El movimiento antiglobalización es un amplio conjunto de movimientos sociales formado por activistas provenientes de distintas corrientes políticas, que a finales del siglo XX convergieron en la crítica social al proceso de globalización.
Existe cierta controversia sobre el término que define a este movimiento. Muchos de sus partidarios prefieren el término «altermundismo» o «alterglobalización», para evitar definirse por oposición, y porque el término «antiglobalización» daría una imagen imprecisa y negativa. El nombre altermundismo proviene precisamente del lema Otro mundo es posible, nacido en el Foro Social Mundial,1 que cada año reúne a movimientos sociales de cientos de países del mundo.
Acusan a este proceso de beneficiar a las grandes multinacionales y a los países más ricos,2 acentuando la precarización del trabajo, y consolidando un modelo de desarrollo económico injusto e insostenible; también acusan a la expansión del capitalismo de socavar la capacidad democrática de los Estados, entre otros aspectos negativos.3 4 5
Su emergencia y difusión regional e internacional exorcizaban los intentos del "pensamiento único" de rendir inútil la resistencia, ineficaz la acción colectiva y arcaico todo deseo de cambio.... En un plano más amplio, el levantamiento zapatista se convertiría en referencia del naciente movimiento antimundialización neoliberal, que lentamente iba tomando cuerpo tanto en el norte como en el sur. En este camino, la realización del Primer Encuentro por la Humanidad y contra el Neoliberalismo (1996), en muchos sentidos, marcaría el primer paso en la construcción de este movimiento de movimientos, de carácter internacional, que tuviera su "bautismo de fuego" en la llamada batalla de Seattle (1999), y su espacio privilegiado de encuentro más amplio en la experiencia del Foro Social Mundial.6 7 8
El movimiento antiglobalización es un amplio conjunto de movimientos sociales formado por activistas provenientes de distintas corrientes políticas, que a finales del siglo XX convergieron en la crítica social al proceso de globalización.
Existe cierta controversia sobre el término que define a este movimiento. Muchos de sus partidarios prefieren el término «altermundismo» o «alterglobalización», para evitar definirse por oposición, y porque el término «antiglobalización» daría una imagen imprecisa y negativa. El nombre altermundismo proviene precisamente del lema Otro mundo es posible, nacido en el Foro Social Mundial,1 que cada año reúne a movimientos sociales de cientos de países del mundo.
Acusan a este proceso de beneficiar a las grandes multinacionales y a los países más ricos,2 acentuando la precarización del trabajo, y consolidando un modelo de desarrollo económico injusto e insostenible; también acusan a la expansión del capitalismo de socavar la capacidad democrática de los Estados, entre otros aspectos negativos.3 4 5
Su emergencia y difusión regional e internacional exorcizaban los intentos del "pensamiento único" de rendir inútil la resistencia, ineficaz la acción colectiva y arcaico todo deseo de cambio.... En un plano más amplio, el levantamiento zapatista se convertiría en referencia del naciente movimiento antimundialización neoliberal, que lentamente iba tomando cuerpo tanto en el norte como en el sur. En este camino, la realización del Primer Encuentro por la Humanidad y contra el Neoliberalismo (1996), en muchos sentidos, marcaría el primer paso en la construcción de este movimiento de movimientos, de carácter internacional, que tuviera su "bautismo de fuego" en la llamada batalla de Seattle (1999), y su espacio privilegiado de encuentro más amplio en la experiencia del Foro Social Mundial.6 7 8