. Los exploradores descubrieron este archipiélago ecuatorial del Pacífico compuesto por una decena de islas volcánicas cubiertas por millares de cráteres.
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esmeraldaanaya0309
me equivoqué quería poner tu respuesta como la mejor pero no sé cómo quitarla de la otra pregunta
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Respuesta:
La vida silvestre prístina de las Islas Galápagos, que se encuentran a unas 600 millas de la costa de Ecuador, ha cautivado desde antaño a los turistas. Sobre todo y muy especialmente, a los amantes de la naturaleza. En los últimos años, el grueso de visitantes al archipiélago se ha disparado de manera constante. Según los datos recabados en un reportaje que publica la revista «Time» , si eran unos 200.000 en el año 2013, en el año 1979 fueron menos de 12.000. La curva ascendente de llegadas ha sido imparable. No obstante, la atracción que despiertan las Galápagos no es un fenómeno nuevo. Fue su fauna la que atrapó un día a un joven naturalista, Charles Darwin, a las islas en el año 1835, tal día como estos, y sus conclusiones darían lugar a una de las teorías científicas más importantes jamás postuladas.
Charles Darwin había estado navegando durante tres años en el «HMS Beagle», capitaneado por Robert FitzRoy, antes de llegar a las Islas Galápagos. Durante el viaje de cinco semanas en las islas, observó tortugas gigantes e iguanas marinas, sinsontes y pinzones. Sus observaciones de las variaciones entre especies en diferentes islas provocó la idea que desembocaría en sus consignas sobre la evolución y la selección natural, publicados más de dos décadas después de «El origen de las especies» .
El «Beagle» arribó al archipiélago tal día como hoy, 15 de septiembre. Según relatan los escritos de la época, Darwin miró con asombro a las montañas basálticas de la zona. Los exploradores descubrieron este archipiélago ecuatorial del Pacífico compuesto por una decena de islas volcánicas cubiertas por millares de cráteres.