Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: 'No mueras, ¡te amo tanto!' Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle: '¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!' Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo
Le rodearon millones de individuos, Con un ruego común: '¡Quédate hermano!' Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; incorpórose lentamente,
abrazó al primer hombre, echóse a andar...
El título del poema nos habla de “un gran conjunto de gente que por su número puede influir en la marcha de los acontecimientos” según el diccionario de la Real Academia Española, y también según la concepción marxista.
abrazó al primer hombre, echóse a andar...Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: 'No mueras, ¡te amo tanto!'
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
'¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!'
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo
Le rodearon millones de individuos,
Con un ruego común: '¡Quédate hermano!'
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorpórose lentamente,
El título del poema nos habla de “un gran conjunto de gente que por su número puede influir en la marcha de los acontecimientos” según el diccionario de la Real Academia Española, y también según la concepción marxista.