Cuando una vaca come, mastica sólo lo suficiente para tragar la comida. Esta pasa a los dos primeros estómagos, el rumen y el retículo.
El rumen o panza es el estómago más grande, junto con el retículo tienen una capacidad de 200 litros en los animales adultos. Aquí se lleva a cabo la fermentación del alimento por medio de microorganismos que se encargan de hacer digeribles la fibra y los carbohidratos de los forrajes.
Cuando la vaca se siente llena deja de comer. Luego devuelve a la boca bolas de comida medio masticadas, llamadas bolo alimenticio. La vaca las vuelve a masticar ( a esto se le llama rumia) y después las vuelve a tragar.
Las partículas pequeñas del alimento rumiado pasan al omaso o libro, donde son molidas en partículas más finas. En el abomaso o cuajar se agregan enzimas al alimento para llevar a cabo la digestión propiamente dicha, aquí el proceso es igual al de animales no rumiantes, pasando después a los intestinos para seguir procesos de digestión y absorción de nutrientes.
Cuando una vaca come, mastica sólo lo suficiente para tragar la comida. Esta pasa a los dos primeros estómagos, el rumen y el retículo.
El rumen o panza es el estómago más grande, junto con el retículo tienen una capacidad de 200 litros en los animales adultos. Aquí se lleva a cabo la fermentación del alimento por medio de microorganismos que se encargan de hacer digeribles la fibra y los carbohidratos de los forrajes.
Cuando la vaca se siente llena deja de comer. Luego devuelve a la boca bolas de comida medio masticadas, llamadas bolo alimenticio. La vaca las vuelve a masticar ( a esto se le llama rumia) y después las vuelve a tragar.
Las partículas pequeñas del alimento rumiado pasan al omaso o libro, donde son molidas en partículas más finas. En el abomaso o cuajar se agregan enzimas al alimento para llevar a cabo la digestión propiamente dicha, aquí el proceso es igual al de animales no rumiantes, pasando después a los intestinos para seguir procesos de digestión y absorción de nutrientes.