Muchas veces nos confundimos cuando hablamos de tiempo y clima, sin saber cuál es la diferencia real entre estos dos términos. Sin embargo, ambos son dos formas de considerar los cambios y variaciones que se producen en la temperatura.
El tiempo atmosférico es el conjunto de cambios que ocurren diariamente en un lugar determinado; el clima, en cambio, es el tiempo habitual que existe en alguna zona pero que puede durar muchos años; es la generalización del estado del tiempo.
La Tierra es el ambiente perfecto para el desarrollo de variadas formas de vida. Sin embargo, todo organismo, incluido el ser humano, debe adaptarse al ambiente en el que está inmerso. Una de las grandes variables naturales que determina no sólo la presencia de animales y vegetales, sino que también condiciona el desarrollo de toda forma de vida, el asentamiento humano y la realización de actividades productivas es el clima.
Este suele confundirse con el tiempo meteorológico, ya que ambos analizan las mismas variables (entre ellas, temperatura, presión y humedad atmosférica), pero con diferencias considerables de tiempo cronológico. Cuando hablamos de tiempo solo nos restringimos a las condiciones diarias existentes en una zona; en cambio, el clima corresponde al conjunto de fenómenos meteorológicos recurrentes (patrón promedio) de un determinado lugar (ya sea local, regional o global), tomando en cuenta un mayor lapso de tiempo (por lo general, años).
Climas pasados
La paleoclimatología corresponde al estudio de climas pasados. Ayuda a revelar el rango de variabilidad climática natural que poseía nuestro planeta en épocas anteriores y también colabora en la comprensión del gran impacto que ha tenido el hombre en los ciclos vitales de la naturaleza. Gracias a esta ciencia, los científicos pueden afirmar que hace millones de años nuestro planeta experimentó períodos muy fríos (glaciaciones), alternados con otros bastante más cálidos. La información que recogen para sus estudios proviene de fósiles animales y vegetales, anillos de árboles, corales, glaciares y documentos históricos, los cuales facilitan la elaboración de un panorama sobre las condiciones climáticas de centenares y miles de años atrás.
Muchas veces nos confundimos cuando hablamos de tiempo y clima, sin saber cuál es la diferencia real entre estos dos términos. Sin embargo, ambos son dos formas de considerar los cambios y variaciones que se producen en la temperatura.
El tiempo atmosférico es el conjunto de cambios que ocurren diariamente en un lugar determinado; el clima, en cambio, es el tiempo habitual que existe en alguna zona pero que puede durar muchos años; es la generalización del estado del tiempo.
La Tierra es el ambiente perfecto para el desarrollo de variadas formas de vida. Sin embargo, todo organismo, incluido el ser humano, debe adaptarse al ambiente en el que está inmerso. Una de las grandes variables naturales que determina no sólo la presencia de animales y vegetales, sino que también condiciona el desarrollo de toda forma de vida, el asentamiento humano y la realización de actividades productivas es el clima.
Este suele confundirse con el tiempo meteorológico, ya que ambos analizan las mismas variables (entre ellas, temperatura, presión y humedad atmosférica), pero con diferencias considerables de tiempo cronológico. Cuando hablamos de tiempo solo nos restringimos a las condiciones diarias existentes en una zona; en cambio, el clima corresponde al conjunto de fenómenos meteorológicos recurrentes (patrón promedio) de un determinado lugar (ya sea local, regional o global), tomando en cuenta un mayor lapso de tiempo (por lo general, años).
Climas pasadosLa paleoclimatología corresponde al estudio de climas pasados. Ayuda a revelar el rango de variabilidad climática natural que poseía nuestro planeta en épocas anteriores y también colabora en la comprensión del gran impacto que ha tenido el hombre en los ciclos vitales de la naturaleza. Gracias a esta ciencia, los científicos pueden afirmar que hace millones de años nuestro planeta experimentó períodos muy fríos (glaciaciones), alternados con otros bastante más cálidos. La información que recogen para sus estudios proviene de fósiles animales y vegetales, anillos de árboles, corales, glaciares y documentos históricos, los cuales facilitan la elaboración de un panorama sobre las condiciones climáticas de centenares y miles de años atrás.
Espero que te sirva.
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