El noveno mandamiento de la Ley de Dios nos manda que seamos puros y castos en pensamientos y deseos. Estos pensamientos y deseos impuros son pecado cuando la voluntad se complace en ellos, aunque no se realice el acto impuro; pero no son pecado cuando la voluntad no los consiente y procura rechazarlos.
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Respuesta:
El noveno mandamiento de la Ley de Dios nos manda que seamos puros y castos en pensamientos y deseos. Estos pensamientos y deseos impuros son pecado cuando la voluntad se complace en ellos, aunque no se realice el acto impuro; pero no son pecado cuando la voluntad no los consiente y procura rechazarlos.
Explicación:
3l novwno mandamiento nusca besar a otra mujer de un chico cueando esta casado el chico o tu amigo lea la historia de jose