Se preocupaba de que sus parroquianos no se dedicaran a prácticas “espiritistas” para procurar con tales medios la curación de sus enfermedades, lo que desarrolló en él una particular sensibilidad para poder afrontar con recursos naturales, con la oración y las bendiciones los males que afligían a aquella gente», explicó el padre Losada.
«Buscó siempre distinguir entre salud física y salud espiritual para evitar interpretaciones equivocadas», pero «por una y por otra ofreció su generosa dedicación», subrayó.
Para el superior general de la congregación del nuevo beato, la clave de su camino de santidad y mensaje de actualidad está en que es «un modelo de pastor en quien la contemplación y la acción, la espiritualidad y el servicio apostólico se integran con mucha intensidad».
«Se puede decir –apunta– que el celo por la salvación de las personas a él confiadas fue un elemento esencial» de su vía de santidad y lo que «se manifestó de manera extraordinaria en las curaciones que [con] sus oraciones y bendiciones [se] realizaban en muchas personas que se acercaban a él».
Recordó igualmente que el misionero llegó a ser «muy popular y reconocido como santo por numerosas personas que encontraban en él ayuda y consuelo»; de hecho, las consecuencias de esta fama «fueron para el padre Eustaquio también una cruz que tuvo que aceptar, dado que por cierto tiempo los superiores le apartaron del ministerio público para evitar aglomeraciones y perturbaciones».
Reflexionando sobre la figura del nuevo beato, el padre Enrique Losada considera que también «la búsqueda de los medios y formas adecuadas para hacer llegar el mensaje del Evangelio a todas las personas de cualquier condición es también un testimonio importante para la evangelización de nuestro tiempo».
Respuesta:
Se preocupaba de que sus parroquianos no se dedicaran a prácticas “espiritistas” para procurar con tales medios la curación de sus enfermedades, lo que desarrolló en él una particular sensibilidad para poder afrontar con recursos naturales, con la oración y las bendiciones los males que afligían a aquella gente», explicó el padre Losada.
«Buscó siempre distinguir entre salud física y salud espiritual para evitar interpretaciones equivocadas», pero «por una y por otra ofreció su generosa dedicación», subrayó.
Para el superior general de la congregación del nuevo beato, la clave de su camino de santidad y mensaje de actualidad está en que es «un modelo de pastor en quien la contemplación y la acción, la espiritualidad y el servicio apostólico se integran con mucha intensidad».
«Se puede decir –apunta– que el celo por la salvación de las personas a él confiadas fue un elemento esencial» de su vía de santidad y lo que «se manifestó de manera extraordinaria en las curaciones que [con] sus oraciones y bendiciones [se] realizaban en muchas personas que se acercaban a él».
Recordó igualmente que el misionero llegó a ser «muy popular y reconocido como santo por numerosas personas que encontraban en él ayuda y consuelo»; de hecho, las consecuencias de esta fama «fueron para el padre Eustaquio también una cruz que tuvo que aceptar, dado que por cierto tiempo los superiores le apartaron del ministerio público para evitar aglomeraciones y perturbaciones».
Reflexionando sobre la figura del nuevo beato, el padre Enrique Losada considera que también «la búsqueda de los medios y formas adecuadas para hacer llegar el mensaje del Evangelio a todas las personas de cualquier condición es también un testimonio importante para la evangelización de nuestro tiempo».
Explicación:
espero que te ayude