A veces el Señor nos llama, para encomendarnos una misión. A esa llamada le llamamos vocación. La primera vocación que el hombre recibe de parte de Dios es la llamada a la vida. Pero el Señor continúa llamándonos a lo largo de nuestra existencia, para dirigir nuestros pasos por el camino del bien.
A veces el Señor nos llama, para encomendarnos una misión. A esa llamada le llamamos vocación. La primera vocación que el hombre recibe de parte de Dios es la llamada a la vida. Pero el Señor continúa llamándonos a lo largo de nuestra existencia, para dirigir nuestros pasos por el camino del bien.